A partir del tercer mes el bebé comienza a descubrir sus manos y a utilizarlas para intentar coger los objetos que tiene a su alcance. Empieza usando todos los dedos y sólo puede agarrar objetos acordes a su tamaño de mano, pero será aproximadamente a partir del octavo o noveno mes cuando empiece a utilizar el agarre en forma de pinza o pinza digital cogiendo objetos más pequeños entre el dedo pulgar y el índice.
Poco a poco irá perfeccionando esta forma más madura de agarrar los objetos hasta hacerlo cada vez con mayor precisión. Ahora puede agarrar y a la vez apretar los dedos para sujetar los objetos.
Que el niño aprenda a coger las cosas con dos dedos en lugar de con la mano entera como hacía antes puede parecer un hecho insignificante, pero en realidad representa un avance fundamental en el desarrollo psicomotriz del niño.
No sólo es importante desde el punto de vista de la destreza manual. A partir de este pequeño gran logro en su motricidad fina se abre ante el pequeño todo un mundo de posibilidades por explorar que influye positivamente en su aprendizaje.
La evolución del agarre en el bebé
Aproximadamente en la vigésima semana de gestación el bebé ya puede cerrar los dedos de la mano dentro del vientre materno.
A partir de ese momento surge el reflejo de prensión, que permanece durante los primeros meses de vida extrauterina. Cuando colocamos nuestro dedo en la mano del bebé lo coge y aprieta con fuerza. Es un acto instintivo, se cree que heredado de nuestros antepasados como medida de defensa en caso de peligro.
Hacia el tercer mes el niño empieza a abrir las manitas, llevárselas a la boca, intentar coger cosas, pero es recién alrededor de los cinco meses cuando logra calcular mejor las distancias y logra coger los objetos con toda la mano.
Más tarde es capaz de cambiar los objetos de una mano a otra y de coger cosas con ambas manos utilizando el pulgar en oposición a los cuatro dedos.
A medida que va mejorando la coordinación y la destreza, el bebé va perfeccionando la técnica de agarre hasta que es capaz de coger cosas cada vez más pequeñas mediante la oposición del pulgar y el índice en forma de pinza.
Es capaz de coger una canica, una pieza pequeña y hasta una miga. En esta etapa deberemos tener mil ojos para controlar que no se introduzca objetos pequeños en la boca, en la oreja o en la nariz.
Lo divertido es que el bebé ha aprendido a coger, pero aún no entiende el concepto de soltar. No tiene clara la relación de aflojar la presión de los dedos pulgar e índice para soltar el objeto. Recién podrá hacerlo alrededor de los diez u once meses de edad. Para ayudarlo podemos colocar la palma de la mano debajo de dicho objeto para que al encontrarse con una superficie plana pueda relajar los dedos soltando el juguete (o lo que sea).
Una vez que haya aprendido el concepto, a prepararse , pues empezará a arrojar cosas para practicar su nueva habilidad.
Hacia los doce o quince meses, el niño alcanza una refinada prensión con las yemas de los dedos índice y pulgar con mejor dominio de la manipulación adaptándose al peso y al tamaño del objeto.
Cómo estimular el agarre de pinza
Una buena forma de estimular el agarre de pinza es colocarle trozos de comida blandita que el bebé pueda coger para llevarse a la boca como por ejemplo trozos de patata hervida o de plátano (no dejéis de controlarlo por si pudiera atragantarse).
Es una práctica que le ayudará a perfeccionar la técnica de agarre a la vez que estimula la experimentación del bebé con los alimentos, lo cual es muy enriquecedor desde el punto de vista nutricional. Si os interesa, podéis ampliar la información sobre esta modalidad en Alimentación complementaria: "Baby-led Weaning".
Es curioso que esta nueva forma de agarrar los objetos coincide en la etapa de desarrollo en la que el bebé el capaz de comer llevándose por sí mismo la comida a la boca.
Otra manera de estimular el uso de sus dedos de forma independiente es a través del juego. Podéis jugar “este compró un huevito” cogiendo los dedos del bebé de cada mano uno a uno.
También cogiendo papeles de una mesa y más adelante, apretando botones, señalando, jugando con plastilinas, apretando pelotas blandas.
Un paso fundamental en su desarrollo
El agarre de pinza marca un hito en el desarrollo psicomotriz del niño. A partir de que comienza a coger los objetos de una forma más precisa se abre ante él un mundo por posibilidades por descubrir, explorar, tocar.
Empezará una exploración de objetos y formas más complicadas. Empezará a introducir los dedos en agujeros, cogerá la cuchara para llevárela a la boca, introducirá cubos o juguetes en un agujero, cogerá una cuerda para arrastrar un juguete... Acciones que están relacionadas con el encadenamiento entre causa y efecto y con una comprensión cada vez más compleja y completa del mundo que le rodea.
Fotos | Bawdy Nan, ThrasherDave y madgerly en Flickr En Bebés y más | El bebé descubre sus manos, Estimular las manos de un bebé, El reflejo de prensión y su evolución