Se considera recién nacido prematuro o pretérmino a todo aquel que nace antes de las 37 semanas de gestación, una situación que se da en aproximadamente el 10% de los nacimientos, según distintos entornos. La vacunación en el bebé prematuro se realiza de modo distinto al convencional en los bebés nacidos a término.
El bebé prematuro se muestra en los primeros meses de vida muy vulnerable a las infecciones, debido a la inmadurez de su sistema inmunológico, entre otras razones. Algunas de esas infecciones son prevenibles mediante vacunas: Haemophilus influenzae tipo b (Hib), Streptococcus pneumoniae, Bordetella pertussis y rotavirus.
A pesar de que algunas situaciones clínicas pueden condicionar una respuesta disminuida a los antígenos de las vacunas, los especialistas señalan que al completar las primeras vacunaciones casi todos los niños prematuros alcanzan concentraciones protectoras de anticuerpos frente a los diversos antígenos de las vacunas, consiguiendo una inmunidad suficiente para prevenir la enfermedad.
A largo plazo, la protección es similar a la que tienen los bebés nacidos a término y a los dos años ya han desarrollado memoria inmunológica.
Los bebés prematuros son vacunados en menor medida
Sin embargo, es habitual que los recién nacidos prematuros tengan tasas de vacunación bastante menores de lo esperable, y en ello están involucrados tanto los pediatras como los neonatólogos. Si las desviaciones del esquema de inmunizaciones se producen en los primeros seis meses de vida, estamos hablando del momento en que los bebés se muestran más vulnerables.
El portal de vacunas de la Asociación Española de Pediatría acaba de publicar un texto que resume esta cuestión, centrándose en cómo, cuándo y por qué vacunar al bebé prematuro, y con otros temas interesantes como la seguridad de las vacunas en estos bebés.
En él se hace referencia a informes recientes en distintos países que señalan que en los recién nacidos prematuros las tasas de vacunación siguen siendo más bajas que en los nacidos a término y sobre todo que la indicación de las vacunas se produce demasiado tarde y debido en la mayoría de las ocasiones al temor o desconocimiento sobre la seguridad de las mismas en estos niños.
Respecto a la seguridad de las vacunas en bebés prematuros, los autores del documento de la AEP señalan que
En los diversos estudios controlados, las diferentes vacunas se han mostrado seguras, aunque con una notable diferencia en la aparición de acontecimientos adversos graves, pero siempre atribuibles a la prematuridad y no a las vacunas.
Os recomendamos la lectura completa de este documento, que también hace referencia a los efectos adversos postvacunación en prematuros, y hacemos un extracto de los puntos principales que resumen sus autores.
Cuándo y cómo vacunar al bebé prematuro
El bebé prematuro debe ser vacunado de acuerdo a su edad cronológica, independientemente de su edad gestacional y de su peso. Salvo en situaciones excepcionales, no se debe retrasar la edad de vacunación.
La respuesta inmunológica a las vacunas en los prematuros es similar a la obtenida en el recién nacido a término para la DTPa, poliovirus 1 y 2, neumococo y meningococo, pero inferior para hepatitis B, Hib y polio 3.
La seguridad y reactogenicidad vacunal en los RNP es similar a la de los RNT.
Los bebés prematuros que permanecen ingresados en el momento de la vacunación deben tener la mayor estabilidad posible y estar libres de acontecimientos cardiorrespiratorios adversos, en particular de apneas.
La vacunación frente a la hepatitis B se hará de acuerdo con el estado serológico de la madre y siguiendo la pauta establecida.
Las vacunas de rotavirus son eficaces, seguras e inmunogénicas en esta población, aunque no se deben administrar mientras el niño este ingresado.
Todos los RNP deben recibir la vacuna de la gripe a partir de los seis meses, en especial los menores de 32 semanas de edad gestacional o con patología crónica (DBP, neurológica, desnutrición...).
Es importante promocionar la “estrategia de nido”, vacunando a los convivientes y cuidadores de todos los RNP.
Las vacunas combinadas son las más adecuadas para esta población. Las vacuna hexavalentes se han mostrado seguras e inmunogénicas, facilitando el cumplimiento del calendario de vacunación.
En definitiva, la vacunación del bebé prematuro es recomendable y se muestra segura, aunque han de tenerse en consideración las características del bebé, su estado de salud y otras variables para que la inmunización sea efectiva, segura y sea administrada adecuadamente.
Vía | AEP Fotos | jdsmith1021, César Rincón en Flickr-CC En Bebés y más | Humanizar el cuidado de los bebés prematuros, Una visita a la UCI de neonatos del Hospital 12 de Octubre, Un programa informático predice las enfermedades de los prematuros