Si tu hijo adolescente no quiere traer amigos a casa, estas pueden ser las razones

Si tu hijo adolescente no quiere traer amigos a casa, estas pueden ser las razones
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La adolescencia es una edad en la que los amigos cobran especial relevancia en la vida de los jóvenes. Sin embargo, también es una edad compleja en la que nuestros hijos pueden manifestar inseguridades que les hagan encerrarse en sí mismos, ser más retraídos o incluso, aislarse.

Por otro lado, hay chicos a los que, a estas edades (o bien por su forma de ser), les cuesta mucho expresar sus emociones, abrirse con los padres, etc. Además, también buscan diferenciarse de sus progenitores; buscan su autonomía y empiezan a ser recelosos a la hora de mostrar o compartir algunas parcelas de su vida.

Y todo esto puede llevarles a no querer presentar a los amigos a los padres, o a no querer traerlos a casa. Estas pueden ser algunas de las razones, pero hay más. Cuando esto ocurre, ¿qué podemos esperar y cómo podemos actuar como padres?

Mi hijo adolescente no trae a sus amigos a casa: ¿por qué puede ser?

Hay varios factores que pueden explicar por qué tu hijo adolescente no trae amigos a casa:

1. Le da vergüenza

Uno de ellos es la vergüenza. A estas edades, los hijos, que hace "dos días" nos comían a besos y pedían el abrazo de papá y mamá, ya no quieren saber nada del contacto físico, e incluso podemos pensar que se avergüencen de nosotros.

Pero la respuesta no es tan sencilla; no es tanto que les avergoncemos por algo en concreto, sino que empiezan a ser muy pudorosos con su intimidad y con su vida, son muy sensibles al juicio social (es decir, a lo que piensen de ellos) y por eso prefieren no exponerse tanto. Y exponerse menos pasa por no dejar que sus amigos conozcan a su familia.

Por otro lado, a estas edades los adolescentes tienden a compararse mucho; si por ejemplo han hablado de sus hogares, de las cosas que tienen, y nuestro hijo siente que "no está a la altura" o que su hogar es más "humilde", esto también le puede frenar a mostrar su casa. Va en línea de lo anterior; mostrar su intimidad les cuesta.

2. Necesita diferenciarse y cultivar su independencia

Ten en cuenta que tu hijo está en plena adolescencia, con lo cual, busca diferenciarse de sus padres. Y en este proceso de individualización (necesario para madurar y construir su propia identidad), intenta "proteger" sus mundos y no mezclarlos (en este caso, su mundo social y su mundo familiar).

Así, siente la necesidad de tener sus áreas de la vida bien delimitadas, para poder ser él mismo en cada una de ellas, libremente y sin juicios, y por eso pone barreras entre ellas.

3. No tiene amigos

Otra posible razón a que no quiera traer nunca a los amigos a casa es que directamente no los tiene y le da vergüenza explicárnoslo. De esta forma, siempre encuentra excusas para "no traerlos".

Aquí hemos de estar alerta porque, probablemente, hay otros signos que nos indicarían esto; por ejemplo, nunca cuenta nada de ellos, no explica dónde va cuando sale, se muestra serio o encerrado en sí mismo, incluso triste, apagado, pasando muchas horas solo en la habitación...

Si esta es la causa, es probable que tu hijo experimente un sentimiento de soledad, y por ello es tan importante indagar más; sobre todo, intentar averiguar con quién se relaciona en el instituto, si ha sufrido una mala experiencia como el bullying y cómo le afecta (o cómo vive) el hecho de no tener amigos.

¿Qué podemos hacer?

1. Indagar en las causas

Lo más importante es saber qué hay detrás de esta conducta. Tal vez que tu hijo, ¿simplemente es tímido? ¿Hay algo en concreto que le avergüenza? ¿Quizás no tiene amigos? ¿Le falta confianza? En función de la causa, podremos actuar de una forma u otra.

Para averiguar qué ocurre, lo ideal es hablarlo directamente con él, sin ser demasiado invasivos pero enfocando el tema con naturalidad. "¿Por qué no quieres que vengan tus amigos? ¿Ocurre algo? Si lo necesitas, puedes explicármelo".

Y si queremos conocer a sus amigos, y no quiere traerlos a casa, también podemos ofrecerle alternativas; por ejemplo, dile que te gustaría conocerlos aunque sea fuera de casa, ya sea en una celebración, en un evento deportivo (un partido) si por ejemplo compartís actividad extraescolar, etc.

2. Aclarar que no quieres interrogarles

Aunque a nosotros nos pueda resultar muy evidente, los hijos pueden temer que, si traen los amigos a casa, vamos a "interrogar" a sus amigos (o a ellos), y nada más lejos de la realidad. Para tranquilizarlos, podemos decirles, directamente, el propósito de conocerlos; por ejemplo, simple curiosidad, saber qué tipo de amigos tiene, cómo son, etc.

3. Fomentar la confianza

Fomentar la confianza en nuestros hijos es clave para que se abran, poco a poco, a nosotros, y nos empiecen a contar más cosas, a mostrar su mundo...

Esta confianza la podemos fomentar en el día a día, en los pequeños actos cotidianos; por ejemplo, explicándoles nosotros también cosas de nuestra adolescencia, hablando de emociones en casa con naturalidad, compartiendo tiempo juntos, proponiéndole planes que sean de su interés, no juzgando sus decisiones...

4. Respetar sus decisiones

Por otro lado, es importante aclarar que, aunque nosotros, como padres, queramos sí o sí conocer a los amigos de nuestros hijos (y es totalmente comprensible y natural), también hemos de aprender a respetar sus decisiones.

Esto no significa aceptar todo lo que hagan, pero sí darles la confianza para tomar sus propias decisiones. Y a no ser que la causa de esta decisión sea algo mucho más grave, deberemos aprender a confiar en ellos y a respetarlos.

Tal vez necesita tiempo para traer a casa a sus amigos (podemos esperar), ganar confianza, madurar... Eso sí, debemos hacerles saber que, cuando estén preparados para llevar a sus amigos a casa, podrán hacerlo sin problema (o con los límites que consideremos necesarios; pero no les cerremos las puertas nunca).

Fotos | Portada (Pexels)

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