El tema de las vacunas está candente por los brotes que se van sucediendo en toda Europa, algunos como consecuencia de la disminución de las coberturas vacunales. En Barcelona, por ejemplo, se están planteando implantar la vacunación obligatoria para poder acceder a una plaza en una escuela infantil pública, medida que en Italia ya se ha aprobado con la intención de controlar un brote de sarampión que ha afectado a más de dos mil personas (el 90% de las cuales no estaban vacunadas).
Precisamente en Italia descubrieron hace unas semanas a una enfermera llevando sus creencias al respecto más allá de los límites éticos y morales, al "salvar" a cientos de bebés y niños de las vacunas que sus padres habían decidido administrar a sus hijos, y es que fingía que los vacunaba, cuando no era así.
Podría haber cerca de 500 afectados
Según leemos en Redacción Médica, ha sucedido en Treviso, al noreste de Italia, donde el gobierno sospecha que al menos 500 niños quedaron sin vacunar en la ciudad. El problema es que no saben qué niños pueden estar vacunados y qué niños no, porque algunos sí recibían la vacuna, probablemente porque no veía la oportunidad de engañar a los padres.
Ante esta situación, se ha decidido vacunar a más de 7.000 niños con el fin de evitar cualquier problema en este sentido. Y es que según la investigación que se está llevando a cabo, lo más probable es que hiciera como que preparaba las vacunas, fingiera vacunar a los niños, y luego tirara los viales con la vacuna dentro.
Los niños apenas lloraban
Curiosamente, lo que hizo sospechar fue la falta de llanto de los bebés. Los compañeros de la enfermera se dieron cuenta de que en su consulta los niños no lloraban cuando tocaba administrarles las vacunas, y lo comunicaron a sus superiores.
Para llevar a cabo la investigación, se contactó con 25 pequeños que habían pasado por la consulta de la enfermera, a los que se hizo una analítica para medir el nivel de anticuerpos. Solo dos habían sido bien vacunados.
Ante esta situación, como decimos, las autoridades han preferido (re)vacunar a todos los niños que fueron visitados por la enfermera farsante, antes que hacer a todos una analítica para ver cuáles necesitarían vacunas y cuáles no (sobre todo porque si solo vacunó a 2 de cada 25 está claro que vacunó a muy pocos niños).
Ella lo niega
A pesar de las pruebas, la enfermera dice que ella sí vacunó a todos los niños y que sí cree que las vacunas sirven para prevenir enfermedades. Sin embargo, las autoridades no se fían de sus palabras y han empezado a investigar su trabajo en anteriores centros sanitarios.
Los profesionales no podemos decidir por los padres
Ni a favor ni en contra, y mucho menos de esta manera, porque es un delito. Si estaba preocupada por las vacunas que tenía que administrar está claro que estaba en el puesto de trabajo equivocado: los enfermeros ponemos decenas de vacunas cada semana. Si acaso, como mucho, podía explicar a los padres sus argumentos, ofrecer su información, para que ellos decidieran. Y aún así habría que ver si no podría estar cometiendo una ilegalidad, si tenemos en cuenta que el gobierno italiano recomienda la vacunación a todos los niños.
Foto | Teddy Kwok en Flickr
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