Cuando a lo de criar con apego le llega la fecha de caducidad

Cuando a lo de criar con apego le llega la fecha de caducidad
47 comentarios

Hace un par de días os comentaba lo difícil que puede llegar a ser seguir una filosofía de crianza con apego, o crianza respetuosa, cuando tienes tres o más niños, porque por la falta de tiempo para todos y lo intensos que pueden llegar a ser los niños nuestra paciencia puede llegar a pender de un hilo en más de un momento.

No quiero decir con eso que en mi caso personal el estilo educativo en el que me siento a gusto haya quedado desfasado, o que yo haya dejado de confiar en él, pero sí me he dado cuenta de que hay muchas parejas que han hecho bandera de la crianza con apego mientras su hijo era un bebé que luego, al crecer y cambiar las cosas, han cambiado mucho su manera de educar y han acabado haciendo muchas de las cosas que criticaron. Hoy quiero hablar de ello, de cuando a lo de criar con apego le llega la fecha de caducidad.

Repite, Armando, ¿hay gente a la que le caduca el modo de educar?

Pues sí, así es. Llevo siete años criando a mis hijos del mejor modo que sé y del modo que creo que es mejor. Este modo es el que podría definirse como crianza con apego, crianza respetuosa o crianza natural, que vendría a ser algo así como respetar al niño y sus tiempos, tratar de entender por qué hace las cosas que hace y tratarle con el mismo respeto que te gustaría haber recibido cuando fuiste niño y con el mismo respeto que quieres que tenga hacia ti como padre.

Dentro de ese respeto está el darle lo que crees que necesita en cada momento, a todos los niveles: amamantarle (la madre, claro), por ser el mejor alimento posible y por ser mucho más, pasar mucho tiempo con él, hablarle, jugar con él, cogerlo en brazos cuando lo necesite y/o cuando lo necesites, dormir con él si así duerme mejor, utilizar el diálogo para solucionar los problemas, servir de ejemplo para que aprendan con nosotros, hacerles saber que son importantes para nosotros y hacerles sentir del mismo modo y, un poco en definitiva, hacerles partícipes de nuestras vidas, compartiéndolas juntos, porque al nacer un niño los padres dejamos de ser una pareja y pasamos a ser una familia.

En estos siete años he conocido a muchas parejas que han emprendido el camino más o menos a la par que nosotros (Miriam y yo) e incluso hemos compartido horas de charlas y risas, comentando lo bien que nos va y lo duro que es a veces criar de una manera que, a pesar de parecer la mejor para los bebés y niños, origina tanto conflicto.

No sé por qué, o quizás si lo sé, muchas de las personas con que he coincidido en persona, o a veces sólo he conocido de manera virtual, porque la red está muy viva y a veces compartes más con los "desconocidos" que con los de tu entorno directo, han acabado por bajarse del carro, por apearse, y han llegado a hacer cosas que no puedo llegar a entender.

Personas que han hablado de sus lactancias y de cuánto han luchado por ellas y que han acabado haciendo unos destetes terriblemente traumáticos para sus hijos, personas que han antepuesto el bienestar de sus hijos al suyo cuando eran bebés y que han defendido su posición de no llevar a los niños a la guardería a capa y espada y que han acabado por llevarlos para "poder descansar", personas que han hablado de lo importante que es pasar mucho tiempo con ellos y que con el tiempo han acabado por hacer miles de cosas sin ellos, cosas en las que ellos podrían estar presentes (como viajar, por ejemplo), personas que hablaban de lo bien que dormían con sus hijos y que han acabado por no aceptar que una vez están en su cama puedan volver a la cama grande o personas que no permitían que nadie hablara de premios ni castigos y que han acabado por premiar y castigar, igual que aquellos a los que criticaban. Son sólo ejemplos concretos, algunos de los que he visto y vivido.

La maternidad y la paternidad puede llegar a ser algo muy intenso

La mayoría de personas podríamos ser consideradas "del montón" en la mayoría de cosas que hacemos. Unas cosas se nos dan mejor, otras peor, pero la mayoría no llegamos a la excelencia en ningún proyecto de los que llevamos a cabo. La (p)maternidad es un arma de doble filo en este sentido, porque puedes llegar a sentirte excelente y acabar gastando más energía en ti y en tu lucha personal que en tu hijo (ahora me explicaré, o lo intentaré).

Estamos en un punto de transición, dejando atrás el estilo autoritario con el que nos educaron y empezando a abrazar uno mucho más respetuoso y democrático, y las personas que se acogen a él, las que educan a sus hijos según los principios de la teoría del apego ven enseguida que sus bebés están más tranquilos, lloran menos, son más felices y, en consecuencia, los padres también lo son.

Respetan las necesidades de sus bebés y eso quiere decir que la mayoría les da el pecho a demanda, acaba colechando, llevándoles en mochilas y fulares por gusto o para evitar los llantos del cochecito y haciendo varias cosas que mucha gente del entorno desaprueba. Madres y suegras que te dicen que lo coges demasiado en brazos, pediatras y enfermeras que te dicen que le estás dando demasiado el pecho, que ya lo tienes que cambiar por el biberón, gente que te llama blanda por dejar que duerma en tu cama y madres que te explican lo bueno que sería para tu hijo que lo llevaras a la guardería a socializar.

Esto hace que educar a tu hijo se vuelva algo muy intenso, algo que debes defender, una batalla con todo el mundo que hace que te cierres y rechaces muchas relaciones porque no eres capaz de entender que lo hagan tan diferente con sus hijos... que les dejen en la guardería y te digan eso de "y lo cojo a la tarde, y así me echo una siesta", que les dejen llorar por la noche porque "se despertaba dos veces y vaya noches...", cuando el tuyo se despierta más, que te cuenten que "al final le tuve que pegar, que si no, no hay manera", etc.

La maternidad, la paternidad, acaba siendo entonces una cruzada, una especie de batalla continua. Tu hijo es lo primero para ti, y defiendes tu modo de hacerlo hasta el infinito y más allá, enfrentándote con los demás, quizás, sintiéndote poderoso, conocedor de una verdad que los demás no quieren ver, con ganas de difundir a los cuatro vientos que hay otro modo de hacer las cosas y buscando otras personas que compartan las mismas inquietudes, para explicarles lo genial que es esto de ser madre y padre y a la vez lo diferente que lo puede hacer la gente, que no parece querer abrir los ojos.

Entonces esto de ser madre o padre te transforma, y ahí, en la lucha por defender algo que crees que haces estupendamente bien, sientes por fin que en esto sí destacas, que sí llegas a la excelencia. El sentimiento, además, se intensifica y se hace más fuerte porque es algo que sólo hace una minoría. Si todos educaran del mismo modo, si todos hicieran lo mismo por sus hijos, ya no destacarías, ya no te sentirías pletórico. Sin embargo, quieres conseguirlo, quieres que tu mensaje llegue a los demás y quieres que eso suceda, que los niños de los demás reciban lo mismo que tu hijo, que sean respetados, que sus padres cambien.

Y sucede, parece que sucede, que algunos padres y algunas madres acaban dando más importancia a lo que el ser padre les aporta a ellos que a lo que aporta a sus hijos. He estado en lugares y quedadas, encuentros de familias, semanas de la lactancia e incluso fuimos una vez a un encuentro de homeschoolers (donde fuimos a informarnos) donde he podido ver a niños jugando semiabandonados, algunos llorando solos por haberse caído o por no saber dónde están sus padres, otros salvados por mí antes de otro susto y otros pidiéndome cosas ("tengo hambre", "me hago pipí"), y me he llegado a sentir solo como padre, al ver que ni siquiera ahí, ni siquiera donde se supone que los padres están por sus hijos, están realmente, pues algunos padres o madres están más preocupados por conocer gente o por explicar lo bien que lo hacen y lo mal que lo hacen los demás, que acaban por preocuparse, como digo, más por sí mismos que por sus hijos (ojo, no quiero generalizar, son casos puntuales, pero especialmente llamativos porque los encuentras ahí donde no esperas).

El bebé deja de serlo y las diferencias en el trato remiten

La caducidad de la crianza con apego 2

Pasa el tiempo y el bebé, ese al que le das todo lo que tienes crece. La lactancia pasa a un segundo plano, algunos se destetan solos, otros siguen mamando y otros dejan de mamar porque la madre decide dejarlo. Empieza a dormir mejor, ya no se despierta tanto, y algunos dejan ya de colechar para pasar a dormir en sus camas. Entra al colegio y, aunque al principio la separación es tremendamente dura, a medida que pasan las semanas y los meses todos os vais acostumbrando a esa nueva rutina. En definitiva, el bebé ya no lo es, y muchas de las cosas que hacías que te diferenciaban del resto de madres y padres (colecho, porteo, lactancia, tenerlo en casa cuando el resto les lleva a la guardería) ya no las haces, y ya no eres tan diferente al resto. Cuesta seguir en la brecha, cuesta seguir al pie del cañón porque ya no lo estás tanto, tu bebé ahora es un niño, ya no te necesita del mismo modo y ya no tienes tantas cosas que defender.

Creo que es aquí, justamente aquí, el punto en el que para muchos padres lo de criar con apego caduca. Quizás es porque, como digo, se han preocupado demasiado por hacer algo bien, algo que sanara su autoestima, algo en lo que fueran excelentes, y han acabado por dejar a su hijo en un segundo plano. Al crecer el niño, al no tener tanto que defender, necesitan nuevas actividades que les llene, nuevos retos, nuevas cosas que hacer en las que intentar destacar y nuevos círculos en los que los niños no tienen cabida.

Quizás es porque no se han dado cuenta de que lo de criar con apego no es hacer una serie de cosas y ya está, no es marcar la lista de la compra (yo colecho, yo amamanto, yo porteo... sí, ya crío con apego), sino que es una filosofía de vida, es tratar a los demás como quieres que te traten y es respetar para poder luego exigir respeto, algo que debes hacer con los adultos y con los niños, con tu hijo, pero también con el resto de la sociedad.

El caso es que para muchos padres la crianza con apego tiene fecha de caducidad y darme cuenta de esta realidad, a mí personalmente, me ha dejado un poco desilusionado.

¿Desilusionado?

Sí, porque para mí, como digo, no es sólo una manera de criar a tus hijos, sino más bien una manera de entender la vida y de relacionarte con los demás. Porque a mí me habría gustado que me criaran de otro modo y por ese motivo intento hacerlo diferente con mis hijos, pues no me gusta verme reflejado en ellos ni me gusta ver en mí actitudes como padre que mamé como hijo. Trato cada día de ser mejor persona para ser mejor padre, y trato de ser mejor padre para ser mejor persona.

Entonces quedas con gente, conoces otros padres que crees que son como tú, piensas que allí estarás a gusto, que allí puedes ser uno más sin tener que andar dando explicaciones y sin tener que ver cómo gritan, pegan o hacen llorar a sus hijos... y con el tiempo te das cuenta de que muchos no son como dicen ser. Crees que vas a encontrar a alguien que también ha cambiado su manera de ver la vida y te llevas un chasco al darte cuenta de que ni es tan respetuoso con los demás, ni lo es realmente con sus hijos. Quizás arrastramos tantas carencias de nuestra infancia como hijos que muchos siguen aún tratando de llenarlas, y ya se sabe, cuando sigues preocupado en el "recibir", es difícil dedicarse al "dar".

Fotos | Bring Back Words, Carly Lesser & Art Drauglis en Flickr En Bebés y más | La crianza natural, los consejos gratuitos y cómo evolucionan los padres que crían con apego (I) y (II), ¿Pero qué tiene que ver la crianza con apego con dar homeopatía, no vacunar y no dar leche?, Las ocho “B” de la crianza con apego

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      Yo no sé como crio. Le dí el pecho hasta los 19 meses que no quiso más. Siempre durmió sola pq juntos dormiamos fatal. Le encanta ir en su silla mirándolo todo. La cojo en brazos siempre que quiere y cuando no quiere tb... Y la achucho mucho. Va a la guardería un par de horas pq soy eventual de una empresa y nunca se cuando voy a trabajar o cuando no, y para que no pierda la costumbre va dos horitas por las mañanas. Supongo que no entro en el club de la crianza con apego... Tantas etiquetas, tantas reglas de como se debe criar, al final ninguno de los tipos de crianza te dice: "Haz lo que creas que debes hacer, lo que te haga sentir bien, tienes que ser feliz y estar descansada para ser una buena madre, no te agobies con lo que deberías hacer, eso son todo tonterias" Una pena la verdad... Al final todo es lo mismo: "Esto está bien, eso está mal"

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    • Avatar de ironita Respondiendo a ironita
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      Yo me siento como ironita, tampoco sé como crío. Tengo un bebe de 5 meses y durante varios años leí este blog y otros parecidos, y me hice mi composición de lugar de la "crianza con apego", pero luego resultó todo al revés. Y eso me llevó a una depresión post parto que todavía dura.

      No le pude dar el pecho, duerme muy bien en su cuna, pero si hace falta duerme con nosotros, tengo fular, mochila y carrito y los voy alternando según viene mejor, toma leche a demanda y estamos empezando con el baby led weaning, no va a guardería de momento y le cojo todo lo que mis maltrechas muñecas me permiten.

      Recientemente una amiga ha anunciado que esta embarazada, y después de mucho pensar, para darle los mejores consejos y contarle mi historia, he decidido que lo mejor es que ella disfrute de su maternidad por que será diferente a las demás, que cuando tenga dudas pregunte y que no lea demasiado.

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    • Avatar de calistaalvir Respondiendo a calistaalvir
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      yo no pude dar el pecho, mi hija fue prematura y no me lo cogio, no por eso no se puede vincular madre-padre e hij@ pues el hecho de darle el biberón (yo me sacaba la leche), acariciarle la carita, mirarle a los hojos es igual de bonito y conecta igual. Una persona que da el pecho incluso puede estar menos vinculado con el bebé, puesto que si no tiene la complicidad de una mirada, el sentarse a dar el pecho solo dedicandose a ello o el no dar calor de unos mimos es tan perjudicial como el no dar el pecho sin estas implicaciones. Seguramente seré criticada porque ¡DIOS MIO, QUE HA DICHO! pero mi hija y yo tenemos un fuerte vínculo, pero es que gracias a esto mi hija y su padre tienen ese vínculo. la crianza con apego no es el no soltar a nuestro bebé, sino el darle la confianza en si mismo a pesar de no estar en la misma habitación. Esto es un apego seguro.

    • Avatar de calistaalvir Respondiendo a calistaalvir

      Jo Calistalvir, qué mal me sabe... en cierto modo me siento responsable.

      No sé cómo fue todo, pero puedes estar bien tranquila. A mí me parece que lo hace genial, pero no por lo que dices que haces, sino porque demuestras que tu hijo es importante para ti, porque te estás informando, porque estás tratando de hacer lo que consideras mejor.

      Como he dicho, todo se reduce a "tratar a tu hijo como querrías que te hubieran tratado a ti". No hay más. No hace falta martirizarse por no haber podido dar el pecho, ni porque tu hijo duerma bien solo (faltaría más), ni porque cuando le des trozos de comida te des cuenta de que los escupe y prefiere triturado (esto ya no sé, pero a mí me pasó...).

    • Avatar de ironita Respondiendo a ironita

      No, si en el fondo tienes razón... yo siempre intento resumir que la mejor manera de criar a un niño (se llame como se llame, con apego, con respeto, natural,...) es respetando, siendo empático.
      Según lo que cuentas veo mucho respeto por las necesidades de tu hija, y veo necesidades de la familia que deben seguirse... vamos, que podrías entrar en el club, pero es que tampoco hace falta.

      Yo por ejemplo llevo a mis hijos al cole. Pues bien, mucha gente podría considerar que ya no respeto a mis hijos por ello, y no les quitaría la razón del todo porque es una de las cosas que peor he llevado, el verles entrar poco convencidos, tristes, apagados y el ver que luego en casa sueltan la rabia contenida. Sin embargo, no veo por ahora otra solución (aparte que ambos van mejor al cole que al principio), porque para ser homeschooler tienes que poder y tienes que saber, y estar dispuesto a muchas otras cosas.

      Como he dicho en la entrada, fui a un evento de homeschoolers y, sinceramente, los niños me parecieron tan niños como los demás. Uno le pisó la mano a una niña porque sí (madres desaparecidas), otro pidió jugar con otros niños y le dijeron que no, estando en el parque me cayó una señora piedra en el pie y al girarme vi a varios niños, ya mayorcitos, correr... aunque claro, esto no es lo que tendría que mirar, sino tratar de pensar cómo serían mis hijos si lo hiciéramos, y hoy por hoy no lo tengo claro.

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      Primero, gracias. Por tu valentía en exponer las propias carencias, que son las de muchos padres y madres que intentamos criar desde la observación y el respeto ("crianza consciente" lo llaman también, pero a mí me suena demasiado pomposa y hasta pelín técnica).

      Segundo, a los 3 y a los 6 caducan muchas crianzas. Sí, has dado en el clavo, quizás a tu pesar. Con el cole hemos topado... Porque si después de ir contracorriente con la lactancia prolongada, el colecho, los no castigos (¡ni siquiera los premios, ojú!), etc., llegan los 3 años de edad y mandas a la criatura al cole como si fuera norma obligatoria, te has colado ya en la corriente del café para todos. Si te esperas hasta los 6 de rigor, amén de que apechugues con la crítica y hasta el aislamiento del entorno, el café viene más tarde, pero viene igualmente, o más arrasador aún (pues mientras en Infantil se hace un poco la vista gorda, en Primaria los métodos se estandarizan sí o sí).

      Y si además lo mandas a un cole convencional (al que puedes, vaya, o al que toca, sin pensártelo más), un cole donde, por hache o por be, soportan largas horas entre cuatro paredes (3 años + solo 1/2 hora diaria de patio = aberración), con una educación dirigida y haciendo todos lo mismo porque el sistema no da para más, pues pasa eso: te diluyes en la corriente de la mayoría (y conste que a mí me joroba la excelencia de las minorías en lo relativo a educación; es más, ojalá primasen las llamadas escuelas libres o alternativas, que hoy por hoy es una utopía como la copa de un pino), y las diferencias externas que pudieran resistir desaparecen.

      No es un dilema cole versus homeschooling (o unschooling), Armando. Las escuelas por desgracia minoritarias donde SE SIGUE respetando al niño, sus ritmos y necesidades, donde prima lo personal sobre lo académico, son la opción que algunos escogemos como aliado para no perder el norte con las segundas nieblas. Y no es una opción fácil, te lo garantizo. Casi todos nos dejamos la piel en ello (la dermis, digo, aunque sí, también la otra, la de la cartera, jua).

      Y coincido contigo en que la incoherencia en el trato humano acaba delatándonos. El andar se demuestra andando, no diciendo a los cuatro vientos lo mucho o lo bien que se anda. ;)

      Abrazo,

      Raquel

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    • Avatar de raquel.rodrigueznava Respondiendo a raquel.rodrigueznava

      Uff, no me lo recuerdes... la mayoría de problemas en casa llegaron en el momento en que empezaron el colegio. Y eso que no hacemos más que hablar con profesores, directora y con el jefe de estudios reclamando lo que parece absurdo, que respeten a los niños, que ellos son los educadores, que ya está bien de gritos, castigos y malas palabras, que así podemos hacer de profe cualquiera.

      En fin, supongo que por eso intentamos cada año cambiarlos de colegio por uno que nos consta que es un poco más normal. Luego, como siempre, te puede pasar que a los niños les toque el ogro... terrible.

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    • Claro, os toca estar alerta y contrarrestar en lo posible todo el background dañino que supone la escuela. ¡Suerte!

    • Avatar de ironita Respondiendo a ironita

      Si, además que esas etiquetas nunca tienen en cuenta las circunstancias personales, me refiero a los extremos de ambos "bandos", no por supuesto a todo el mundo intermedio que al final es el más numeroso aunque quizá menos guerrero.

      Es decir, lo que va bien para mi, mi hijo y mis circunstancias no será igual que lo que le va bien al hijo de otro, al otro y sus circunstancias. Y aquí automáticamente los que encasillan (en el fondo gente criticona que si no criticase por eso ya criticaría por otra cosa) no consideran nada más, por ejemplo por un lado si no lo llevas a la guarde lo malcrias y no consideran el resto (que se lo puede permitir, que con su madre está genial, que aprende un montón porque le dedica "26 horas" al día... por ejemplo) y para el otro bando si lo llevas a la guardería mal asunto (aunque en tu caso la formula funcione genial, el niño se lo pase bien, tu estés bien y toda vuestra vida esté genial con la solución)... Pues hombre, dependerá del caso, las circunstancias, el tiempo, a que se dedica el tiempo, y sobre todo que es algo que nadie más debe valorar salvo cada familia con su caso concreto.

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      Guauuuuu... Fantásticas las reflexiones del artículo y de los comentarios. ¿Qué pasa con el apego cuando crecen los niños? Hablamos de niños propiamente dichos, pero... y cuando pasan a la preadolescencia... y a la adolescencia? Sirve ahí la teoría? Nos veremos avocados entonces a los métodos que utilizaron nuestros padres con nosotros? Mi corazón desea que no, que tanto respeto y diálogo se traduzca entonces en actitudes diferentes a lo que veo en los adolescentes y jóvenes y algunas veces me horroriza.

      Me gustaría hacer hincapié en el concepto "lista de la compra" que ha salido en el artículo. Parece que si haces 4 o 5 cosas de la lista, crías con apego, y te puedes sentir "tranquila", porque lo estás haciendo "genial". Cuando seamos capaces de desplazar el foco de atención de nosotros mismos y lo bien o lo mal que lo hacemos y lo centremos en los pequeños, con todas las consecuencias que tiene, estaremos criando respetuosamente. Lo otro no es más que fachada.

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      Estoy pasando por una etapa en la que me he cuestionado esto de la crianza con apego, no como mamá sino desde otra perspectiva, por el trato que se le dan a los niños y que pasa cuando dejan de ser unos bebés y se deben enfrentar al mundo en la medida que sea, porque veo que muchas veces el respeto más que respeto se vuelve en un dejar hacer sin límites que luego repercuten de una forma u otra. He caído en cuenta de que se cría con respeto, el apego ahí estará bien o mal con o sin carreola con o sin fular, espero darme a entender. De este lado del mar (México) veo mucho dos filosofías en torno a la crianza con apego, personas que crian con apego -repeto- que respetan a todo el mundo, y otras que ven en su niño un semidios que todo lo puede y todo lo merece y no le ponen un límite, y si otro niño toca a su niño en común discusión infantil, el niño malo es el otro y "el mío es una pobre víctima" del otro niño al que no respetan. En fin. Creo que confundimos mucho lo de criar con respeto, con poner en un checklist una palomita a cosas totalmente materiales y arbitrarias como si lo cargas en fular o lo llevas en carreola, que si duermes con él que si no. El respeto va más allá, porque como yo digo: también no retarlos es una falta de respeto porque les estas viendo la cara de impotentes, el principio de una crianza respetuosa es una crianza sin violencia, no importa tanto si tienes cochecito o fular, es una crianza sin violencia, sin gritos a bebés que aprenden ir al baño, sin insultos a niños mayores que no pueden con las tareas del cole, en fin. Lo dice una niña muy amada que fue alimentada con biberón y no con pecho, y que dormía en su cunita sin ningún problema, y que fue a la escuela -aunque mis hijas no van y hacemos hs, pero nos llevó dos años tomar una decisión porque al principio la mayor iba feliz y contenta a la escuela-, con una mamá que empezó a exigir cuando sé dió cuenta que podía exigirle y cuya filosofía de vida es: si vas a hacer las cosas las vas a hacer bien, lo mejor que puedas, sin gritos, sin golpes, sin insultos me enseño como se hacen las cosas bien y a diferencia de muchos papás que crían con apego -de los que conozco- son una mamá exigente cuando se debe ser . El respeto no es solo para los niños o para los bebés, el respeto es también para tí como papá y te lo mereces, por eso puedo respetar el berrinche de una niño de tres o cuatro pero no el de un niño de 10 que en una tribu -tomando en cuenta que mucho de la crianza del apego tiene su fundamento en el continuum y en lo observado en las tribus- está más cerca de ser un adulto y de ser ayuda para la familia que de ser un bebé con la necesidad de ser contenido; creo que si abrazamos una filosofía de amor y respeto la vamos a llevar a todas partes y con todos, incluso vamos a ser comprensivos con esos papás que golpean y gritan y en vez de mandarlos al "infierno de los papás incompententes que no se preparan y que crían a la antigua" y pelearnos con ellos darnos la oportunidad de escucharlos y ofrecer una alternativa a sus problemas, incluye respetarte a tí mismo como padre y como ser humano y entender tus necesidades básicas, por eso entiendo a la perfección a los papás que enseñan a sus niños a dormir solos porque se les dan todo el día a sus hijos y quieren un poco de soledad y descanso, que a mí me ha pasado con dos hijas a las que a diferencia de su madre le ha gustado mucho dormir acompañadas los primeros años de su vida y cuando se han puesto muy grandes -en tamaño- para dormir con papá y mamá les hago una cama bonita y una amorosa rutina antes de dormir. El respeto va más allá, en casa solemos tener la casa ordenada porque tenemos amigos, amigos con bebés que gatean y que si se tragan un lego es un riesgo para su vida, porque tenemos abuelos que no ven bien y que cuando vienen de visita se pueden caer con un juguete, y porque a nadie le gusta llegar a una casa que huele feo, me he topado con mamás que respetan/aman tanto a sus hijos que los dejan hacer desorden cuando pueden ya recoger y cuya casa no quedan ganas de visitar y luego ellas te lo hacen ver y te sientes muy incomodo tratando de visitarles, en casa la regla es: "Nos gustan las visitas, las visitas merecen llegar a una casa limpia y ordenada" que eso del orden es algo que se discute mucho en la crianza/educación con respeto, por cierto me dí cuenta que no crío con respeto porque pongo consecuencias artificiales al desorden de mis hijas, porque las hago simplificar su vida y regalar sus juguetes, que tienen muchos muchos muchos, porque simplemente no pueden con tanto y mi casa es pequeña y no tengo bodega donde poner tanto juguete -que curiosamente otros les regalan-, que lo correcto era demostrarles que el orden es importante a través del ejemplo y de las consecuencias naturales -que la consecuencia natural es el accidente o que el amado juguete termine roto y sin posibilidad de reparación, y cosa curiosa toda la casa en orden excepto su habitación. Es que el respeto va más allá, el respeto es ver cuando el niño es capaz de asumir retos nuevos, es ver cuando puede ser independiente, incluso cuando lo piden a gritos, cuando preguntan cosas geniales -que me han dicho por ahí que les pregunte su opinión antes de responder para que se hagan su opinión personal y no asuman como verdad lo que yo les digo, y sigo sin entender porque, porque por algo me está preguntando y no se ha creado su opinión personal-, mi crianza con respeto más que de accesorios es de actitudes y de unas cuantas cosas: 1.-NO GOLPES 2.-NO GRITOS LLENOS DE IRA, NO INSULTOS. 3.-OBSERVACIÓN 4.-PREPARACIÓN DE MI PARTE 5.-SOY MAMÁ PAJÁRO: RETO Y HAGO NIÑOS INDEPENDIENTES.

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    • Avatar de flor.montante.7 Respondiendo a flor.montante.7

      Uff, menudo ladrillo te ha salido. Qué largo e intenso (hablo yo, que escribo posts interminables...).

      Vaya de antemano que estoy totalmente de acuerdo contigo. Criar con respeto, o con apego, es respetarles y enseñarles a respetar. Eso incluye hacerles ver que no son más que nadie, que forman parte de una sociedad donde viven libres, pero que no pueden ser más libres que los demás, no pueden molestar.

      Hay madres y padres, como dices, que creen que tienen que estar al servicio de sus hijos. Esto no es así, de hecho no es ni recomendable. Yo soy el padre de mis hijos, no su esclavo.

      En lo que respecta a la casa, pues a mí también me gusta que la respeten. Cuando han jugado (o después, y sobretodo si viene alguien), hay que recoger. O lo hacen ellos, o lo hacemos los padres o lo hacemos juntos, pero hay que hacerlo. Además, criar con apego no tiene por qué estar reñido con la limpieza ni el orden, ni con respetar a las visitas ni a las demás personas.

      Y no sigo porque repetiría lo que has dicho ;)

    • Avatar de flor.montante.7 Respondiendo a flor.montante.7

      7.-NO MENTIR

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      Me ha encantado el artículo Armando. Es cierto que se ve a mucha gente defendiendo este tipo de crianza con ataques hacia las otras formas, lo cual me parece que ha surgido en reacción a tanta crítica de parte de quienes no la comparten. Es como que la gente trata de validar su tipo de crianza atacando a quien lo hace distinto. Sin embargo yo me he dado cuenta de que la mejor forma de llevarla, y la que me produce más paz interior, es no hablar de la crianza con quienes se que me van a criticar (sobre todo por dormir con él, cargarlo mucho o darle toda la teta que quiera, aunque no tenga hambre). La crianza de mi hijo es cosa mia y de mi esposo, y mientras los dos estemos de acuerdo, pues entre nosotros se queda.

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    • Avatar de monica.zorotovic Respondiendo a monica.zorotovic
      interesante

      Amén. Al principio todo te parece una guerra. Saltas a la mínima... pero pronto uno se da cuenta de que hay más cosas en la vida y que mira, cada cual con sus hijos que lo haga como quiera. Me preocupan los hijos de los demás porque son los que compartirán espacio y tiempo con los míos, pero al final uno se da cuenta de que no puede criarlos a todos... lo hago lo mejor que puedo con los míos, y lo explico aquí por si a alguien le sirve. No puedo hacer más, ni lo pretendo.

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    • y yo te doy las gracias por compartirlo esta bien leerte y saber que no estoy loca ....

    • Me ha gustado mucho tu articulo. A nosotros nos costó mucho tener a nuestra hija así que lo hemos intentado hacer todo de libro. La he dado el pecho la he abrazado la cuento cuentos la canto vengo de trabajar la saco al parque .......bueno etc etc jijiiji. Me he dado cuenta que mi manera de criarla difiere con la de otras madres, unas les gritan, otros les insultan otras pasan de ellos.....Al principio me ponía malísima e intentaba alejarme de ellos, pero con el tiempo me di cuenta que si hacia esto me aislaba del mundo y aislaba a mi hija también, nadie es perfecto .Lo que he aprendido de todo esto es a respetar la manera de criar de los demás y a disfrutar de la mía, a darme cuenta que no soy perfecta que cometo muchos errores por cansancio, falta de tiempo etc pero que día a día intento dar todo mi amor a mi hija y sembrar un lugar en el que siempre pueda volver y sentirse segura pase el tiempo que pase.

    • interesante

      Me parece lúcido el darse cuenta que esto de la crianza con apego, como cualquier cosa en realidad puede usarse al servicio del ego y cuando esto es así, el adulto busca sentir satisfacción a través de lo que hace, se enfoca en el qué, en lugar de en el cómo. Solo desde ahí es como se buscan métodos y reglas para criar y esperando como resultado la perfección. La crianza, si así lo elegimos, es una divina oportunidad de observarnos como adultos, en honestidad (preferentemente con alegría), para conocer y comprender las necesidades que buscan satisfacción a través de nuestras acciones. una vez que nos vemos sin máscaras, podemos elegir la forma que mas nos apetezca para lograr sentir satisfacción en responsabilidad, esto es, sin depender de nadie mas para ello, especialmente dejando libres a los niños.

      Cuando criamos enfocados en tener consciencia de quienes somos y desde donde actuamos, podemos vernos y ver a los hijos sin confundirnos, de manera que al criar no necesitamos un libro ni un experto que nos guíe, pues no hay mayor guía ni mejor experto que el propio hijo y nuestro corazón en sintonía.

      Desde esta crianza no se consiguen resultados ideales ni "perfectos" porque no se necesitan de hecho ni se desean, se reconoce que muchos de los criterios que se usan para calificar una crianza como buena, no toman en cuenta en realidad a la totalidad del niño, sino a una parte de él, por ejemplo, la lactancia materna es el alimento ideal para los niños, pero si se da sin ganas, ello tiene una repercusión mayor en el niño que si se elige una formula sin culpa y en amor, y asi con cada situación, por ello una crianza asi no puede sostenerse con métodos ni lineamientos rígidos sino que se adapta y se mueve, evoluciona de la mano de los padres e hijos que se ven involucradas en la misma. Cuando nos observamos en honestidad y con el corazón en ello, podemos diferenciar lo verdaderamente importante y necesario y separarlo de lo aparentemente "adecuado".

    • interesante

      no entiendo porque siempre se criminaliza a las maldenominadas guarderias, pues los centros de educacion infantil no debemos verlos como una manera de "descansar" de nuestros hijos sino de complementar su formación. Antiguamente los niños se criaban en la calle jugando con los hermanos, prim@s y vecin@s. Ahora esa crianza es mucho mas complicada por diversos motivos -menor población infantil, la incorporación de la mujer al mundo laboral, las distancias entre familiares...- pero se brinda esa oportunidad mediante el aula, donde juegan, investigan, aprenden de manera controlada por una figura adulta "un papá o una mamá de día". No es el tipico garaje lleno de niños que solo se pegan porque no hay otra cosa de hacer, sino que está preparado para ellos y llevado por profesionales de la infancia y del aprendizaje. Por Favor, hay que recurrir a estos profesionales porque, al fin y al cabo tratan con 8, 13 o 20 niñas y niños al día y nos pueden aportar mucho a nuestros modelos educativos. quien sabe, podriamos tambien aprender los adultos...

    • interesante

      Me parece bien que defiendas tus principios frente a los que te critican (que para algo son tuyos), o que te sientas decepcionado por personas que dicen primero X y luego predican Y. Pero nunca hay una fórmula magistral ni hay que llegar a los extremos, sino que cada uno se adapta a lo que puede.

      Mi hijo se enganchó perfectamente al pecho y yo me sentí muy feliz. Pero si no se hubiera enganchado bien y hubiera tenido que darle biberón, pues también bien.

      Tras meditarlo mucho, decidí llevarlo a la guardería. Primero, porque no me quedaba más remedio: los abuelos ya tienen una edad y el trabajo no está para dejarlo. Además, a mi entender, lo que veo del general de niños que van a la guardería es que son bastante abiertos, y veía una oportunidad para mi niño de jugar y aprender que yo no puedo darle. ¿Me tengo que sentir mal por dejar a mi hijo en la guardería? Yo creo que no. Fuera de la guardería, trato de hacer todo teniéndole en cuenta a él (vamos, que no lo dejo con los abuelos a la mínima de cambio).

      Por empezar la guardería, tuve que empezar con el biberón y le costó. ¿Qué me dio pena? Sí, más cuando descubrimos que era alérgico a la proteína de la leche. ¿Qué no tuve remedio, a mi entender? También. Las tomas de casa le daba pecho hasta que empezamos con la alimentación complementaria y se redujeron, y empezó a cansarse él mismo. ¿Me tengo que sentir mal por ello? Creo que no.

      A mí me parece también mal que si alguien dice X tiene que predicar X y no Y, pero también me parece mal que me critiquen por tener que adaptarme a las circunstancias, aunque siempre buscando, dentro de esas circunstancias, lo que puede ser mejor para mi hijo... Y también para mí en cierta medida, porque a la larga yo tengo que estar medio-sana para cuidarle...

      Por lo demás, te doy la enhorabuena por haber sido fiel a tus principios (que ya me hubiera gustado a mí poder aplicar alguno).

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    • Avatar de patricia.martinpajar Respondiendo a patricia.martinpajar
      interesante

      Pero yo no te estoy criticando por lo que has hecho. Yo creo que lo mejor es que los bebés tomen leche materna, pero si mis hijos no hubieran podido tomar leche materna habrían tomado leche artificial, y no por ello cambiaría de opinión, seguiría pensando que lo mejor es la leche materna.

      Si mi mujer no hubiera podido dejar de trabajar los niños habrían ido a la guardería y no por ello cambiaría mi modo de pensar. Seguiría pensando que donde mejor están es en casa, pero que por las circunstancias no puede ser.

      Y no me sentiría mal por ello, porque hay mil realidades distintas (o más) y cada padre y madre hace lo que cree mejor para todos y lo que puede.

      Yo lo que hablo es de los que dicen X y acaban haciendo Y cuando no hay motivo de peso para ello. Tanto tiempo diciendo X, tanta defensa de ello, y resulta que acaban en Y cuando podrían seguir haciendo X, simplemente porque se han cansado, se han agobiado o porque prefieren dedicar sus energías en otras cosas... señal de que la X, como se ha dicho más arriba, era una fachada, algo que no has interiorizado, algo que no forma parte de tu manera de ser, sino que lo has hecho porque te han dicho que así una buena madre.

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    • Perdona Armando si fui antes un poco brusca. Creo que te has expresado muy bien en el artículo sobre lo que querías expresar, y ahora en frío veo que no debía haberme sentido atacada por él. Es que a veces sí te sientes un poco atacada por comentarios de otra gente, como si lo suyo fuera lo único verdaderamente correcto y si no lo haces parece que eres una persona horrible. Los extremos nunca me han gustado... Pero en tu caso no ha sido así, perdona.

    • interesante

      Armando,
      Gracias.
      Has abierto POR FIN el debate que tant@s esperábamos.
      Desde que empecé a informarme sobre (p)maternidad, he tenido la impresión de que se transformaban lo que debían ser unos consejos, experiencias y truquillos, en mandamientos (bastante rìgidos a veces), creando un poco la sensación de “conmigo o contra mi” y culpabilizando aquel que no los siguiera o los cuestionara, convirtiendo la “crianza con apego” en una pseudoreligión.
      Y este blog es de los màs, digamos, “tolerantes” con el infiel! (de los Profetas Jové o Gonzàlez no voy a hablar).
      Por seguir expresándolo en esos términos pienso que en “propagar la Buena Nueva” he encontrado demasiada radicalidad y una demonización del “contrario” (con Satàn incluido: el Dr. Estivill!)
      Desde entonces he visto de todo y no podría decir qué métodos son mejores o peores, porque he visto tantas parejas y personas “con apego” (no me gusta el nombre) criando hij@s detestables, como parejas y personas siguiendo métodos, digamos, “opuestos” (empezando por acostumbrar a dormir según el método innombrable) criando hij@s maravillosos y sin atisbos de traumas.
      Así que supongo que, como se suele decir, “cada niño es un mundo” pero sobre todo, cuando las personas que los crían son medianamente educadas, y “buenas personas”, las posibilidades de éxito son altas con cualquier “método”.
      Quiero pensar que este post y los relacionados es un conato de “mea culpa” por haber transmitido, directa o indirectamente, un mensaje que en el fondo es muy bueno y positivo (dar la posibilidad de conocer “otras” visiones, métodos, trucos, puntos de vista…) de una manera demasiado sectaria, y sí, digámoslo abiertamente, quizás causando otros traumas, depresiones post-parto, y muchos desencuentros de pareja, esta vez en (p)madres que no podían o querían llevar a cabo, por mil motivos, un parto natural, una lactancia materna demanda, un colecho…etc.
      Si es así, enhorabuena! A partir de ahora seguiré el blog con más ahínco!

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    • Avatar de brumam Respondiendo a brumam

      Uff! No sé si no me has entendido bien o no me he sabido explicar. Te voy a citar para ir respondiendo en orden, espero que no te importe:

      "Has abierto POR FIN el debate que tant@s esperábamos.
      Desde que empecé a informarme sobre (p)maternidad, he tenido la impresión de que se transformaban lo que debían ser unos consejos, experiencias y truquillos, en mandamientos (bastante rìgidos a veces), creando un poco la sensación de “conmigo o contra mi” y culpabilizando aquel que no los siguiera o los cuestionara, convirtiendo la “crianza con apego” en una pseudoreligión.
      Y este blog es de los màs, digamos, “tolerantes” con el infiel! (de los Profetas Jové o Gonzàlez no voy a hablar)."

      Tolerantes lo somos, o lo intentamos, porque podemos estar de acuerdo o no, pero lo primero es el respeto. Con respeto se puede decir todo. Pseudoreligión, no sé, a mí lo que me interesa es el bienestar de los bebés y los niños, que se les respete y que se les trate bien. Hasta la fecha Jové y González han escrito cosas, a mi parecer, muy acertadas en este sentido.

      "Por seguir expresándolo en esos términos pienso que en “propagar la Buena Nueva” he encontrado demasiada radicalidad y una demonización del “contrario” (con Satàn incluido: el Dr. Estivill!)"

      Pues no lo sé, como en todo, habrá gente más radical y gente menos radical. Yo he recibido mucha radicalidad en contra cuando he dicho que mis hijos dormían conmigo, en plan "No, no, no, sácalos pero ya" o cuando he dicho que siguen mamando con 2 años "pero si eso ya no alimenta, tu mujer debería dejar de dar el pecho para que tome leche" e incluso por no llevarlos a la guarde "no sabes lo que estás haciendo...". Pero esta es mi película y cada cual tiene la suya, claro.

      "Desde entonces he visto de todo y no podría decir qué métodos son mejores o peores, porque he visto tantas parejas y personas “con apego” (no me gusta el nombre) criando hij@s detestables, como parejas y personas siguiendo métodos, digamos, “opuestos” (empezando por acostumbrar a dormir según el método innombrable) criando hij@s maravillosos y sin atisbos de traumas."

      Y yo he visto también lo contrario, niños maravillosos hijos de padres pacientes y dialogantes e hijos insoportables con padres irrespetuosos. De hecho, me parece más lógica esta ecuación que la que propones, aunque no dudo que, de los que hablas, también habrá.

      "Así que supongo que, como se suele decir, “cada niño es un mundo” pero sobre todo, cuando las personas que los crían son medianamente educadas, y “buenas personas”, las posibilidades de éxito son altas con cualquier “método”.

      De acuerdo, aunque, por qué no, mejor haciéndolo mediante el diálogo y el respeto. Se puede educar sin gritos, sin cachetes y sin castigos... y a mi modo de ver es más agradable y te deja una conciencia más tranquila.

      Quiero pensar que este post y los relacionados es un conato de “mea culpa” por haber transmitido, directa o indirectamente, un mensaje que en el fondo es muy bueno y positivo (dar la posibilidad de conocer “otras” visiones, métodos, trucos, puntos de vista…) de una manera demasiado sectaria, y sí, digámoslo abiertamente, quizás causando otros traumas, depresiones post-parto, y muchos desencuentros de pareja, esta vez en (p)madres que no podían o querían llevar a cabo, por mil motivos, un parto natural, una lactancia materna demanda, un colecho…etc.

      Pues no, no es un mea culpa, es un "hay gente que creía que criar con respeto o con apego era hacer cuatro o cinco cosas y que luego, al dejar de hacerlas, no se diferencian demasiado de los demás (y en consecuencia ya no respetan tanto a sus hijos).
      Yo no sé si con mis artículos he provocado todo lo que comentas, para nada es mi intención. Sólo intento hacer que los adultos seamos menos egoístas y que pensemos un poco más en los niños, porque alguna vez lo fuimos y porque en el futuro ellos serán los adultos del mañana. Por eso hablo de respeto, por eso hablo de lactancia (por su salud), por eso hablo de colecho (si es lo que necesitan, que suele ser lo que quieren la mayoría de bebés) y por eso hablo de parto normal (porque es mejor para la madre, para el bebé y para la relación de ambos).

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    • Respondo yo de la misma manera, Armando.
      Vaya por delante que hago un poco de abogado del diablo, que estamos más de acuerdo de lo que podría parecer, pero me parece importante puntualizar.

      "Tolerantes lo somos, o lo intentamos, porque podemos estar de acuerdo o no, pero lo primero es el respeto..."

      Tù mismo, respondiendo a un comentario en este post dices "en cierto modo me siento responsable". Yo no digo que lo seas, y perdona que te meta en el saco, pero desde este nuestro "bando" (con el que insisto, yo estoy de acuerdo en muchas cosas) se "ataca" a quién no sigue estos consejos: "El Método Estivil es "MALTRATO", las guarderías son "egoìsmo". Yo critico sobre todo las formas. El texto de Jové, en el que, para introducir la crìtica a Estivill utiliza la noticia de la niña que lloraba y era porque su tío, que vivía con ellos, abusaba de ella, y los padres no iban a ver lo que pasaba" es una homenaje al chantaje emocional y al terrorismo psicológico. Y mejor no seguir hablando de ese libro...Hay una responsabilidad cuando uno se convierte en famoso (y se forra, imagino) a base de esto.

      "Pues no lo sé, como en todo, habrá gente más radical y gente menos radical. Yo he recibido mucha radicalidad en contra cuando he dicho que mis hijos dormían conmigo, en plan "No, no, no, sácalos pero ya" ..."

      Insisto, la palabra más utilizada en la mayorìa de los blogs que yo he encontrado defendiendo "el apego" es MALTRATO, si no se comulga. Una cosa es que la gente te dé consejos u opine como si fueran "masterparents" y otra que te acusen de maltratador, egoísta y cruel. Desde luego, yo he visto màs radicalidad en este frente. Cuando la gente te "aconseja" en otro sentido, no creo que esté dudando de tu buena intención, aun no estando de acuerdo. Y en cambio, como tú mismo dices muchas veces, no seguir la "crianza con apego" (brrr!) es "egoísmo". Algo falla.

      "Y yo he visto también lo contrario, ...."

      Sì, sì, y yo también. Pero no siempre se cumple, con lo que al proponer un "método" no se puede pontificar. En mi opiniòn, se ofrecen estas medidas, y quien lo quiera probar, que lo pruebe, y dentro de estos, a quien le funcione, pues mira qué suerte. Punto. Y no intentemos venderlo como método científico, porque no lo es.

      "De acuerdo, aunque, por qué no, mejor haciéndolo mediante el diálogo y el respeto. Se puede educar sin gritos, sin cachetes y sin castigos... y a mi modo de ver es más agradable y te deja una conciencia más tranquila."

      Por supuesto, no es que yo defienda gritos, cachetes y castigos. No se trata de ser maniqueos. Todo tiene su gris, y un grito puede estar cerca de un "NO" tajante, (que a veces, se puede usar), un cachete puede estar cerca de un miniazote en un pañal (que a veces, se puede usar), y en cuanto a los castigos...la vida es un sincesar de situaciones (también para los adultos) de "si (no) haces esto, tendràs que...". Por supuesto, todo esto en un marco de sentido comùn (sea lo que sea eso). El hecho de no tener estas cosas en cuenta en los consejos desde la crianza con apego, por miedo a que a la gente "se le vaya la mano" no es criar con respeto a los niños, sino tratar a (p)madres adultos como si fueran niños.

      "Pues no, no es un mea culpa, ...."

      Ya, me lo temìa, jajajaja. Pero quieras o no, por fin, la gente en estos comentarios está hablando sinceramente de que no todo es blanco o negro. Y yo creo que a much@s les está sirviendo de buena terapia. Y a vosotros, editores, seguro que os está sirviendo también de mucho.

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    • Avatar de brumam Respondiendo a brumam

      Pues claro que sirve, si escribo esto es porque llevo siete años ya "de padre" y porque he evolucionado en muchos aspectos, tanto como padre, como marido e incluso como editor. Si escribo esto es porque, sin estar de acuerdo y pese a que sigo pensando igual en muchas cosas, o en todo, porque sigo creyendo que, si se hace bien, tienes todas las de ganar (y ya no por hacerlo para conseguir algo, sino que es que es así como siento que tengo que hacerlo). Y con hacerlo bien me refiero a decir un NO tajante cuando hace falta, que a veces hay gente que se confunde y cree que criar con apego es decirle al niño que SÍ a todo y dejarle hacer y deshacer en casa. El tema está en saber cuándo decir NO, no andar diciéndolo todo el día, porque si no pierde sentido.

      El tema de calistaalvir, a quien le dije que me sentía un poco responsable es porque ha comentado muchas veces en muchos posts y le he contestado también en muchos posts, y me sabe muy mal que lo esté pasando mal por la confianza que depositó en nuestras palabras.

      De igual modo hay mucha gente que escribe agradeciendo mil veces lo que escribimos, y lo que les ayudamos (a veces vía mail, de manera privada).

      Entiendo que a veces podemos parecer extremistas, o tirar de blancos y negros. Es difícil, estamos escribiendo delante de una pantalla, y aquí no obra el mismo filtro que todos tenemos cuando hablamos en público, mirando a los ojos de la gente. Digamos que si nos tuviéramos todos los unos a los otros delante hablaríamos con más tacto y tiento, y quizás las palabras no se verían tan punzantes. En cualquier caso, no creo que sea yo una persona de azotar fuertemente contra nada. He aprendido a dar mi opinión tranquilamente, con respeto, diciendo lo que creo que es mejor para los bebés.

      ¿Maltrato? Todo depende de los ojos que lo miran. Si al niño que recibe según qué le parece que le están tratando mal, quizás si lo sea... entiendo que el significado de maltrato parece exagerado, pero pegar a un niño en el pañal a mí me parece tratarlo mal. Puede ser un error, puede ser un calentón y se le puede luego pedir perdón, porque probablemente al niño no le haga ninguna gracia ser tratado de ese modo, ser mal tratado.

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    • Por eso creo que habría que poner más atención en no enfrentar ni radicalizar las opiniones tan alegremente.
      Sobre todo ante un primer embarazo hay muchas dudas, y mucho miedo.
      Orientar está muy bien, pero no adoctrinar.
      Hablo sobre todo de la Maternidad (en este caso dejo la P aparte) y el riesgo de crear traumas innecesarios cuando una madre al final no puede seguir su "plan". He visto duras situaciones porque al final "no lo conseguì, no aguanté, fue cesárea" o "lloré y lloré intentando que se enganchara al pecho, y al final, no lo conseguì, le tuve que dar biberón", etc, etc...Se carga mucha responsabilidad en la neo-madre, y muchas veces no depende de ella y mucho menos debería ser vivido como una "culpa"...Opino lo mismo en el caso una persona, o pareja "al borde del ataque de nervios" decide que lo ha probado todo antes de Estivill. (Y no ha sido mi caso, no me autojustifico).
      Este blog me parece bueno por eso, porque intenta un tono más amable (que otros no). Pero aún así, a veces cae en la misma trampa...
      En cuanto a la cuestión "tratar mal" vs "maltratar" no estamos de acuerdo. Creo que el concepto de "tratar mal" es más relativo y se puede "justificar", pero sobre la acepción de "maltrato" creo que hay más consenso y denota una mala intención. Y por eso la utilizan los más radicales. Para enfatizar, y atacar. Y creo que esto tiene su origen en ese "adoctrinamiento"del que hablo.

    • interesante

      A mi es que lo que no me gusta tanto es poner etiquetas, porque ocurre algo así como que se crean "bandos", yo creo que lo importante es hacer lo que uno hace pensando en sus hijos, por supuesto nos podemos equivocar y hay que reconocer errores para intentar evitarlos sin martirizarnos. Quiero decir con esto, como bien dices hay gente que hace las cosas por moda, parece que hay que cumplir una serie de items que si no los cumples sales de no se qué club, en vez de hacer las cosas porque crees que son lo correcto.

    • Esto es lo que puede ocurrir cuando se sube a un carro por moda o por buscar la manera de diferenciarse del resto, que se puede mantener una temporada hasta que aflora el verdadero yo. Se adopta lo visible pero falta la esencia.

    • Bravo, bravo y bravo!! Magnífico artículo para reflexionar y fabulosos comentarios de la gente. Si al final se trata de empatizar y no hacer lo que no te gusta que hagan, pero lo sé, lo estoy viviendo, y es duro, muy duro. La (p)maternidad es un cambio radical en la vida y el cansancio, la lucha diaria, el nivel de paciencia y contención influyen y depende de lo que te dejes influir. Ánimo a todos los padres, hay momentos malos aunque los buenos los superan.

    • Estupendo artículo, estupenda frase: "Quizás es porque no se han dado cuenta de que lo de criar con apego no es hacer una serie de cosas y ya está, no es marcar la lista de la compra (yo colecho, yo amamanto, yo porteo… sí, ya crío con apego), sino que es una filosofía de vida, es tratar a los demás como quieres que te traten y es respetar para poder luego exigir respeto, algo que debes hacer con los adultos y con los niños, con tu hijo, pero también con el resto de la sociedad." Lo comparto. Gracias!

    • Brillante!!
      De 10 y para reflexionar!

    • Me ha encantado. La cosa está claramente definida cuando se limita a teta, sueño y abrazos, a un bebé que al colmarle de atenciones se calma y te deja a rebosar de amor y la sensación de haberlo llevado bien. Entonces se abren muchos más frentes y, con lo que sabíamos, nos quedamos cort@s. Hay que seguir creciendo y los caminos más respetuosos no son necesariamente los más fáciles o, como dices, implican aún mucho cuestionamiento social...
      Ánimo a todos quienes seguimos intentando hacerlo lo mejor posible!

    • Jo, esto es un toque de atención completamente, por lo menos para mi. Mi idea de crianza ideal es la crianza con apego. Pero me veo perfectamente dentro de unos años tal y como relatas. Mi pequeño tiene 5 meses, es mi primer hijo. Espero que no me pase eso. Como dices, es muy fácil dejarse llevar por la educación recibida y la experiencia, en vez de por lo que crees. Espero que con el tiempo, se vaya haciendo más normal y poder criar a mi hijo, y futuros hijos, con todo el respeto. Ser capaz de aprender de mis errores y de los errores de los demás. Espero.

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    • Avatar de pfdezpacheco Respondiendo a pfdezpacheco

      Bueno, meterás la pata más de una vez como yo la he metido, por lo que decimos, por los automatismos, por la educación recibida. Ahora bien, si lo interiorizas, si decides que eso de respetar es válido como filosofía de vida, al final es todo más fácil, porque no es algo que debes forzar, sino que eres tú.

    • Muy complicado lo que cuentas... Yo creo que me està pasando èsto,se me esta caducando el criar con apego. Quiero a mi hija con locura,pero no consigo respetar a los demas,ni a mi misma a veces,no tengo energia suficiente para jugar con ella todo el dia,no consigo ser como me gustaria que ella me viera. Es muy complicado cumplir al 100% cuando hemos recibido tan poco nosotros mismos en nuestra infancia,aunque seamos conscientes de nuestras carencias es una lucha agotadora contra ti mismo y ya no digamos contra los demàs. Yo desde luego estoy por tirar la toalla,los del"bando contrario"parecen tener menos quebraderos de coco,pero por mi hija no me rendirè.

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    • Avatar de mamididi Respondiendo a MamiDidi

      Bueno, ten en cuenta una cosa, debes respetar a quien merece ser respetado. Cuando una persona te insulta o se mete donde no le llaman, tienes todo el derecho a defenderte y exigir respeto. Respetar no significa dejar que todo el mundo te diga o haga contigo lo que le de la gana, sino vivir y dejar vivir, básicamente.

      Cierto, es una lucha constante. Cierto, se es más feliz en la ignorancia y dejándote llevar por la persona que lograron que fueras. Pero cierto también que, aunque duro, parece más estimulante y sientes que tienes mayor control sobre tu vida cuando decides coger las riendas del asunto. Ánimo y paciencia.

    • Yo sí sé como crío a mis hijos....Cuando estaba embarazada de Hugo, mi hijo de casi 4 años no leí nada, no me informé sobre nada, ni idea de a lo que se conoce como crianza con apego, no me planteé dar biberón o pecho, simplemente lo hice, simplemente miraría como mi madre lo hizo con nosotras tres.....cuando nació, todo cambió, mi instinto surgió cuál loba, yo misma ni me reconocí, di el pecho hasta los 32 meses, me lo pude combinar con papá y ha empezado el colegio (cosa que tampoco me ha hecho mucha gracia pero él encantado, la verdad), ha dormido con nosotros a veces sí a veces no, lo he porteado.....Despúes vino Leo, 9 meses, vive cuál koalita conmigo, mama a demanda pese a los problemas de frenillo y demás que hemos tenido, no ha ido a la guardería y espero poder evitarlo....no me gusta regañar ni pegar, simplemente porque no me nace, también es cierto que no todo es perfecto, rabietas tiene y las gestiono como puedo, espero que pasen y poco más.....oiré aquello de que no está bien, de las malas costumbres, me da igual, mis hijos viven conmigo, nadie está aquí con sus despertares intempestivos, sus fiebres altas, la necesidad de estar cerca de mamá en todo momento así que nadie tiene derecho a decirme cómo lo he de hacer.....igual que (aunque alguna vez lo hice pensando en que les iría bien) he aprendido a no opinar si no me lo piden....Lo estoy haciendo bien?? No lo sé, sólo hago lo que me dicta el corazón y a veces algo de cabeza :) intentando respetarles en todo momento....

    • Muy bueno el artículo. Yo no he criado con apego en sentido literal, es decir, poniendo esos ticks en lo que hago y no hago, pero lo hemos intentado hacer de la mejor manera que podemos, intentando respetarnos unos a otros. Y es verdad, si no haces lo que aparece en la lista, ya te sales de grupo de la maternidad guay. ¿Y cuándo crecen? Como dices, ya no hay una lista preestablecida de lo que te defina como "con apego" , tiene que ser algo que se lleve interiorizado y que se vea a simple vista. Espero que esa semillita que estamos plantando en nuestras niñas de 3 y 5 se siga viendo.

    • Amén!
      Solo difiero -que no discrepo- en que solo he "intentado" estar en un grupo y dejé de estar cómoda cuando me reincorporé al trabajo después del permiso y una pequeña excedencia. Así que no he asistido apenas a reuniones y ni mucho menos seminarios... no. Tampoco lo necesitamos, criamos como queremos y como nos parece conveniente y del mismo modo que no tenemos que dar explicaciones, no tenemos que adoctrinar ni ser adoctrinados. ¿Que mi modo de criar se puede entender como "crianza natural"? Fenomenal. Pero si mañana cambia la definición, no cambiaré mi modo de criar, me saldré de la definición y listos.
      Un saludo y felicidades por vuestra crianza.

    • Hola!Yo todavía doy el pecho a mi hija de dos años y medio y a la primera se lo di hasta los 3, es algo que yo he decidido,igual que colechar o criar desde el respeto,es lo que yo he elegido porque me gusta pero entiendo que otra mucha gente por otros muchos motivos defienda y viva otras maneras de educar a sus hijos. Yo creo que todos los padres intentamos hacerlo lo mejor que podemos y lo importante es ver que nuestros hijos son felices. En mi círculo de amistades, casi nadie amamanta más de seis meses ni colecha como algo habitual, pero eso a mi no me ha influido a la hora de disfrutar o convivir con mis amigos y sus hijos. Nos respetamos, y convivimos perfectamente porque la base, el objetivo de unos y otros es el mismo: disfrutar de nuestros hijos. Y si vamos a cenar, si vamos al parque, si pasamos el verano juntos, todo es muy fácil, no veo el problema, ellos lo siguen haciendo a su manera y nosotros a la nuestra y nos respetamos.Y disfrutamos porque nuestros hijos se lo pasan pipa, juegan juntos, se ríen y eso es lo que nos hace felices. Igual que uno respeta el pensamiento político, religioso, el gusto estético,las maneras de criar pueden convivir. Algún choque puede haber pero como en cualquier convivencia. Y también desde mi experiencia, me doy cuenta de que todo depende del niño, el es el que te pide lo que necesita, mi hija mayor siempre ha entendido todo muy bien sin necesidad de premios, castigos, etc, pero mi hija pequeña es muy, muy, muy cabezota y no aplico la forma de educar que me gustaría porque con ella no funciona. Lo que si que defiendo si me preguntan es la no violencia. Creo que lo principal en la educación es el ejemplo, y no puedo pedir a mi hijo que no pegue si yo soluciono las cosas así. No se, creo que al final, cada niño te marca sus ritmos, sus necesidades y la crianza no se acaba con la lactancia, ni con el colecho, nuestros hijos son hijos nuestros para siempre.Y para mi la clave está en disfrutarlos en todas las etapas de su vida, con las alegrías y los disgustos y conseguir que ellos se sientan especiales como hijos y nosotros como sus padres,disfrutar de estar juntos, de jugar, de hablar...Besotes

    • Os leo a menudo y comparto vuestra filosofía, pero como profesional de la enseñanza discrepo en vuestra opinión sobre la escuela, todavía quedamos docentes que nos volcamos en nuestro trabajo y nos implicamos emocionalmente con nuestros alumnos/as, los queremos, los respetamos, los guiamos, sufrimos con ellos, nos alegramos, jugamos y somos felices, hay que abrir los ojos, la escuela no es como cuando fuimos nosotras hace 20 años, ahora es un lugar plural,de respeto, cariño, amor y alegría, es una barbaridad defender que un niño no vaya a la escuela. Cuando digo escuela me refiero a la educación infantil a partir de los tres años, no hablo de la guardería de la cual no soy partidaria debido a la poca madurez del bebé.
      No estoy de acuerdo en el comentario que llama ogros a los maestros porque generaliza innecesariamente, puede haber tenido una mala experiencia pero no es justo meternos a todos en el mismo saco.

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    • Avatar de loliches Respondiendo a loliches

      Y me alegro muchísimo de que haya profesionales que sean así, pero aún hay muchos, yo diría que una mayoría, que aún siendo mejores que los de hace 20 años, tienen mucho que aprender, no en cuestión de materias, sino en cuestión de educación emocional.
      Los profesores enseñan y educan. No puede ser que unos educadores hagan uso del grito, la amenaza o el NO constante. Acaba cansando y no es productivo. No quiero generalizar, pero hasta la fecha he visto muchos fallos en la escuela.

    • Avatar de loliches Respondiendo a loliches

      Ves es lo malo de las etiquetas no todos los que creemos en la crianza natural somo homeschollers, algunos escolarizamos a nuestros hijos con la esperanza de que no nos toque un ogro como tu dices

      Y si pides respeto o no generalizar en según que comentarios decir que no escolarizar a un niño en una barbaridad creo que deberías aplicarte el cuento y ver que hay más formas que una de hacer y de ver las cosas (y repito yo si escolarizo a los mios )

    • Fantásticas reflexiones
      Es cierto que cuando son bebés, si consigues tachar todos los elementos de la lista te consideran/s lo más en esto de la crianza con apego, pero creo que es porque se confunden muchos términos.
      La crianza respetuosa, como bien dices, es una filosofía de vida a la que nunca debería llegarle esa fecha de caducidad, porque al fin y al cabo, ese barniz de respeto debería recubrir todas nuestras relaciones interpersonales, pero para muchas personas eso es muy difícil....

      Yo doy pecho a mi hija de 22 meses, porteo y duerme con nosotros muchas noches, pero ¿de qué serviría eso si luego la regañase a gritos, si luego la obligara a terminase el plato de comida, si luego la castigara por portarse mal o la premiara por portarse bien? ¿acaso la estaría respetando como persona? Ese es quizás el quiz de la cuestión, cuando son muy bebés prácticamente sólo tienes que ocuparte de satisfacer sus necesidades físicas, pero cuando crecen tienes que satisfacer también sus necesidades psicológicas, validad sentimientos, respetar sus preferencias dentro del orden familiar, poner límites en vez de prohibier... y es ahí donde es más fácil dejarse arrastrar por la corriente

      Para finalizar, ironita, calistaalvir, cecilia... para mí sí criais con apego, porque respetais a vuestros hijos, ¿qué tiene que ver no cumplir con todos esos supuestos requisitos? ¿acaso dan una medalla o premio por ser lo más en esto de la crianza natural? ¿acaso no es más importante ese vinculo de apego seguro que habeis conseguido que, por ejemplo, haber llevado o no a vuestro bebé en una mochila? (os lo dice una que "cumple" con la lista)

    • Primero me presento: Tengo un hijo de 14 meses, el lo más hermoso de mi vida, toma teta (pasó por un período de refuerzo de biberón pero ya pasó)come de todo, duerme con nosotros en la cama, es un bebé feliz, independiente, hiper mega sociable y todo el bendito día con una sonrisa en el rostro, lo cuidan sus abuelas las 5 horitas que estoy fuera trabajando pero a partir de los 3 añitos me planteo llevarlo a un jardín 3 horas por día (no van a poder cuidarlo más las abuelas todos los días)
      En algunas cosas de la nota estoy muy de acuerdo, en otras no tanto, pero lo principal es que quiero FELICITARTE POR EL MODO en el que escribís las notas, el respeto me parece maravilloso y algo que debería ser natural en las personas que practiquen crianza natural e irónicamente no lo es (como es el caso del foro de Crianza Natural, en el que si bien la idea es maravillosa, mucha gente que podría intentar practicar o siente ganas de practicar la CN sale ESPANTADA por algunos personajes que pululan por ahí que dan miedo - y es lo primero que sale en el buscador cuando alguien busca Crianza Natural, leí cada cosa que me espanté e indigné más de una vez y a las usuarias que no merecen el epíteto de talibanas, que son más abiertas de mente pero sin contradecir lo que podemos llamar principios de la CN,ese puñado de usuarias las maltrata de manera horrible, sin prisa y sin pausa, siempre disfrazado de bueno rollo, algo horrible de leer, tenía que decirlo!. Así que te vuelvo a felicitar y a seguirte leyendo, si tengo que recomendar a la gente para que sepan lo que es la crianza con respeto y apego, las derivo a acá! Mucha, mucha suerte :3

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    • Avatar de mamushka Respondiendo a mamushka

      Pues muchas gracias por el comentario. Lo hago con todo el cariño, con toda la dedicación, el respeto y tratando de explicar las cosas de manera sincera. En el foro de CN hay gente majísima y gente que juzga constantemente para imponer su estilo perfecto a más no poder, tanto que difícilmente sea cierto. Si sabes distinguir unas de otras tienes mucho que ganar. Si no te pueden volver loc@.

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