En vacaciones, cómo llegar a acuerdos sobre normas y crianza con los abuelos
Sí, por fin están aquí las vacaciones y son muchas las familias que recurren a los abuelos para cuidar de los hijos. Cuando los abuelos pasan a ser cuidadores de los peques de manera natural aplican sus normas, sus ideas sobre el cuidado de los nietos… El desacuerdo en las pautas de crianza puede convertirse en motivo de conflicto entre padres y abuelos. ¿Qué hacer cuando los padres dicen una cosa y los abuelos otra?
El mejor comienzo: la empatía
Puede que eso que ha hecho la abuela o eso que dijo el abuelo te parezca un ataque, o algo tan inadmisible que te ha molestado sobremanera. Pero párate un segundo y piensa en la intención que tenían en realidad. Vale, sé que hay casos y casos, personas y personas, y no siempre esto va a ser así, pero en muchas muchas ocasiones la intención de los abuelos, por muy invasivo que nos haya resultado, era ayudarnos, es decir, era con amor.
Esto no significa que si no estamos de acuerdo haya que quedarse calladitos “porque como lo hacen con buena intención…”: intentar ser empático y entender el trasfondo sí que nos ayuda a reducir el nivel de enfado, a no pasarlo al terreno del ataque personal. De esta manera seremos capaces de abordar la situación con más calma y la mente más clara (y con más cariño, cosa que nunca está de más).
En la dirección contraria también conviene recordarle a los abuelos que sus hijos ahora son padres, un nuevo rol, que están aún construyendo su “paternidad” (y seguirán, porque es un aprendizaje que nunca se acaba). Puede que uno tenga muy claro qué hay o qué no hay que hacer, pero son ellos, los padres de la criatura, los que tienen que tomar las decisiones, aprender sobre el camino, equivocarse… y también acertar, igual que hicieron ustedes cuando formaron su familia.
¿Quién es quién en el cuidado de los hijos? Definiendo roles
A lo largo de las vacaciones los nietos van a pasar casi más tiempo con los abuelos que con sus padres (la conciliación, que ya sabemos cómo es). ¿Quién decide las normas? (Quisiera puntualizar que no hablo de cuando los abuelos son los cuidadores habituales de los nietos, que entonces habría que matizar algunos puntos.)
Debemos definir el rol de unos y otros para evitar malos entendidos, expectativas, etc. Es decir, concretar de antemano qué papel vamos a desenvolver cada uno de nosotros, qué se espera de los abuelos y por supuesto si ellos están o no de acuerdo con esto, faltaría más.
Para ello conviene que los padres:
Transmitamos claramente qué normas y qué pautas de crianza son las que desarrollan en casa, y que por tanto esperamos que se mantengan en casa de los abuelos (o en presencia de los abuelos como cuidadores).
Hacer llegar, de la mejor manera posible, a los abuelos nuestras necesidades, al tiempo que les hacemos ver lo importantes que son para nosotros estos puntos, y el que ellos, los abuelos, nos apoyen en nuestras decisiones.
Respetar las diferencias entre el rol de padres y el de abuelos: ellos son más permisivos, tienen otra edad… de manera que determinadas normas y pautas que nosotros hayamos marcado quizá no sea factible que los abuelos las supervisen o las lleven a cabo.
Entender que el rol de abuelos, como decía, está más centrado en cuidar, mimar, apoyar y dar cariño que en educar… que es el papel (hablo en general) de los padres.
Pero, ¿cómo le transmitimos nuestras necesidades a los abuelos (si a veces no hacen caso)?
Equipo: la clave, el primer paso y lo más importante es que la pareja ha de formar un equipo indivisible en este sentido (y en muchos otros). Lo que se decida en pareja ha de defenderse y mantenerse ante terceros.
En privado y en pareja debemos negociar los límites y normas que queremos transmitirle a los abuelos, y se tomarán decisiones.
Hay que “elegir las batallas”: puede que haya setenta cosas que hagan tus padres o tus suegros que te irriten, pero intentar cambiarlas todas es un tanto irreal y solo va a provocar tu desgaste. Tómate (tomaos) un tiempo para determinar qué cosas son las verdaderamente importantes para vosotros, las líneas rojas, los irrenunciables, e id a por ellas. Si a los abuelos les gusta vestir al peque de una manera que no es vuestro estilo, pero también se vuelven locos dándole chocolate a todas horas… ¿qué es más importante? Darles algo de cancha, hacer algunas concesiones, es importante, el quid pro quo facilita las cosas.
Suele recomendarse que sea el familiar directo de los abuelos el que le transmita el mensaje, dado que el nivel de confianza e intimidad es mayor (y en cierta forma evitamos poner en una situación incómoda al otro miembro de la pareja, que es familia política). Sin embargo esto depende, obviamente, de la relación que tengamos con los abuelos, es decir, depende de cada familia.
Ser consistentes con las decisiones: a veces hace falta recordárselas varias veces. Por esto mismo debemos hacerlo con cariño, sin ser desagradables. Recordemos que nuestro objetivo es que se cumplan, no entrar en conflicto con ellos, así que intentemos decirlo de la mejor manera posible.
Algunas claves (para todos)
Evitar las confrontaciones en presencia de los niños ya que esto hace que tanto padres como abuelos, que en ambos casos (aun con características diferentes) son figuras de autoridad para los niños, queden desautorizados.
Si hay puntos de desacuerdo se comentarán en privado, y nunca en presencia de los niños. Es decir, ante ellos debemos mostrar unidad y coherencia de criterios, al igual que se recomienda entre los miembros de la pareja.
Refuerzo: tanto unos como otros estamos desempeñando una tarea con la que no siempre nos sentimos seguros, de ahí que sea importante que nos reforcemos mutuamente. Dar las gracias, alabar una acción o reconocer las virtudes son conductas que no cuestan nada, hacen que todos nos sintamos mejor y que todo fluya con más facilidad.
La relación padres y abuelos no siempre es fácil, y menos cuando, como decía, existen desacuerdos en cuanto a los cuidados de los hijos. Pero no debemos perder de vista que a fin de cuentas lo que todos queremos es el bienestar de los peques, así que hagamos todo lo que esté en nuestras manos, en las de padres y abuelos, para garantizarlo: y eso pasa por llegar a acuerdos.
Fotos: iStockphoto
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