Hace unos días tuve oportunidad de descubrir un nuevo juego basado en pequeñas piezas de almidón de colores que se ensamblan unas a otras para crear mil y una figuras, según nos sorprenda la imaginación de los pequeños.
Las piezas suelen estar hechas de almidón de patata o maíz, y pigmentadas con productos ecológicos, de base alimentaria. Para conseguir que se peguen unas a otras, basta con humedecerlas un poco y unirlas dándoles la forma que queramos. Una vez secas, la estructura queda unida y tendremos nuestra colorida escultura.
Se trata de un particular juego de construcción con todos sus beneficios, una actividad lúdica que les ayuda a desarrollar la motricidad fina cuando manipulan las piezas y estimulan la imaginación al tiempo que ayudan a la concentración.
Las piezas que utilizamos eran de una marca difícil de encontrar en España (FischeTechnick), y desde luego nuestros resultados menos elaborados que el de la fotografía.
Pero he visto que por Internet se comercializan de distintas marcas y en distintos formatos, como los de Fischer TIP. Se venden en cajas o cubos de distinto tamaño, con distintas temáticas (colores, complementos para adornar), dibujos para inspirara a los peques....
Eso sí, al tratarse de piezas pequeñas (hay distintos tamaños pero en general de pocos centímetros) no están recomendadas para niños menores de tres años, por el peligro de que se lo introduzcan en la boca y el riesgo de asfixia.
Pero a partir de ahí, les encantará jugar a construir con las piezas de almidón, un juego ecológico y entretenido que estimula su imaginación y sus sentidos. Tendremos que reservar una estantería en casa solo para sus creaciones...
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