Recientemente se ha celebrado el XII Congreso Mundial de Dermatología Pediátrica, en el que se han obtenido interesantes conclusiones sobre este tema que a menudo tratamos en el blog. Es de sobra sabido que los casos de dermatitis atópica han aumentado significativamente en las últimas décadas, especialmente en los países más desarrollados, y que afecta sobre todo a niños.
Es importante la detección precoz de esta patología que en España afecta a entre un 10% y un 20% de niños. La dermatitis atópica se ha visto incrementada un 200-300% en los últimos 30 años, y el 90% de los niños experimenta esta enfermedad antes de los cinco años, siendo la segunda causa más frecuente de visita al dermatólogo.
Recordemos que la dermatitis atópica se debe a una reacción (similar a una alergia) en la piel, que lleva a hinchazón y enrojecimiento continuos. Las personas con esta enfermedad pueden ser más sensibles debido a que su piel carece de ciertas proteínas, como la filagrina.
La dermatitis atópica es más común en bebés y puede comenzar incluso ya a la edad de dos a seis meses. Muchas personas lo superan con el tiempo a comienzos de la vida adulta. Los picores, al inflamación, la descamación y los casos graves de eccemas y heridas son algunos de los síntomas de la enfermedad.
La dermatitis atópica tiende a hacer erupción cuando se expone a factores irritantes como: disolventes químicos industriales, detergentes, humo de tabaco, pinturas blanqueadoras, lanas, comidas acidas y/o astringentes, productos del cuidado de la piel que contienen alcohol y algunos jabones y perfumes.
Como vemos, la mayoría de estos desencadenantes son propios de la vida moderna, y de aquí podría venir la explicación al tremendo aumento en los últimos años.
Respecto al tratamiento de la dermatitis atópica, se ha de combinar educación/formación a los afectados, eliminación de agentes desencadenantes, cuidados cosméticos de la piel, y tratamiento farmacológico que indicará el especialista.
Durante los cambios de temperatura y de estación es cuando la enfermedad se torna más severa y la aparición de brotes agudos es más común. En ocasiones, la proceso que comienza con un brote de dermatitis puede debilitar la barrera protectora de la piel y el sistema inmunitario puede verse afectado.
Por ello es muy común que pacientes con dermatitis atópica desarrollen a la larga otras enfermedades, especialmente alergias, rinitis o asma. Por lo tanto, una detección precoz en bebés con dermatitis atópica, es fundamental para controlar la enfermedad y que haya menos adultos alérgicos.
Vía | Levante Foto | david_jacquin en Flickr En Bebés y más | Dermatitis y eczema, cómo cuidar la piel atópica en verano, Decálogo de consejos para niños con dermatitis atópica