Qué es la sobreprotección (y qué no lo es)‏

Qué es la sobreprotección (y qué no lo es)‏
15 comentarios

Estos días Iván nos ha ofrecido unas más que interesantes entradas acerca de la sobreprotección de los padres y madres hacia sus hijos que me han gustado por dos motivos: uno, porque es un tema que me parece interesante, ya que lo más habitual es hablar de padres que deberían hacer más por sus hijos o que “pasan” bastante de ellos y no de padres que están demasiado encima de sus hijos, y dos, porque al leerlas me he dado cuenta de lo difícil que es ponerse de acuerdo (la población en general) cuando se habla de niños, ya que algunas de las cosas que explicó yo las veo de una manera algo diferente.

Es cierto que la sobreprotección puede llegar a ser negativa para nuestros hijos, tanto a nivel del lenguaje, que es en lo que Iván se ha centrado más, como a nivel de desarrollo general, a nivel de autonomía y a nivel de socialización.

Hasta aquí creo que estamos todos de acuerdo. El problema viene cuando alguien dice: “vale, ahora dame ejemplos de cosas que hacen los padres sobreprotectores” porque hay gente que habla, por ejemplo, de sobreprotección cuando a un niño se le habla con tranquilidad y dulzura cuando eso no es sobreproteger. Digamos que sería interesante definir qué es ser un padre sobreprotector y qué no lo es y esta entrada viene a ser un intento de ello.

Qué no es ser un padre sobreprotector

En la primera entrada de Iván pudimos leer un ejemplo de sobreprotección que a alguna lectora y a mí mismo nos creó algunas dudas, pues no veíamos claro que fuera oportuno el no “sobreproteger” (entrecomillo, precisamente, porque no estaba del todo de acuerdo en que el modo de actuar debiera tratarse con dicho término):

Nuestro hijo o hija está jugando tranquilamente en el parque con su juguete favorito. Está inmersa en su fantasía cuando, de pronto, un niño que también estaba jugando por ahí se acerca a ella y sin decirle nada le quita el juguete, además de empujarle y haciéndole llorar. Nosotros hemos presenciado este acto de “vandalismo” infantil e indignados nos levantamos en dirección al niño, le quitamos el juguete y se lo devolvemos a nuestro pequeño.

Conclusión: hemos resuelto satisfactoriamente el problema, pero ¿qué ocurre con nuestro hijo o hija? Simplemente se ha limitado a observar, y cuando vuelva a ocurrir una situación similar en la que no estemos presentes, muy probablemente no sabrá cómo resolver el conflicto.

Leyéndolo nos imaginamos a una niña de unos 2-3 años y, si realmente es una niña de esta edad, no creo que estemos sobreprotegiéndola si actuamos. Si con esa edad vienen un niño (un bruto), le quita el juguete, le hace llorar y yo como padre no digo nada no creo que realmente esté enseñando a mi hija a valerse por sí misma. En todo caso creo que lo que consigo es enseñar al otro niño que puede usar la ley del más fuerte en su beneficio y a mi hija dos cosas: que a su padre le importa poco que le hagan daño físico y/o emocional y que me parece normal que alguien le quite sus cosas.

En una situación así lo que yo haría, sin considerarme sobreprotector, sería esperar a que el padre de ese niño actuara inmediatamente para devolver el juguete y, de no ser así, cogería a mi hija llorando y juntos iríamos a recuperarlo. El día de mañana quiero que mi hijos sepan que si alguien que se cree más fuerte va robando por ahí lo de los demás, no hay que quedarse impasibles (o cómo mínimo que sepan que eso no está bien, que es en cierto modo el mensaje que ofrezco si no hago nada ante el “robo”).

Ahora bien, si el ejemplo se refiriera a una niña de 5-6 años las cosas serían diferentes. El mensaje que como padres deberíamos ofrecer es el mismo: no está bien quitar los juguetes de los demás y menos si con ello produces tristeza, enfado o llanto, pero el modo de actuar sería probablemente diferente. Si mi hija tuviera 5 años intentaría decirle que ella misma explicara que a) no me gusta que me quiten mis juguetes, devuévemelo y b) la próxima vez, si lo quieres, me lo pides y ya veremos…

Los niños de 2 y 3 años están empezando a sentar las bases del mundo emocional y muchos aún no han empezado a relacionarse con otros niños ni para jugar. Si aún no han compartido juego con otros niños, es decir, buenos momentos, es imposible que sean capaces de compartir malos momentos. Por eso, si otro niño (con malicia o sin ella) le arrebata un juguete, lo único que le queda a nuestra hija es llorar. Si hacemos algo recuperaremos el juguete para ella. Si no hacemos nada, ella seguirá disgustada y aprenderá las cosas tan negativas que hemos mostrado antes (la ley del más fuerte, papá pasa de mis problemas, mis cosas no son importantes pues cualquiera se las puede quedar,...).

Los niños de 5 y 6 años, en cambio, tienen más control de las emociones y del lenguaje, son más autónomos y son más capaces de explicar lo que les gusta y lo que no les gusta. Además saben lo que es suyo y lo que no es suyo y son capaces de defenderlo si les hemos enseñado a ello (defendiéndolo nosotros cuando ellos no eran capaces). De igual modo son también más capaces de compartir y, si quieren, pueden tolerar que otros niños jueguen con sus cosas (si son niños conocidos, claro).

Qué es ser un padre sobreprotector

En la otra cara de la moneda se sitúan otros ejemplos, de los que también habló Iván y con los que sí estoy plenamente de acuerdo. Niños de 5-6 años con biberón, que no saben ponerse un vaso de agua, que ni lo intentan, que no saben vestirse y ni lo intentan porque sus padres se lo hacen todo, que no saben elegir cuando les preguntas porque siempre han decidido sus padres, que cuando encuentran un problema siempre acuden a sus padres antes siquiera de intentarlo porque sus padres han estado tan encima que no les han dejado ni errar. Eso es sobreprotección porque no se les deja crecer ni desarrollar su autonomía.

Sobreprotección entonces es:

  • No dejar que coman solos para evitar que se manchen, porque luego llegan a los 2 ó 3 años y aún no saben ni pinchar ni utilizar la cuchara.
  • Vestirles nosotros siempre porque vamos más rápido (aunque esto lo hacemos muchos, confieso).
  • Lavarles nosotros las manos, enjabonarles completamente, lavarles los dientes,... sin darles opción de intentarlo ellos.
  • No dejarles fregar el suelo con la fregona porque nos lo dejan todo perdido, cuando están intentando imitarnos y aprender de nosotros.
  • Decirles continuamente lo que tienen que hacer y tomar decisiones que ellos son capaces de tomar: con 4 o 5 años son capaces de decidir qué comer y qué no comer, pueden elegir algunas prendas para vestirse y pueden tomar otras decisiones que muchos padres no dejan porque consideran que ellos saben mejor lo que quieren/necesitan.
  • Interceder siempre cuando hay una discusión con otro niño en favor del hijo propio, aún cuando es el culpable de lo sucedido.

¿Mimar?

No, mimar a un niño, que es lo que yo defino como dar muchos besos, abrazos y caricias, no es sobreproteger. Eso es amar. Hablar mucho, querer comprenderle, querer escuchar sus problemas, querer buscar soluciones conjuntamente, dialogar en vez de reñir, hablar calmadamente en vez de gritar, explicar por qué no debería haber hecho algo en vez de castigar, eso no es sobreproteger, eso es educar tratando de transmitir valores.

Foto | Frédéric de Villamil en Flickr
En Bebés y más | Los peligros de la sobreprotección a nuestros hijos, Las consecuencias de la sobreprotección en el lenguaje infantil, La sobreprotección afecta al desarrollo infantil

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    • interesante

      Estoy de acuerdo con todos, si se puede. Creo que sobreproteger no es algo tan fácil de definir, de encontrar el límite. Muchas veces dependerá del carácter de nuestro hijo o de la situación a la que nos enfrentemos (si es muy bruto el niño roba-juguete, si nuestro hijo llora desconsoladamente o le da igual, si los padres del otro reaccionan o no, etc.)

      Como ejemplo: mi hermano tomó biberón hasta los 6 años (a la noche, antes de irse a la cama) y no porque mis padres lo sobreprotegieran. Al contrario, porque a él realmente le gustaba mucho, y mis papás creían que era él quien tenía que decidir dejarlo. Hasta esa edad, todas las noches, mi mamá le preguntaba si realmente lo quería o prefería la leche en taza (le daba la opción). Cuando empezó el cole (la primaria), lo dejó, solito..."porque ya era mayor para bibes".

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    • Avatar de vickitoria Respondiendo a vickitoria

      Bueno, es que digamos que los padres sobreprotectores lo son en varios sentidos... algo así como tratar al niño como un bebé en todos los sentidos, no dejarle hacer nada porque él no sabe/se va a manchar/yo acabo antes y en definitiva ser tan intrusiv@ que el niño no puede ni aprender a valerse por sí mismo.

      Si como dices lo único de la lista que hacen es lo del bibe, no es que ya seáis sobreprotectores, sino que mira, eso ellos lo hacen así y punto.

      Es como yo con mis hijos. Son superautónomos para casi todo, pero el tema de vestirlos lo llevan así-así porque muchas veces somos nosotros los que "corre, que no llegamos", les vestimos. No considero que por eso seamos sobreprotectores, porque en todo lo demás les dejamos probar, errar, repetir, equivocarse, etc. y en general, como digo, los considero muy autónomos.

    • Avatar de vickitoria Respondiendo a vickitoria

      Yo opino que en el tema de la sobreprotección ocurre como en la etiquetación de los niños malos. Aquello que dicen de "mata un perro y te llamarán mataperros". No porque se de una situación alguna vez aislada en el tiempo ya se supone que debamos colgar la etiqueta de "sobreprotector" o "niño sobreprotegido" o "niño travieso" (si una vez rompe un coche de juguete pero, por otro lado, siempre cuida y guarda sus juguetes, por ejemplo). Muchas veces es ahí donde nos esquivocamos, en la hipergeneralización.

    • interesante

      Totalmente de acuerdo con denisse67 y vickitoria. Y Armando yo también quitaría de la lista lo del biberón ¿por qué un niño con una lactancia prolongada (digamos hasta los 6 años) es de admirar y si toma biberón es un horror? me refiero por supuesto a la conducta ya sabemos que una leche no tiene nada que ver con otra. De todos modos la linea entre la sobreprotección o no es muy fina, hay muchos matices y además cada caso en particular es un mundo. La pena es que en el día a día la gente se escandalice e incluso te llame la atención sobre determinadas conductas entre madres/padres e hijos aludiendo a lo mimados que están y sin embargo todos los días vemos a padres zarandeando, gritando o pegando a sus hijos por la calle y todos callamos. A mi personalmente me preocupa mucho ese tema, que por cierto también se da mucho en los parques. Saludos a todos

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    • Avatar de liria2 Respondiendo a liria2

      Bueno, es que el biberón, por un tema de oclusión dentaria y por un tema de riesgo de obesidad y de exceso de lácteos en la dieta (con el biberón se toma más que en vaso) se recomienda dejarlo a partir de los 12 meses. Además la leche se puede tomar en biberón y se puede tomar en vaso indistintamente. Entonces, entre las dos opciones, cuando son ya mayores, pues mejor el vaso.

      Los niños que toman teta a los 5-6 suelen mamar poco, muy poco... mucho menos que un biberón enterito. Pero aún cuando tomaran la misma cantidad, la leche de mamá o te la tomas de la madre o no te la tomas, porque no creo que una madre se saque leche para darle a su hijo de 6 años en vaso. Sin embargo estos niños sí toman leche de vaca en vaso, por ejemplo.

      Digamos que no es del todo comparable. Aún así, ya digo, si el biberón forma parte de un pack de dejadez/sobreprotección, pues puede llevar a cosas como que el niño se sienta un bebé y en ocasiones actúe como tal (no controlando esfínteres, por ejemplo o necesitando siempre la ayuda de los padres a pesar de ser capaz de hacer las cosas). Si en cambio es una acción aislada, pues no pasa nada si el niño no está obeso, ni tiene caries, ni toma mucha leche y poca comida.

    • Avatar de liria2 Respondiendo a liria2

      Yo creo que el biberón no es comparable a la lactancia prolongada,se está refiriendo a los niños que toman biberón porque no saben usar un vaso, al igual que ni usar cubiertos ni vestirse porque los padres se lo hacen todo. Mi hija por ejemplo con dos años y nueve meses bebe perfectamente en vaso pero a la noche se relaja y se duerme con un biberón. Yo se lo ofrezco porque veo que es un momento placentero para ella, la verdad es que no he probado a no dárselo porque veo que le gusta, igual me sorprende y le da igual. Por el dia no solo no lo toma sino que desde que tenía un año y poco ya lo rechazó, igual el tomarlo a la noche abrazada a mí para dormir puede ser comparable a la lactancia como comentas tú. En cualquier caso sabiendo que bebe en vaso y que no usa el biberón de dia yo no lo considero sobreprotección sino una costumbre que le gusta

    • interesante

      Muy buen post Armando. Comparto contigo al 100% cuando describes lo que es ser un padre sobreprotector. Y en el caso del ejemplo, dejo el siguiente argumento en el ciberespacio para que la gente piense sobre ello y, si quiere, de su opinión. Lo esperado (que no siempre es lo que pasa) en la situación del niño de 2-3 años, es que el padre del niño bruto actúe inmediatamente. Totalmente de acuerdo. Si no fuera así, yo también iría a recuperarlo. Creo que aquí es donde se encuentra el punto de inflexión entre la sobreprotección y la no sobreprotección: ¿cómo continuaríais la situación? ¿Hablaríais vosotros con el padre del niño y le diríais que os devolviese el juguete que su hijo le ha quitado al vuestro? ¿Le diríais a vuestro niño que se lo pidiera al niño? ¿Iríais guiándole en lo que hay que decir en estos casos o lo diríais vosotros todo? Aquí radica todo el meollo de la situación y de lo que es y no es sobreproteger. Para mí, el ir donde el niño y su padre y no dejar que nuestro hijo o nuestra hija verbalice sus sentimientos, por muy simples o básicos que sea, lo considero sobreproteger. Estamos enseñándole el valor de la justicia (el juguete es suyo y tiene derecho a recuperarlo si se lo han quitado), pero también estamos enseñandole que ella, en un futuro, tendrá que repetir estas situaciones muchas veces, ya que la sociedad no es del todo justa siempre. Por ello, es importante que, aún con nosotros presentes y con cierta ayuda, empiece a verbalizar lo que ella siente. Por ejemplo, en el caso del juguete robado, estaría bien que, tras iniciar nosotros una conversación entre los dos niños ("¿qué es lo que ha pasado chicos?", "¿de quién es ese juguete?"...), ellos dijeran algo, por mínimo que sea y a su manera ("juguete mío", "niño quitar"...).

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    • Avatar de ivan-amado Respondiendo a Ivan Amado

      Ajá, veo correcto lo que dices. Depende del calentón o de las maneras del otro niño, supongo que algún día lo arreglaría yo directamente y otros días haría según las capacidades de mi hijo, que viene a ser lo que comentas (animarle a verbalizar, ir comentando con él lo que vamos a decir,...).

    • interesante

      Como ya comenté el otro día comparto tu opinión. Los niños para poder sentirse independientes primero tienen que haber sido dependientes, y sobretodo haberse sentido seguros en esa dependencia, a partir de entonces empieza su etapa de exploración cada vez más en solitario. Durante la etapa de dependencia (a la cual no creo que se le tenga que poner edad más alla de la maduración de cada niño) creo que el factor clave es el diálogo y el ejemplo, los niños aprenden a escuchar y entienden más de lo que nosotros pensamos. Mi hijo ahora va a cumplir 3 años y todavía ahora mucha gente me dice: -No le des tantas explicaciones!! Si que es cierto que a veces me paso "media hora" explicándole el porqué de las cosas y no me hace ni caso, pero otras muchas sí que me lo hace y otras tantas no hace falta que se lo explique por que ya lo sabe. Yo considero que no sobreprotejo, pero que si invierto mucho tiempo y a veces eso se confunde. Hay tres cosas diferentes PROTECCIÓN / SOBREPROTECCIÓN / COMODIDAD DE LOS PADRES. A veces detrás de una NO SOBREPROTECCIÓN hay un claro pasotismo de los padres, pero por algún extraño motivo eso está bien visto.

    • Efectivamente creo que es un tema muy interesante, no se puede definir una clara linia entre lo que es sobreproteger o no, ya que en mi opinión depende tambien de como sea el niño. Mi niña es muy movida, curiosa, observadora, y con sus acciones en mi opinión busca saber donde le pongo los límites. Yo por mucho que intento tenerla "controlada" y no quitarle el ojo de encima, siempre me hace alguna, y normalmente unas cuantas... Mi pequeña tiene 22 meses, colechamos y todavia le doy el pecho, la llevo en la mochila cuando estamos por la calle y se cansa y quiere pecho, de lo cual algunos se estrañan ya que creen "que ya no tiene edad para ello". Para mi eso no es sobreprotegerla, es cuidarla como yo creo que debo hacerlo. Tambien tengo que decir que estoy muy de acuerdo con la definición de mimar de Armando, yo mimo mucho a mi hija, y no creo que la esté sobreprotegiendo, creo que le estoy dando amor y enseñando a darlo, ya que ella imita lo que ve, y es una niña muy cariñosa. Tambien creo que se abusa mucho del termino "sobreproteger", hay gente que queremos educar a nuestros hijos en el contacto, la cercania, el amor, lo que para mi implica el colecho, dar de mamar, resolver los altercados del parque de mi niña (que considero pequeña para que lo haga ella sola), etc... y hay gente que educa de otra manera, por lo que creo, que lo que para unos es sobreproteger para otros no lo será. Un ejemplo claro es la manera de ver las cosas de Armando y de Ivan, que no es la misma, y yo me identifico más con la de Armando, y otros se identificaran más con la manera de ver las cosas de Ivan. En determinadas ocasiones se tacha muy rápido de sobreprotección lo que otros consideramos simplemente educar y proteger a nuestros hijos.

    • Que bien nos explicas todo siempre. Algunas veces es dificil dejarles actuar solos, mi niña todavía no ha cumplido los dos años, pero tratamos de dejarle toda la autonomía posible, ayudándole cuando nos dice que no puede. Creo que ni la sobreprotegemos ni la mimamos, sobre todo porque vemos los errores que cometen otros padres, con niñas de tres años tomando biberón, niños de cinco que ni se visten ni comen solos si pueden evitarlo, amenazas que no se cumplen... Si no fuese por lo desobediente que es y las rabietas que le dan de vez en cuando... espero que conforme vaya creciendo entienda que no siempre puede hacer lo que quiera, que algunas veces tiene que hacernos caso.

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    • Avatar de virginiag Respondiendo a virginiag

      Es que tu niña es muy chiquitita aún y lo normal es que haga lo que hace, mostrar su carácter, su independencia (que la muestra haciendo precisamente lo contrario a lo que queréis que haga) y tiene sus rabietas, como todo niño de 2 años.

      Paciencia, seguridad, cordura, atención, amor, respeto y poco a poco irá siendo más adulta, más paciente y más consecuente. Lo que pueda ser, que sea, y lo que no pueda ser, que no sea, pero explicando el por qué con todo el cariño del mundo, incluso ayudando a poner palabras a su malestar.

    • Muy interesante el tema , sin duda. Porque es muy difícil precisamente esto de establecer un límite entre lo que es sobreprotección y lo que no lo es. Creo que la sobreprotección puede llegar a "anular" de alguna manera la personalidad del niño pero si de alguna cosa hay que pecar prefiero hacerlo de madre "sobreprotecora", porque para muchos el hecho de que durmamos con nuestro hijo, por decir algo , es sobreprotegerlo. El ejemplo del parque, la verdad, está muy bien encontrado. Se podrían escribir páginas y páginas sobre "El mundo del parque". Infinidad de veces hemos tenido que intervenir en situaciones en las que algún niño/a ha agredido a nuestro hijo. Igual la palabra "agredido" puede resultar un poco fuerte, pero en realidad cuando les quitan sus juguetes o les dan un empujón al subir al tobogán es así como se sienten ellos. Y lo que es más lamentable es que en la mayoría de los casos, almenos en lo que nos hemos encontrado nosotros, los padres de estos niños no están allí para decirles a sus hijos que eso no está bién. Me explico: evidentemente si están físicamente en el parque pero están charlando, leyendo el periódico... Para muchos padres el hecho de ir al parque con sus hijos es un momento de evasión, no para disfrutar con sus hijos precisamente sinó para dejarles "sueltos" y relajarse ellos.Puede sonar duro, pero muchos van al parque con sus hijos como quien saca a pasear al perro. Si yo sé que mi hijo de siete años pega o es bruto no me muevo de su lado para corregir su actitud a la mínima. Puede que a algunos padres esto les parezca sobreprotección... Pero a mi me parece que no hacerlo es directamente pasotismo.

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    • Avatar de superbaby Respondiendo a superbaby

      Lamentable, pero cierto... tengo intención de escribir algo sobre este tema porque siempre me ha inquietado bastante.

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    • Pues estaría muy bien que escribieras algo respecto a este tema. A mi me indigna profundamente, a veces pienso que soy un poco radical, pero no puedo evitarlo. Ves a los padres tan tranquilos mientras sus hijos hacen y deshacen a sus anchas, tirando piedras o arena a otros niños e incluso mordiendo a los demás... No me entra en la cabeza y luego piensas, pues claro, que no van a hacer estos niños si sus padres pasan absolutamente de ellos, igual los pobres solamente intentan llamar la atención...

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