Hay quienes dicen que “de tal madre, tal hija”, aunque en este caso sería más apropiado decir que “de tal hija, tal madre”.
Así lo afirma un estudio de la Universidad Estatal de Ohio que tras encuestar a más de mil mujeres ha llegado a la conclusión de que las mujeres seguimos más que los hombres el estilo de crianza de nuestras madres.
Han observado que las mujeres criadas en los años setenta y ochenta seguían en su mayoría el mismo comportamiento de sus madres, pero en cambio los hombres seguían mucho menos el mismo modelo de crianza que habían recibido.
Afortunadamente se ve que algo evolucionamos como padres, pues la investigación revela que hubo cambios significativos en el estilo de crianza. Se tiende a pegar mucho menos a los hijos, se les da más afecto y mucha más lectura, según el estudio. Aunque no han apuntado que lamentablemente también se les dedica mucho menos tiempo.
Yo creo que cuando nos convertimos en padres, tanto hombres como mujeres, educamos a nuestros hijos siguiendo dos premisas: o bien por repetición o por oposición.
Por repetición, porque queremos darles a nuestros hijos las mismas cosas que nos han gustado de nuestra crianza, tenemos buenos recuerdos de nuestra infancia, de los valores que nos han inculcado y decidimos criar de la misma forma a nuestros hijos.
Por oposición, precisamente por lo contrario. Si en ciertas ocasiones nos hemos sentido maltratados, que no nos han respetado, que se ejercía una autoridad desmedida o cualquier cosa que no nos haya gustado como hijos, pues decidimos que no queremos transmitir ese modelo de crianza a nuestros hijos.
Personalmente, mi modelo de crianza es una combinación de ambas. Intento repetir las cosas que me han enriquecido y evitar las que no, además de aplicar nuevos métodos de crianza que considero más respetuosos y amorosos y que contribuyen (espero) a hacer de mis hijas mejores personas. ¿Tú sigues el mismo modelo de crianza de tu madre?
Vía | MedLine Plus
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