Me he quedado helada al ver por fin este anuncio de publicidad una conocida marca de leches artificiales para bebés. Primero, por motivos obvios, la similitud entre este anuncio y el que realizó la Asociación Criar con el Corazón para promocionar la lactancia materna es extraordinario.
Y claro, segundo, porque creo que es posible que nos encontremos ante una violación de Codigo que deben respetar los productores de este tipo de preparados que evita que se pueda engañar a las madres haciéndoles creer que la leche artificial es tan buena como la materna o que una marca es mejor que otra.
Lo cierto es que la imágenes de bebés sonrientes y felices para promocionar el uso de determinadas marcas concretas de leches artificiales, dando a entender que son los biberones de ese producto en concreto los que los mantienen tan sanos y contentos es algo que roza lo aceptable.
La publicidad puede prometernos que los productos que promociona cuidan el estómago, mejoran el sueño o refuerzan las defensas, pero como siempre, lo que diga la tele porque unos señores pagan por ello no tiene que ser verdad y, de hecho, normalmente, si lo es, lo es solamente un poquito.
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