A través de Diario del viajero nos enteramos de que el Museo del Prado ofrece un nuevo servicio para los más pequeños, para que no se diga que los museos no son para niños. Especialmente pensadas y creadas para los peques, las audioguías se presentaron durante estas vacaciones de Navidad, cuando los niños (y muchos padres) disponen de días libres y pueden recorrer las instalaciones del Museo.
El nuevo sistema de guiado para niños facilitará que conozcan las obras expuestas y se aproximen a la creación artística, ya que incluye comentarios sobre casi 20 obras de la colección. Empezó a utilizarse a partir del 23 de diciembre, y aunque fue gratuito durante unos días para todos, ahora se entregarán gratuitamente sólo a aquellas familias que alquilen el sistema para, al menos, un adulto.
Además, si aún no pensamos acercarnos al museo, podemos ver desde su página web una presentación animada de ocho obras en la que se ha utilizado el contenido de las audioguías, muy interesante.
Entre los cuadros que podemos descubrir detalladamente con los peques se encuentran "El Jardín de las Delicias" de El Bosco o "Las tres Gracias" de Rubens. La infanta Margarita, que aparece en Las Meninas de Velázquez, les da la bienvenida al museo y despierta la curiosidad de los pequeños al decirles que las pinturas que van a ver esconden muchos secretos.
En fin, creo que las audioguías pensadas para niños son una excelente idea, sobre todo después de haber pasado por un museo recientemente y descubrir que a mi hija, de tan solo dos años, le ha gustado ver los cuadros, eso sí, explicados por mí especialmente para su edad y dedicándole toda la atención.
Cuando los peques son algo mayores, una audioguía infantil para descubrirles los secretos de las grandes obras del Museo del Prado es un recurso que agradecerán ellos mismos y sus padres. Eso sí, sin olvidarnos que nosotros también le podemos servir de guías y ayudarles a amar el arte.
Vía | Diario del viajero En Bebés y más | Los museos, un buen paseo para los niños, Algunos consejos para visitar museos con niños y no morir en el intento