Bebé de cinco meses: todo sobre alimentación, sueño y desarrollo en el quinto mes de vida

Bebé de cinco meses: todo sobre alimentación, sueño y desarrollo en el quinto mes de vida
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A medida que crece, el bebé de cinco meses cada vez consigue un mayor control de sus movimientos y de su cuerpo, y sobre todo, avanza en su comunicación con nosotros, colmándonos de gozo y de emociones.

Su evolución avanza y las habilidades sociales son para él fuente inagotable de placer y de aprendizaje. Sigue siendo un bebé muy pequeño, por lo que su alimentación sigue siendo exclusivamente leche materna o artificial adecuada. El control de sus músculos es un esfuerzo motivado sobre todo por sus ganas de descubrir el entorno y de la atracción que todo cuanto le rodea ejerce sobre él.

Veamos con más detenimiento las características específicas de los bebés de cinco meses, tanto en lo físico como en lo emocional

Alimentación del bebé de cinco meses

A los cinco meses los bebés deberían ser alimentados exclusivamente con leche materna o artificial recomendada por el pediatra y no introducir la alimentación complementaria prematuramente.

Muchos bebés atraviesan en el tercer o cuarto mes de edad crisis de crecimiento en los que su demanda de alimento crece y puede angustiar especialmente a las mamás lactantes. A los cinco meses la lactancia está, habitualmente, bien establecida y la producción regulada a la demanda.

Sin embargo en muchos casos el bebé sigue necesitando, si lo pide, la lactancia nocturna para mantener una nutrición correcta. Además muchas mamás se han reincorporado al trabajo para entonces, por lo que puede suceder que las tomas que no hace de día las pida de noche. Es perfectamente normal.

Los bebés que toman biberón siguen también una pauta de regularización de sus tomas y siguen siendo lactantes que deben alimentarse de leche adecuada para ellos. En cualquier caso el biberón, excepto si hay indicación del pediatra al respecto, debe darse a demanda.

Crecimiento del bebé de cinco meses

El bebé sigue creciendo a un ritmo más o menos regular, aunque no hay que descartar que sucedan cambios en su percentil sin que estos, en principio y salvo indicación del médico, sean preocupantes. Especialmente los bebés amamantados crecen a rachas, por lo que una disminución del ritmo de crecimiento puntual no es una cuestión que indique patología alguna.

La media de crecimiento a lo largo del quinto mes es de un par de centímetros tanto para los chicos como para las chicas y de unos 500 gramos tanto para los niños como para las niñas tal y como muestran las gráficas de la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo hay que reiterar que los percentiles son una orientación y que cualquier percentil es correcto, sin que esté más sano un niño por estar en un percentil superior o inferior. Los cambios de percentil muy bruscos y además acompañados de síntomas adversos son lo que podría alertar de un problema, pero no el que nuestro bebé sea uno de los que están por debajo del 50 o del 25.

El sueño del bebé de cinco meses

Los bebés de cinco meses siguen teniendo numerosos despertares nocturnos completamente sanos y normales para su edad. Para ellos es muy necesario ser atendido en estos despertares y sentir la compañía de sus padres, especialmente dejándoles mamar si lo piden. Dormir con el bebé en la habitación o incluso en una cuna de colecho facilita mucho el descanso nocturno y proporciona más tranquilidad a la familia.

Desarrollo del bebé de cinco meses

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La capacidad para moverse y el control de los músculos de nuestro bebé avanza rápidamente. Ahora maneja su cuerpo de manera más rápida y lo controla mejor.

Puede darse la vuelta, levantar la cabeza arqueando la espalda si está boca abajo y levanta la cabeza y los hombros si está boca arriba.

El control de los músculos de tu bebé es más enérgico, más rápido y coordinado. Se puede dar la vuelta pasando de estar boca abajo a boca arriba sin ninguna ayuda. Si lo recuestas boca abajo seguramente ya extiende sus brazos y piernas y arquea su espalda, y si lo recuestas boca arriba, levanta la cabeza y hombros.

La ventana en la que irá adquiriendo otras habilidades motoras se abre ahora y dentro de la normalidad hay muchas posibles variaciones, como podemos ver en la tabla de la OMS que indica los logros que van consiguiendo los bebés. A partir de ahora comienza el avance hacia la posición sentada sin ayuda y el gateo, que se pueden presentar próximamente.

Coordina el agarrar cosas con sus manitas y enseñarle juguetes seguros es una manera de ayudarle a ejercitarse. Y aviso, deben ser juguetes seguros, porque su manera de explorar las características de las cosas es bucal y táctil, y todo lo que le demos se lo va a llevar a la boca, no siendo conveniente impedirlo excepto si ha cogido algo peligroso.

Aprendiendo a hablar

Pues si, el bebé está empeñado en aprender a hablar. Le encanta que le digamos cosas, que le cantemos, le recitemos poemas y cantemos sonadas infantiles. Es muy sensible a los gritos y a cualquier tono amenazante o nervioso que usemos con él, y para él supone ya eso un verdadero sufrimiento. La dulzura en el trato y las palabras, la alegría y los mimos son el mejor alimento para su crecimiento intelectual.

Empieza a balbucear repitiendo vocales abiertas y las consonantes eme, be y pe. Hace mucho ejercicio incluso cuando está solo, intentando reproducir sonidos con su aparato fonador en desarrollo. Podemos escuchar sus pedorretas tan simpáticas y colaborar con él repitiéndolas.

Puede parecernos que entiende muchas cosas que decimos, y posiblemente sea verdad, incluso podemos adivinarlo al fijarnos en muchas de sus reacciones alegres.

Reconoce su nombre, los sonidos y su dirección y las voces de las personas que ama, volviendo su cabeza y alegrándose al escucharlas. Hablarle mucho y con mucho amor es la mejor manera de comunicarnos con él.

Las emociones y la sociabilidad del bebé de cinco meses

El bebé ha avanzado mucho en su capacidad de expresarse y paralelamente lo hace también en la complejidad y riqueza de su mundo emocional y sus relaciones sociales y afectivas.

No le gusta estar solo y reclama atención y compañía, pues le son muy necesarias. Si salimos de su campo de visión para él hemos desaparecido de su horizonte de experiencia y es común que eso desencadene un llanto desconsolado que haremos muy bien en atender.

Su amor es enorme por nosotro y su capacidad de expresarlo es inagotable, besos, carantoñas, mimos, caricias nos encantan y él es muy feliz con nuestras manifestaciones afectuosas. Se ríe de las gracias y carantoñas que les hagamos y eso hace que disfrutar de su compañía sea un regalo que no hay que dejarse perder.

Puesto que reconoce la voz y empieza a ser capaz de entender, nuestra llegada a casa será saludada con alegres gorjeos y si salimos de su visión es adecuado informarle aunque no estemos seguros de que comprenda lo que le decimos. Es muy posible que tanto como le alegra nuestra presencia le asuste y le molesten los extraños, especialmente si lo toman en brazos o se quedan con él sin estar presentes las figuras paternas que le aportan seguridad. No hay que forzarlos, pues su reacción es muy natural.

Conclusión

Los grandes avances en el desarrollo físico, cognitivo y emocional de nuestros bebés no tienen que ser iguales en todos ni darse en el mismo momento. Hay algunas pautas generales pero ante cualquier duda siempre se debe consultar con el pediatra, que será quien valorará si todo avanza según la normalidad.

Pero por supuesto, nuestro papel como padres es ofrecer al pequeño el entorno adecuado para favorecer su desarrollo, sin estimularlo en exceso ni obsesionarnos con ejercicios, sino simplemente disfrutando, dedicándole tiempo, hablándole, jugando con eél y estando presentes consciente y amorosamente cuando nos necesita.

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