Al igual que las piezas de construcción, también los caramelos vienen en diferentes tamaños y colores. Y por supuesto, sabores.
Candy Blox es el sueño de cualquier niño. Son caramelos con forma de piezas de Lego, o dicho de otra forma, Lego comestibles.
Mi hija, que más que pequeña arquitecta es una adicta a los caramelos, acabaría comiéndose los ladrillos de todos los puentes y torres en plan “coloco dos pisos, me como uno”.
Son perfectos para esos niños que se llevan a la boca todos los juguetes ya que éstos sí se pueden comer.
Puedes conseguirlos en Candy Warehouse
Vía | Directo al Paladar En Bebés y más | Ladrillos Lego, un desafío a la creatividad