Es un error pensar que la etapa egocéntrica de los niños (con la aparición de comportamientos egocéntricos como dificultades para ponerse en el lugar del otro) empieza y acaba en la infancia. Lo cierto es que, en la adolescencia, los chicos y chicas también muestran este tipo de comportamientos.
Para los padres, entender y gestionar estos comportamientos es esencial para promover un desarrollo saludable y fortalecer la relación con sus hijos adolescentes. En este artículo exploramos cinco comportamientos egocéntricos comunes en los adolescentes y ofreceremos pautas para abordarlos.
La etapa egocéntrica en la adolescencia: cómo se manifiesta
El desarrollo psicológico de la adolescencia temprana se caracteriza por la existencia de egocentrismo, que disminuye progresivamente a medida que el adolescente madura, dando paso a un punto de vista sociocéntrico (propio de la adultez) que implica pensar en el grupo, más allá de en uno mismo. Así lo explica un artículo publicado en la Revista chilena de pediatría (2015).
Este egocentrismo se evidencia -entre otras cosas- a través de la existencia de un foco general en sí mismo y de los fenómenos a los que el psicólogo David Elkind llama la "audiencia imaginaria" (piensan que todos están pendientes de ellos) y la "fábula personal" (se sienten especiales, únicos e invencibles).
Así, el adolescente se encuentra muy centrado en su propia conducta, cambios corporales y apariencia física, y asume que los otros tienen perspectivas y valores idénticos a los suyos. Un ejemplo de pensamiento egocéntrico sería: "Es ridículo que mi profesora espere que yo haga todas esas tareas cuando tengo un campeonato este fin de semana".
Cinco comportamientos egocéntricos en la adolescencia
Estos comportamientos egocéntricos que comentamos son parte de la evolución natural del adolescente, y pueden variar en intensidad y duración de una persona a otra. Hablamos de cinco de ellos:
1. Buscan una independencia excesiva (o que no siempre es posible)
Uno de los comportamientos egocéntricos más notables en los adolescentes es su deseo de independencia. Los adolescentes a menudo se sienten atrapados entre la necesidad de autonomía y la dependencia de sus padres. Esto puede manifestarse en forma de resistencia a las reglas y normas familiares, así como en la búsqueda de libertades y decisiones propias.
Este deseo de independencia es una parte crucial de su desarrollo, ya que están aprendiendo a tomar decisiones y asumir responsabilidades. Sin embargo, a veces, este comportamiento puede ser excesivo y conducir a conflictos familiares.
- Cómo acompañar como padres
Para abordar este comportamiento, los padres pueden establecer límites claros y razonables, fomentar la comunicación abierta y escuchar las preocupaciones y opiniones de sus hijos. Esto les proporciona un sentido de control y autonomía dentro de límites seguros.
2. Les cuesta empatizar
La falta de empatía es otro comportamiento egocéntrico que a menudo se observa en los adolescentes. Pueden estar tan centrados en sus propias necesidades, deseos y preocupaciones, que a veces se vuelven insensibles a los sentimientos de los demás (o incluso, sienten que nadie les entiende).
Esto puede manifestarse en la falta de interés por los problemas de sus amigos, compañeros de clase o incluso de sus padres. Y no significa que sean inherentemente crueles o egoístas. Más bien, es una consecuencia natural de su proceso de desarrollo, ya que están ocupados explorando su propio mundo interno.
- Cómo acompañar como padres
Los padres pueden ayudar a fomentar la empatía en sus hijos adolescentes siendo ellos empáticos, alentando la reflexión sobre las emociones de los demás y proporcionando oportunidades para el servicio a la comunidad o el voluntariado, por ejemplo.
3. Pueden obsesionarse con la autoimagen y mostrar comportamientos narcisistas
Por otro lado, los adolescentes a menudo experimentan una fase de construcción de su propia identidad, que puede llevar a la aparición de un comportamiento narcisista.
Pueden estar obsesionados con su apariencia, su rendimiento en las redes sociales o su autoimagen. Esto puede llevar a una percepción exagerada de su importancia (la fábula personal ya descrita) y a una falta de consideración por las necesidades y opiniones de los demás.
- Cómo acompañar como padres
La idea es fomentar una autoestima positiva en ellos, ayudándoles a comprender que la valía no se basa en la apariencia o el éxito en las redes sociales, sino en la integridad, la bondad y la capacidad de relacionarse con los demás. Inculcar un sentido de humildad y empatía puede ayudar a contrarrestar el comportamiento egocéntrico asociado con el narcisismo.
4. Tienen actitudes desafiantes
Pueden desafiar las reglas y la autoridad, o cuestionar las reglas familiares y desafiar las expectativas de los padres, a menudo expresando desacuerdo de manera enérgica. Esto es parte de su búsqueda de independencia y autonomía.
- Cómo acompañar como padres
Para gestionar esta actitud desafiante, los padres pueden establecer límites claros y consecuencias lógicas para el incumplimiento de las reglas. Por ejemplo, "si llegas más tarde de X hora, mañana no podrás salir". Es importante recordar que el desafío no es necesariamente una expresión de falta de respeto, sino una manera de que los adolescentes exploren sus propios valores y límites.
Al proporcionar un espacio para el diálogo y la comunicación, los padres pueden ayudar a sus hijos a comprender y respetar las reglas, al tiempo que fomentan un sentido de responsabilidad.
5. Son impulsivos
Finalmente, los adolescentes (sin ánimo de generalizar) a menudo se centran en el presente y tienen dificultades para planificar a largo plazo (y esto tiene que ver con el egocentrismo también, ya que piensan más "en lo inmediato", en sus necesidades actuales).
Esto puede llevarles a decisiones impulsivas y a la falta de consideración de las consecuencias a largo plazo de sus acciones. Y es que, a menudo, no tienen una comprensión completa de cómo sus elecciones pueden afectar su futuro.
- Cómo acompañar como padres
En este caso, los padres pueden ayudar a sus hijos adolescentes a desarrollar habilidades de toma de decisiones y pensamiento crítico (animándoles a cuestionarse las cosas), así como fomentar la reflexión sobre las consecuencias de las acciones y ayudarles a establecer metas a corto y largo plazo (preguntándoles, por ejemplo, qué se plantean en los estudios, qué quieren estudiar...).
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