Años atrás, había muchos alimentos que no se podían ofrecer al bebé durante los primeros meses de vida, principalmente por el riesgo de alergias alimentarias. Casi había que hacer un excel o ir con una libreta apuntando los alimentos permitidos y los que no.
Pero ahora sabemos, tras varios estudios realizados al respecto, que no hace falta esperar con prácticamente ningún alimento, precisamente porque cuanto más se tarda en ofrecer ese alimento que puede causar alergia, mayor es el riesgo de sufrirla. La exposición temprana al alimento alérgeno es clave para la curación de las alergias alimentarias.
Alimentos que no se daban hasta los 10, 12 o incluso 18 meses, como podía ser el huevo, el pescado, las frutas con pelo o las legumbres, ahora se pueden ofrecer a partir de los seis meses, cuando el bebé comienza con la alimentación complementaria. Dicho de otro modo, a partir de los seis meses, el bebé puede comer prácticamente lo mismo que el resto de la familia. Salvo, escasas excepciones que explicaremos a continuación.
Mayor variedad desde el primer momento
Lo cierto es que incorporar casi todos los alimentos desde el momento en el que el niño comienza a establecer una relación con ellos, es positivo para que pueda entrar en contacto con diferentes sabores y texturas sin restricciones.
Aunque al comienzo sea apenas una primera aproximación a los alimentos, probar un poquito e ir experimentando con los sabores, cuanto más amplia sea la variedad que se le ofrece, mejor aceptará los alimentos.
Cómo ofrecer los primeros alimentos
Lo único que es importante tener en cuenta cuando tu bebé empieza a comer sólidos, además de los pocos alimentos prohibidos antes del año que mencionaremos a continuación, es introducir los alimentos por separado y dejar pasar 2 ó 3 días entre ellos. Así, si el bebé manifiesta algún síntoma de reacción alérgica podremos diferenciar el alimento que la ha causado.
En cuanto al huevo, cuya introducción antes se retrasaba por ser uno de los alimentos más alergénicos, se puede introducir desde los seis meses entero, sin separar la yema de la clara y comenzar ofreciendo cantidades pequeñas e ir aumentado progresivamente. Siempre bien cocinado.
Si rechaza nuevos alimentos, no lo presiones. Se cree que tras probarlo unas 10 o 15 veces, recién ahí un niño puede llegar a aceptarlo. O sea que ofrécele los alimentos de diferentes maneras, probando cuál es la que más le gusta.
Como vemos en el calendario de incorporación de alimentos que ofrece la AEP, a partir de los seis meses, y progresivamente entre los seis y los 12 meses, se puede ofrecer al bebé todos los grupos de alimentos: cereales, frutas, hortalizas, legumbres, carne, pollo, pescado y aceite de oliva.
Alimentos que no puede comer tu bebé antes del año
Aunque puedan comer prácticamente de todo, hay ciertos alimentos que el organismo de un bebé pequeño es incapaz de procesar como lo hacen los adultos. Estos son los alimentos prohibidos antes del año:
- Leche de vaca y derivados: el principal alimento del bebé hasta el primer año de vida sigue siendo la leche artificial o la leche materna (recomendable al menos los dos primeros años). La introducción de alimentos sólidos complementa a la lactancia, y no al revés. A partir de los 9 o 10 meses pueden ofrecerse pequeñas cantidades de queso tierno o yogur.
- Bebidas vegetales (de avena, soja, almendras, arroz..): no deben darse antes del año en sustitución de la leche materna o artificial.
- Miel: no debe darse antes del primer años por el riesgo de intoxicación alimentaria por botulismo. En cuanto a los cereales que la incorporan en su fórmula, están tratados a altas temperaturas y por tanto las esporas potencialmente causantes del botulismo se destruyen.
- Verduras de hoja verde ancha: evitar las acelgas, las espinacas y la borraja, ya que acumulan grandes cantidades de nitritos. Entre el año y los tres años, pueden tomar pequeñas cantidades de acelgas o espinacas (máximo 45g/al día) y la borraja no debe ofrecerse antes de los tres años de edad.
- Pescados grandes: los niños menores de 10 años deben evitar consumir pescados que acumulan mucho mercurio: atún rojo, lucio, tiburón (también llamado cazón o marrajo) y emperador o pez espada.
- Frutos secos enteros: pueden ofrecerse triturados dentro de las preparaciones, pero nunca enteros antes de los tres años por el riesgo de asfixia.
- Sal: ni una pizca de sal. Los riñones del bebé aún son muy pequeños para manejar grandes cantidades de sodio y la que contienen los propios alimentos es suficiente.
- Azúcar: no debe añadir azúcar al biberón ni a ninguna preparación, ya que es un alimento adictivo, provoca caries y está asociado a la obesidad infantil. El bebé puede conocer el sabor dulce a través de las frutas.
- Carne de caza (prohibida hasta los seis años)
Además de estos, hay alimentos superfluos y poco recomendables que los bebés menores de un año no deberían consumir como tampoco los niños más mayores. Hablamos de bollería, galletitas, refrescos, golosinas, snacks, alimentos ricos en grasas saturadas, etc.. Aquí se incluyen también esos alimentos que pueden parecer saludables pero no lo son y no deberías darle a tus hijos.
El mismo menú para toda la familia
Desde luego, es una buena noticia saber que el bebé puede comer prácticamente lo mismo que cocinamos para el resto de la familia en lugar de tener que preparar una comida adaptada.
Eso sí, hablamos siempre de una alimentación variada, equilibrada y saludable basada en la pirámide nutricional, y por supuesto, ofrecida al bebé en una cantidad mucho más pequeña.
Entre los seis meses y el año, lo principal es que el niño vaya familiarizándose poco a poco con los alimentos. El objetivo no es que se coma todo el plato, sino que vaya probando nuevos sabores y texturas (recordemos que la leche sigue siendo su principal fuente de nutrientes).
Hay padres que ofrecen los alimentos triturados en forma de puré y quienes prefieren ofrecer al bebé los alimentos sólidos cortados de forma que el bebé pueda cogerlos con sus propias manos, siguiendo el método Baby Led-Weaning o de alimentación guiada por el bebé.
Así, los mismos platos que preparamos para el resto de la familia, también puede comerlos el bebé. Por ejemplo, si cocinamos un filete de pescado al horno con verduras el bebé puede comerlo cortado en trozos (sin piel ni espinas, por supuesto), el mismo plato de legumbres que has preparado será una fiesta para tu bebé, y así con muchísimas recetas saludables que puede comer toda la familia.
Ideas de recetas para toda la familia:
Si te falta imaginación, y no sabes que cocinar para la hora de la comida o la cena, aquí te dejamos algunas recetas fáciles y nutritivas que gustan a toda la familia. Deberás adaptarlas al gusto de los pequeños, evitando como dijimos la sal, y cualquier ingrediente que no sea adecuado para niños.
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