Quienes trabajamos desde casa teniendo bebés o niños pequeños sabemos que es una experiencia que puede ir de muchas formas: desde lograr entretenerlos, hasta ver cómo enviar un simple correo o realizar una llamada se vuelven una odisea.
De hecho, en la mayoría de los casos suele ser más inclinado hacia la segunda opción, pues como madres y padres naturalmente debemos atender a nuestros hijos cuando lo necesitan, convirtiendo el teletrabajo en todo un reto.
Y como ejemplo de ello, una madre ha compartido un vídeo mientras intentaba tomar la llamada matutina diaria con sus compañeros de trabajo, donde podemos ver cómo trabajar con niños pequeños en casa no es nada fácil.
Hace algunas semanas compartimos el vídeo de una madre en el que resumía dos horas de teletrabajo con niños en casa, donde nos mostraba la realidad que vivimos muchas familia: trabajar en casa siendo padres está lleno de constantes interrupciones.
Ahora, ha sido una madre de tres niños, uno de ellos con necesidades especiales, quien ha compartido un resumen en vídeo donde muestra cómo suelen ser las conferencias telefónicas de su trabajo cada mañana teniendo a sus hijos cerca.
En él, se puede ver cómo mientras atiende la llamada y revisa pendientes en su portátil, sus hijos se acercan para hacerle diversas peticiones. De acuerdo con ella, en los 11 minutos que duró su llamada de trabajo, fue interrumpida por ellos 27 veces.
Si bien poder quedarse en casa a trabajar y cuidar de nuestros hijos es un beneficio que no todas las familias tienen, esta situación no deja de ser difícil y de poner a prueba constantemente nuestra paciencia y energía.
Es cierto que como padres podemos tratar de organizarnos y debemos educar y hablar con nuestros hijos para que respeten nuestros tiempos de trabajo, sin embargo y dada la situación que se está viviendo, no es raro que algunos niños parezcan tener "mamitis" y nos necesiten más que nunca, incluso para hacernos preguntas o peticiones muy simples.
En mi caso en particular, desde hace más de tres años trabajo desde casa, pero ahora que mi hija no asiste a la escuela y debo ser madre y profesora al mismo tiempo, tardo el doble de lo que usualmente me llevaba un día de trabajo antes del coronavirus. Sobra decir que termino el día agotada.
Pero aunque extraño los espacios de trabajo que solía tener, intento no quejarme de esta situación y solamente desahogarme, pues aunque sea agotadora y en muchos días, desafiante, sé que esta situación es lo mejor para nuestra salud y eventualmente tendremos un poco más de normalidad.
Vía | ABC News
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