Cuando hablábamos de los hijos favoritos, ya apuntábamos algunas razones por las que se prefiere a un hijo respecto a otro u otros, y hoy queremos profundizar en esta compleja cuestión. Y es que el hecho de preferir a uno de los hijos puede ser explicado desde distintos puntos de vista.
Y sí, ya sé que muchos diréis que no queréis más a un hijo que a otro (yo también lo digo), pero desde el punto de vista biológico, psicológico y cultural no es tan extraño explicar este fenómeno de inclinaciones o preferencias, que parece más común de lo que podríamos pensar. Otra cosa es que se pueda generalizar.
No obstante, hay quien lo hace, y el autor de un famoso artículo publicado en la revista "Time" hace unos meses y titulado "Why Mom Liked You Best" ("Por qué a mamá le gustas más tú"), Jeffrey Kluger, también escritor del libro "El efecto de los hermanos", señala que “El 95% de los padres tiene un hijo preferido y el 5% restante, miente”.
El reportaje tiene el subtítulo de "La ciencia del favoritismo" y entre paréntesis en la misma portada se señala que "Por supuesto, ella jamás lo admitiría".
Para llegar a esta afirmación el periodista se basa en investigaciones que analizaron la dinámica familiar. Entre ellos, el trabajo de Catherine Conger, de la Universidad de California (Estados Unidos), quien tras visitar a unas 400 familias para conocer sus interacciones, concluyó que “el 65% de las madres y el 70% de los padres exhiben preferencia por uno de los hijos, usualmente el mayor”.
Pero vamos a adentrarnos en este apasionante mundo de las preferencias entre hermanos, no sin antes señalar que muchos autores insisten en que es más correcto hablar de afinidades, de cercanía, de inclinaciones hacia uno u otro hijo.
Factores psicológicos
El inconsciente tiene mucho que decir en nuestros favoritismos con los hijos (y con cualquiera). En este sentido, existen varios patrones distintos a la hora de inclinarnos por alguna persona, como adelantábamos en el post anterior sobre los hijos favoritos.
Dependerá de muchos factores que en unas familias se den unos u otros patrones, e incluso las preferencias pueden cambiar a lo largo del tiempo patrones distintos explicar los favoritos de dos progenitores de una misma familia. Algunos comportamientos que se repiten son:
Se "reparten" los hijos y el varón es el preferido de mamá mientras que las niñas son las favoritas de papá. Si los niños son más de las mamás y las niñas de los papás podría ser debido a que inconscientemente buscamos una versión "moldeable" de nuestra pareja. Uno no está satisfecho por completo con su pareja y encuentra un "modelo mejorado" del mismo en sus hijos. No obstante, en este caso también podría darse un mayor grado de exigencia con el hijo (cuando crecen) que podría hacer variar los favoritismos al producirse un posible rechazo de los hijos. De cualquier forma, que esta explicación no sería válida en el caso de dos hijos (o dos padres) del mismo sexo.
También puede darse el caso de vernos proyectados en alguno de nuestros hijos, el que se parece más a nosotros y en el que vemos una posible "versión mejorada" de nosotros mismos. Se trata de una especie de cercanía emocional que nos hace preferir a ese hijo. Si el otro hijo se parece más al otro progenitor, puede que veamos en él sus carencias, proyectemos los enfados, las tensiones, le restemos atenciones...
Además podríamos proyectar en el hijo favorito, no a nosotros o a nuestra pareja, sino a alguien que ya no está, a algún familiar ya fallecido (tíos o abuelos...) y que el progenitor quería mucho.
Pero también es posible que inconscientemente nos sintamos más preocupados por el hijo menos parecido a nosotros, porque buscamos entenderlo más, queremos gustarles más...
Hay hijos que llegan en un momento vital determinado para "llenar un vacío" (un familiar fallecido...), porque son los primeros en llegar o por el contrario costó mucho que llegar...
Frecuentemente es el hijo mayor el favorito porque es el hijo al que dedicas más dinero, recursos, atenciones... Entonces, cuando llega el segundo hijo, el primero sirve como un ejemplo de cómo son las cosas.
No obstante, el menor también tiene posibilidades de ser favorito, por una especie de compasión, para intentar equilibrar y porque el pequeño es el que más necesita a los padres (sobre todo a las madres y si los otros hijos son ya mayores) en ese momento.
Factores biológicos
Junto al inconsciente, la biología juega un papel importante en las relaciones paternofiliales. Estamos lejos de determinados comportamientos del reino animal que mata a las crías más débiles o enfermas. Pero tal vez la huella genética nos vuelca hacia los hijos que vemos más fuertes y capaces.
Se trataría de una estrategia que llevamos impresa en nuestros genes para sobrevivir. Cuando nuestros antepasados no podían mantener a todos sus descendientes, intinstivamente establecían una escala de preferencias, privilegiando al que creían que tenía más probabilidades de salir adelante (los varones por perpetuar la descendencia, pero también los más hábiles, fuertes, inteligentes...).
Según Kluger, el periodista especializado en temas de salud en "Time", del que hemos hablado en la introducción, los seres humanos están biológicamente programados para preferir un hijo sobre otro. Para él, “El acto narcisista de reproducirnos impulsa a los padres en favor del hijo mayor, el más saludable, el que tendrá más éxito reproductivo”.
No obstante, pienso que en este punto y en el caso de las personas tal vez podría darse el caso contrario, que nos inclinemos por el hijo más débil, el más vulnerable, el que consideremos que necesita más protección. Así lo asegura por ejemplo la psicoanalista norteamericana Ellen Libby, autora del libro "El hijo favorito":
Que un padre prefiera a un hijo es algo natural. Algunos eligen al más atlético o al que le va mejor en la escuela porque los hace sentir exitosos como padres. En cambio, otros eligen al menos virtuoso porque requiere más atención.
Factores culturales: los chicos, favoritos
¿En el caso de los seres humanos, los varones tienen ventaja? Tradicionalmente se ha preferido la descendencia masculina que perpetuara el apellido familiar. Muchas veces las hijas eran más una carga y al final acabarían en otras familias si aportar nada a la propia (y por desgracia esto no es ajeno a la actualidad en muchas culturas).
Hace unas décadas, sin ir muy lejos, en muchas familias se prefería dar oportunidades de estudio a los hijos antes que a las hijas. En la actualidad en familias con pocos recursos también puede darse este hecho.
Los factores culturales también están muy relacionados con los biológicos. Por ejemplo, tradicionalmente en las zonas rurales de China se mataba a la primera hija si era mujer porque estas no podían ayudar en el campo y todo el trabajo recaería sobre el padre. Después de que hubiera algún hijo varón ya se "aceptaban" las niñas.
En definitiva, se trata de factores de naturaleza muy distinta los que explicarían que se prefiera a un hijo respecto a otros.
Los motivos son muy variados y complejos, pero el caso es que no es raro ni "antinatural" que se prefiera a uno de los hijos, aunque sería mejor hablar de "afinidad" o cercanía, incluso de "simpatía". Siempre que exista un afecto por todos, no se le reste atenciones y se les valore en su justa medida, este hecho no tiene por qué afectarnos a nosotros o a ellos.
Fotos | chimothy27 Más información | Time En Bebés y más | El príncipe destronado, Celos entre hermanos, El amor se multiplica con cada hijo, Ser mamá por segunda vez: sensaciones, Mostrar un cariño "exagerado" al hijo mayor, El hijo favorito