Cuando nuestros pequeños lironcitos duermen más horas de lo habitual, enseguida pensamos "está creciendo". Pero, ¿qué hay de cierto en esta creencia? ¿Es verdad que los niños crecen mientras duermen?
Pues sí, es cierto, la ciencia lo confirma. El sueño es imprescindible para la buena salud de los más pequeños. Lo necesitan para recuperar fuerzas, para asimilar lo que han aprendido durante el día, pero también tiene mucho que ver con el crecimiento de los niños. Os vamos a explicar por qué.
No esperéis un estirón tras dormir doce horas ni pongáis los niños a dormir dos horas antes para que crezcan un par de centímetros, porque tampoco es así. Pero sí que es cierto que un buen descanso durante la noche contribuye a un crecimiento sano en la infancia.
La hormona del crecimiento se libera en mayores cantidades durante el sueño
Durante el sueño aumenta la secreción de la hormona del crecimiento. Esto sucede en la fase No-REM de sueño, es decir durante el periodo de sueño profundo cuando la glándula hipófisis anterior sintetiza la hormona de crecimiento GH (Growth Hormone), también conocida como hormona somatotrópica.
Se cree que el pico de liberación máximo de la hormona se produce en promedio entre una y dos horas después del inicio del sueño.
Hay investigaciones que sitúan el período de mayor actividad de la hormona entre la medianoche y las 4 de la madrugada, en la fase más profunda del sueño del niño. También puede liberarse la hormona durante la siesta, en el período de fase no-Rem, aunque éstas sean más cortas.
Lo recomendable es establecer una rutina de sueño regular, asegurarse que duerman las horas que necesitan para estar descansados según su edad y procurar un ambiente de sueño relajante. Hacerles dormir más horas de las necesarias no sirve de nada pues cada cual duerme lo que necesita, ni más ni menos.
Los "estirones" del sueño
Científicos de la Universidad Emory, en Estados Unidos, investigaron la relación entre las horas de sueño y el crecimiento de los niños, y demostraron que los "estirones" que se producen de forma repentina están directamente relacionados con un aumento de las horas que duerme el niño, como ocurre en periodos de enfermedad o de fiebre.
En concreto, el 43 por ciento de los bebés experimentaba un pequeño "estirón" en las épocas en las que había una siesta "adicional" o no habitual, por ejemplo cuando montaba en un coche de forma habitual o tenía fiebre, y uno de cada cinco crecía también en cada periodo en el que dormía una hora más de lo habitual.
No sólo crecen durante el sueño
Si bien es cierto que la hormona de crecimiento se libera en niveles máximos durante el sueño, también lo hace de manera pulsativa (como si fueran pequeños chorros), y en menor cantidad, en intervalos de 3 a 5 horas a lo largo del día.
Por supuesto, hay muchos otros factores que influyen en el crecimiento de los niños que están relacionados con una buena alimentación, la práctica de ejercicio de forma regular y los hábitos de vida saludable.
Hormona sintética del crecimiento humano
En algunos casos puntuales de niños con problemas de crecimiento en los que se ha diagnosticado un déficit de GH, se prescribe la hormona de crecimiento sintética. Esto sucede, por ejemplo, en niños con síndrome de Turner, síndrome de Prader-Willi, niños con insuficiencia renal crónica y con otro tipo de alteración del crecimiento.
La hormona sintética del crecimiento humano se ha demostrado que tiene muchos efectos secundarios peligrosos, por tanto siempre debe ser indicada y administrada bajo supervisión de un médico.
El sueño es un proceso fisiológico de gran importancia para el desarrollo de nuestros pequeños, una de las actividades en la que más tiempo del día ocupan, sino la que más. Debemos procurar un ambiente de sueño adecuado a su edad para garantizar un crecimiento sano.
Fotos | Pexels (bruce mars) y Thinkstock
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