Para evitar que los niños puedan tener problemas en pies, columna o espalda derivados de un andar incorrecto, es importante que vayan bien calzados. Sobre todo cuando son pequeños, y no saben explicarnos que los zapatos les aprietan, debemos revisar con frecuencia los pies y tener en cuenta algunas recomendaciones para asegurarnos que el calzado que elegimos es el adecuado.
Ya sabemos que los pies de los niños crecen muy rápido, así que os damos cinco consejos útiles para acertar con la talla del zapato de tu hijo que deberás tener en cuenta a la hora de comprarles calzado.
¿Cuánto les crece el pie a los niños?
Durante los primeros 15 meses de vida el pie crece aproximadamente medio número (3 milímetros) cada dos meses; de los 15 meses a los dos años, medio número cada tres meses; y de los dos a los tres años, medio número cada tres o cuatro meses. Se trata de un crecimiento rápido que hará que los zapatos “duren poco”. Y tenemos que vigilar si un zapato infantil es adecuado o ya no le sirve al niño, ya que ellos por regla general no nos lo dirán.
El zapato no ha de quedarle muy ancho (sería casi como si el niño fuera descalzo en esta etapa en que el pie necesita estar calzado para su buen desarrollo) ni muy apretado, ya que provocaría posturas forzadas, “vicios” al caminar, heridas o deformaciones en el desarrollo del pie.
Los huesos de los pies crecen hasta los 14-16 años de vida antes de osificarse completamente, y durante este proceso es muy perjudicial que se lleve un zapato apretado. Consejos para acertar con la talla a la hora de comprar zapatos.
Consejos para acertar con la talla a la hora de comprar calzado infantil
Niños que todavía no caminan
Antes de empezar a andar solitos, los zapatos deben servirles de abrigo y ser flexibles, que les permitan libertad de movimiento en la fase de gateo y luego en la de comenzar a ponerse de pie. En cuanto a la talla, el zapato debe ir sujeto pero puede tener una holgura de entre medio y un centímetro.
Niños que empiezan a dar sus primeros pasos
Cuando el niño empieza a caminar es muy importante que el zapato les brinde la 'sensación de pies descalzos' pero que la vez la talla sea adecuada sujetando bien pie y tobillos para un correcto equilibrio y estabilidad.
Debemos verificar que el zapato no le aprieta, ya que el niño encogerá los dedos si lleva un zapato demasiado justo con riesgo de deformación. Tampoco debe quedarle demasiado holgado, porque nos interesa que su pie quede sujeto para que pueda caminar con seguridad.
Cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento, pero en esta etapa y hasta aproximadamente los dos años, puede que necesiten un cambio de talla cada tres o cuatro meses.
Niños de más de tres años
Comprueba que el dedo más largo del pie (normalmente el gordo, pero también puede ser el segundo) no toca la puntera sino que queda un espacio de entre medio y un centímetro. Si el espacio es menor, hay que pensar en cambiarlo.
Algunos zapatos no permiten comprobarlo fácilmente en la puntera, por lo que deberás comprobar si puedes introducir un dedo por la parte trasera del pie, entre el talón del niño y el zapato.
Por otra parte, es importante que el zapato no le quede holgado puesto que también pueden provocarse heridas y rozaduras, y además el pie debe estar sujeto dentro del calzado y no bailando. Lo habitual es que en esta etapa haya que cambiar de zapatos cada seis o siete meses.
Consejos generales para la compra de zapatos
No te fies de las tallas
Las numeraciones de las tallas pueden variar de un fabricante a otro, así que no te fíes a pies juntillas de que tu hijo es un 25 (por poner un ejemplo) porque varían mucho.
No compres por internet sin haberlos probado antes
Salvo que ya tengas zapatos de ese fabricante y sepas que la talla y el modelo le van bien (y claro, que no le ha crecido el pie) evita comprar por internet o por catálogo. En ese caso, es mejor ir a la tienda y probarlos antes para asegurarte de que le quedarán cómodos y son adecuados para su tamaño.
Revisa los pies de tu hijo
Comprueba con frecuencia el estado de los pies de tu hijo. Si tiene rozaduras, heridas, uñas rotas o que se clavan en el dedo son un indicador de que necesita aumentar la talla de zapatos.
Ante la duda, una talla más
Si dudas entre una talla y otra, elige siempre la mayor y colócale una plantilla en lugar de comprar un zapato que en poco tiempo le irá pequeño.
Fotos | iStockphoto, Pexels y Tatiana Syrikova en Pexels
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