El invierno, que parece que este año ha sido muy benévolo, sigue siendo una época del año en la que, por el frío y menor duración del día, nos plantea algunos retos especiales para realizar actividades con los niños en los meses invernales, pero, a la vez, nos ofrece posibilidades que merece la pena aprovechar.
Primero, puesto que el salir a disfrutar en espacios abiertos y jugar es fundamental para el desarollo físico y la salud de los niños, vamos a hablar de actividades que podemos hacer al aire libre.
Ir a la nieve
Es un clásico del invierno: ir a la nieve. Bien abrigados, con calzado adecuado y ropa que no cale, la nieve es un elemento del que niños y mayores podemos disfrutar muchísimo. Cuando en nuestra ciudad no es habitual que nieve siempre podemos programar una salida a la montaña más cercana y pasar el día.
En la nieve vamos a jugar a tirarnos bolas, hacer el angel, caminar, revolcarnos, tirarnos con un trineo por una suave ladera y, por supuesto, hacer un muñeco con su nariz de zanahoria. No os olvidéis llevar una pala, un termo con bebida caliente y una muda de ropa para la vuelta. Será una experiencia maravillosa.
Ir al bosque
El bosque en invierno es maravilloso. Buena abrigados y con calzado adecuado y siempre con ropa de recambio la experiencia de salir a pasear al bosque es especialmente recomendable. Si hay un riachuelo cerca podremos observar como cambia su aspecto, observar, además, cristales de hielo, carámbanos y los líquenes casi fosforescentes en los árboles pelados, lo diferente que es la "hierba".
Además, podemos observar los pájaros que se posan en los árboles e ir distinguiendo los de hoja caduca y hoja perenne. Si la zona no es de especial protección podemos recoger algunas muestras de plantas, o simplemente, hojas y piedrecitas. Los niños correran libres, saltarán, trataran de escalar por los troncos húmedos y podrán inventar muchas aventuras.
Jugar con la lluvia
Los días ventosos y más desapacibles no apetece mucho salir, pero hay momentos en los que bajar a la calle, con unas buenas botas de agua y un impermeable para correr bajo la lluvia y chapotear en los charcos sin preocupaciones es otra experiencia que los niños van a disfrutar mucho en invierno.
La playa de invierno
Los que vivan cerca del mar no deben desaprovechar la playa en invierno. Los días cálidos se puede disfrutar muchísmo de largos paseos, observación de aves, jugar con las olas en los pies desnudos, construir castillos y hacerse cabañas con las maderas que la corriente haya depositado en la arena.
El fin del invierno en los parques
Nosotros mañana vamos a hacer una actividad que seguro que los niños van a disfrutar muchísmo, vamos a ir a un parque de los más bonitos de Madrid, la Quinta los Molinos, en la que los almendros ya han florecido y, como va a ser un día muy bueno, los niños disfrutarán del sol y de los juegos al aire libre en un entorno cercano, urbano, pero lleno de belleza natural.
Además de las actividades al aire libre en invierno podemos aprovechar las largas tardes en casa para programar muchas cosas que luego, cuando haga bueno, dejaremos más olvidadas. Las actividades en el hogar en invierno son también muy enriquecedoras y divertidas, además de reforzar el vínculo con nuestros hijos.
Cocina
No me canso de recomendar a los padres que introduzcan a los niños en la cocina. Desde bien pequeños van a poder ayudar a realizar tareas sencillas y colaborarán con gusto amasando, adornando una pizza casera, disponiendo bonitas las verduras de una ensalada, creando dibujos con frutas en un plato o sencillamente estando con nosotros, siempre haciendo el entorno seguro, mientras preparamos los alimentos.
Preparar una comida especial o una merienda con un rico chololate caliente y un bizcocho casero y hasta tomárnoslos en mitad de la sala, con un mantel en el suelo, como si fuera un picnic, les va a encantar seguro, romperá la rutina y las reglas habituales por lo que, ya solo con eso, podemos hacer una fiesta.
Juegos en casa
El mismo hogar puede ser un lugar de juegos divertidos donde hacer búsquedas del tesoro, escondernos, preparar con una sábana prendida en las sillas una cueva en mitad del salón. No hay que ensuciar ni desordenar demasiado, lo único necesario es que nosotros, los adultos, también participemos en los juegos.
Es tiempo, también, de leer cuentos, de hacer acopio de libros de pegatinas, plastilina, masa de sal, pinturas y disfrutarlos con nuestros hijos. Además podemos hacer origamis, recortables, un bonito poster pegando fotos familiares en una cartulina o descubrir lugares y tiempos lejanos en libros o en el ordenador. Y, por supuesto, disfrazarnos con ropa vieja y pintarnos las caras con pintura que no sea tóxica. Los pequeños además pueden jugar a cajas sensoriales, pintar alimentos con colorantes adecuados y hasta hacer máscaras o castillos con pasta de papel.
Actividades con los niños en invierno
Muchas veces, encerrados en casa, padres e hijos se agobian. Y el inverno es la peor de las épocas si somos propensos a eso. Por eso hay que tratar de planificar bien las actividades con los niños en invierno, combinando juego en espacios abiertos, la Naturaleza, las visitas culturales y el tiempo en casa, pero siempre teniendo en cuenta las necesidades de los niños: descanso, juego libre y atención de sus padres.
No organicemos demasiadas salidas que impliquen que los niños tienen que estar quietos, callados y en las que vayamos a estar nosotros más pendientes de otros adultos. Los niños necesitan que estemos presentes, una veces participando en sus aventuras, guiándolos, y otras veces, sencillamente, estando preparados para que puedan reclamarnos cuando nos necesitan.
En realidad, hay tantas y tantas cosas que podemos hacer, que planear actividades con los niños en invierno solo tiene una limitación, nuestra imaginación y nuestras ganas de disfrutar en familia. El invierno, con esta disposición, se nos hará corto.
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