Existe la creencia de que los niños con altas capacidades son antisociales y solitarios, que les cuesta hacer amigos o trabajar en equipo. En términos generales, estas afirmaciones están cargadas de prejuicios y estereotipos, pues al igual que sucede con el resto de niños, habrá a quienes les cueste más trabajo socializar, mientras que a otros no.
Sin embargo, es un hecho que el cerebro de los niños con altas capacidades trabaja de una forma diferente, y como tal podrían surgir ciertos desafíos que influyeran a la hora de relacionarse con sus iguales.
Te explicamos cómo entienden la amistad los niños con altas capacidades y qué puedes hacer para ayudar a tu hijo a hacer amigos si tiene dificultades.
En general, los niños con altas capacidades socializan igual que los demás
Como decíamos al inicio, afirmar que a todos los niños con altas capacidades les cuesta hacer amigos no solo es falso, sino que se trata de uno de los mitos más extendidos en torno a esta condición.
Y es que al igual que el resto de niños, cada niño con altas capacidades es único, por lo que será su personalidad, habilidades sociales y experiencias vividas lo que le influya a la hora de hacer amigos.
Esta es una de las conclusiones que se recogen en este estudio publicado por la Universidad de La Laguna:
Inadaptación y alta capacidad intelectual son variables independientes, y no hay evidencias que permitan sostener que los individuos más dotados son inadaptados.
Los resultados obtenidos apoyan la postura de que es preciso analizar de una forma científica los prejuicios y mitos que se tienen respecto al colectivo de altas capacidades, en concreto aquel que estipula que una alta capacidad intelectual es sinónimo de la existencia de problemas relacionales.
Ahora bien, dicho esto también es importante recalcar que muchos niños con altas capacidades presentan unas necesidades específicas que deben ser correctamente atendidas para un desarrollo íntegro, positivo y emocionalmente saludable. Cuando esto no sucede es posible que surjan determinados problemas o desafíos, y algunos de los cuales podrían afectar a su socialización.
Las principales dificultades que pueden tener los niños con AACC en sus relaciones sociales
Aunque no todos los niños con altas capacidades van a presentar dificultades sociales, las diferencias cognitivas y emocionales ligadas a la alta capacidad puede hacer que algunos niños tengan problemas a la hora de hacer amigos o de mantener relaciones estables y saludables.
Algunos de los factores que pueden influir en la interacción social de los niños con altas capacidades son:
Desarrollo asincrónico. Los niños con altas capacidades a menudo tienen un desarrollo asincrónico, lo que significa que su desarrollo intelectual, emocional y social está desalineado. Esto hace que en muchas ocasiones se sientan más cómodos interactuando con adultos o niños más mayores, en lugar de hacerlo con compañeros de su misma edad.
Intereses particulares. A menudo, los niños con altas capacidades tienen intereses muy específicos y profundos, y esto puede llevarles a obsesionarse con un tema (investigan continuamente sobre ello para saber más, siempre hablan de lo mismo, desean contarte todo lo que saben...). El problema surge cuando el resto de niños no comparten sus mismos intereses, y los que lo hacen no manifiestan la misma vehemencia.
Alta sensibilidad y alto grado de empatía. Los niños con altas capacidades suelen ser altamente sensibles y conectar con facilidad con las emociones de los demás. Pero aunque estas características puedan parecer a priori un punto a favor a la hora de hacer amigos, también podrían acarrearles ciertos problemas. Un alto grado de empatía puede llevarles a sufrir profundamente ante los problemas de los demás y a generarles una gran frustración. Por otro lado, su alta sensibilidad emocional y sensorial hace que a menudo se sientan abrumados, sobrepasados e incomprendidos y busque la soledad para autorregularse y calmarse.
Alto sentido de la justicia. Los niños con altas capacidades presentan un alto sentido de justicia que les lleva a cuestionar muchas situaciones. Entre otras cosas, este sentido de la justicia podría influir en la forma en que perciben y entienden la amistad, pues a menudo establecen estándares elevados en equidad y honestidad que otros niños no se plantean.
Aburrimiento. A menudo, los niños con altas capacidades no están correctamente motivados en el colegio, enfrentándose a diario a clases repetitivas y contenidos que ya tienen más que asimilados. Esta frustración y aburrimiento puede llevar a algunos niños a adoptar conductas disruptivas en el aula que acaben propiciando su aislamiento y rechazo por parte de los compañeros.
Perfeccionismo y competitividad. Muchos niños con altas capacidades son muy perfeccionistas y tienen el constante deseo de competir y sobresalir. Este afán por destacar y hacerlo todo perfecto puede provocarles una cierta dificultad a la hora de relacionarse con otros niños y trabajar en equipo.
Curiosamente, estas dificultades a la hora de socializar suelen afectar con más frecuencia a los niños con altas capacidades que a las niñas. Para los expertos, la explicación estaría en el esfuerzo extra que hacen las chicas por encajar en su grupo de iguales, conscientes de la importancia que tiene adaptarse a las dinámicas del entorno.
Todo ello hace que la mayoría de las niñas y adolescentes acaben ajustándose a las expectativas que la sociedad tiene de la mujer, y enmascarando su talento y habilidades como una forma de prevenir el aislamiento y de sentirse integradas dentro de su grupo de referencia.
Cómo ayudar a socializar a tu hijo con altas capacidades
Aunque hay niños con una predisposición natural a relacionarse con los demás, también los hay que pueden presentar una mayor dificultad, tanto si tienen altas capacidades como si no. Si es el caso de tu hijo debes saber que las habilidades sociales se pueden entrenar y desarrollar a lo largo de la vida, por lo que irán mejorando mediante la práctica y la experiencia.
Os dejamos algunos consejos que podrían ayudar a estimular las habilidades sociales de los niños con altas capacidades:
Fomenta la aceptación. Es importante que el niño con altas capacidades entienda cómo es y por qué siente y actúa cómo lo hace. Ayudarle a comprenderse favorecerá su autoestima y autoaceptación.
Comunicación abierta. Habla con tu hijo sobre sus sentimientos y experiencias sociales. Escucha atentamente sus preocupaciones y ofrécele un espacio seguro para expresarse. También es recomendable hablar sobre la amistad y las expectativas realistas en las relaciones sociales, para que el niño entienda que es normal tener altibajos y conflictos.
Actividades extracurriculares para niños con altas capacidades. Inscribir a tu hijo en actividades extracurriculares orientadas a niños con altas capacidades le ayudará a no sentirse diferente, y a compartir con otros niños como él sus mismos intereses e inquietudes.
Juego al aire libre. Llevar a tu hijo al parque cada día es una excelente forma de desarrollar sus habilidades sociales al compartir espacio, juegos y actividades con otros niños de su edad.
Deporte en equipo. Hacer deporte tiene grandes beneficios para la salud física y mental, y en el caso de niños y adolescentes contribuye también a la socialización, especialmente los deportes de equipo.
Actividades grupales. Fomenta la participación de tu hijo en actividades y juegos grupales que le permitan trabajan en el desarrollo de habilidades sociales, como el trabajo en equipo, el liderazgo positivo, la empatía o la resolución de conflictos.
Apoyo emocional y orientación profesional. Asegúrate de que tu hijo se sienta apoyado emocionalmente en casa. La autoestima y la confianza son fundamentales para la interacción social exitosa. No obstante, si el tema os preocupa o crees que tu hijo podría necesitar ayuda especializada, no dejes de consultarlo con un especialista.
En resumen, los niños con altas capacidades no tienen por qué presentar más dificultades en sus relaciones sociales que el resto de niños. Como sucede en otros aspectos de la vida, la capacidad para hacer amigos va a depender de múltiples factores entre los que se incluyen las habilidades personales, la influencia del entorno o las experiencias vividas.
No obstante, algunos niños con altas capacidades podrían enfrentar ciertos desafíos derivados de su condición, por lo que en esos casos es importante atender las necesidades individuales del niño y fomentar su socialización.