Un estudio en el que han participado 1,4 millones de niños y acaba de ser publicado en la prestigiosa revista Pediatrics ha hallado que las vacunas dan menos reacción en el muslo que en el brazo.
Concretamente, ha concluído que los niños de entre 12 y 35 meses que reciben la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina en el músculo del muslo en lugar de su brazo tienen alrededor de la mitad de probabilidades de requerir atención sanitaria por una reacción a la inyección.
Según el Comité Asesor de Vacunas de la AEP (Asociación Española de Pediatría) la elección del lugar anatómico donde se aplican las vacunas que se administran por vía intramuscular profunda dependerá de la edad del paciente. En bebés menores de 12 meses se aplica en el muslo, y en mayores de 12 meses en deltoides, aunque hay profesionales que prefieren seguir utilizando el muslo hasta los 15-18 meses.
Las reacciones locales como enrojecimiento, dolor e inflamación de la zona son los efectos adversos más comunes de las vacunas, los cuales normalmente desaparecen después de uno o dos días.
En el estudio se tuvieron en cuenta los casos que requirieron asistencia de un médico, una enfermera o una sala de emergencia. Se dieron cuenta que los niños que habían recibido la vacuna en el brazo acudían más a estos servicios.
Por tanto, se recomienda vacunar a los niños menores de tres años siempre en el muslo en lugar de en el brazo para evitar los efectos secundarios.
Al analizar el grupo de niños de 3 a 6 años, no se encontró una disminución significativa de las reacciones entre el muslo y el brazo.
Si bien cada médico o enfermera tiene sus preferencias, al menos en la experiencia con mis hijas, las vacunas siempre han sido aplicadas en el muslo siendo menores de tres años. En todo caso, basados en información fiable, los padres también podemos sugerir dónde preferimos que se le apliquen.
Vía | Pediatrics Foto | eyeliam en Flickr En Bebés y más | ¿Vacunar al bebé? Mejor por la tarde para que duerma mejor