¿Por qué los niños aprenden antes unas palabras que otras?

¿Por qué los niños aprenden antes unas palabras que otras?
6 comentarios

Comparando entre nuestro hijo y los demás niños de su entorno de su misma edad, podemos fijarnos en que no todos tienen el mismo vocabulario ni se expresan de la misma forma. Unos niños hablan de una forma más parecida a la de los adultos, mientras que otros tienen un habla más acorde a su edad. Sin embargo, como apunté antes, todos tienen la misma edad. Entonces, ¿por qué los niños aprenden antes unas palabras que otras?.

No todos los niños tienen un mismo repertorio de nombres de objetos, animales o cosas; tampoco se expresan con frases iguales, en cuanto a longitud de las mismas se refieren. Es decir, hay niños que pueden decir, ante una pregunta de un adulto del tipo "¿qué tienes en la mano?", "la pelota grande" mientras que otros pueden decir "esta pelota grande".

Como siempre que hablo del lenguaje, siendo aplicable esta regla a otras muchas habilidades, hay que tener siempre en cuenta que cada niño es un mundo, y que dependiendo de varios factores, los niños podrán manejar antes o después un determinado tipo de vocabulario y expresiones, así como aprender antes unas palabras que otras.

Para empezar, podríamos decir que los niños empiezan a decir sus primeras palabras, o lo que nosotros interpretamos como tales, aproximadamente hacia los 12 meses de vida. Y digo lo que nosotros interpretamos como palabras porque los padres estamos deseosos de que nuestro hijo se dirija a nosotros con palabras.

En este afán de querer oír a nuestro hijo decir "papá" o "mamá" nos hace dar un significado determinado a las emisiones típicas de la etapa del balbuceo del pequeño y actuar de forma consecuente. No obstante, esto no es nada malo, ya que así facilitaremos a que el niño adquiera realmente, y de forma efectiva, las palabras.

Esto nos hace ver que la adquisición del vocabulario no es algo que el niño tenga que hacer él solo, sino que nosotros jugamos un papel muy importante en este proceso. Un ejemplo muy claro es cuando nosotros le leemos un libro a nuestro hijo ya que, como ya vimos, es una forma muy efectiva de facilitar que aprenda palabras nuevas, en especial en niños de a partir de dos años.

Si nos damos cuenta, muchas de las palabras que nuestros hijos usan en su día a día son aquellas que nosotros hemos dicho delante de ellos con la misma intención con la que lo hacen los peques. Es decir, si yo he dicho delante de mi hijo muchas veces "voy a tomarme un vaso de agua", y él ve cómo cojo el agua y lo pongo en un vaso, es más fácil que cuando el niño quiera beber, emplee una frase parecida a la mia, o simplemente la palabra agua, para hacerme a mi entender que quiere calmar su sed.

Por otro lado, no sólo con los adultos el niño adquiere lenguaje, ya que en contextos en los que hay mucho niños (en el parque, en la escuela, en la familia si hay varios niños...) y especialmente si éstos son de edades diversas, nuestro hijo tendrá un entorno que le aportará muchos modelos diferentes. La presencia de otros niños hace que tengan que adaptar su forma de hablar para aquellos que no son tan hábiles como los adultos, en lo que a lenguaje se refiere.

Generalmente, las palabras que compondrán el vocabulario de nuestro hijo hacia los dos años de vida serán principalmente nombres, adjetivos y verbos, aunque esto no indica que los niños no sean capaces de emplear preposiciones, conjunciones y demás tipo de palabras.

Entre los nombres, los más empleados son los que se refieren principalmente a nombres de persona o de animales, mientras que los verbos que más usarán nuestros hijos serán los de acción, es decir, los que indiquen alguna actividad o un cambio de estado.

Los niños usarán sus propias tácticas para lograr adquirir el mayor número de palabras posibles, pero como hemos visto antes no tendrán que hacerlo solos; nosotros y el entorno seremos un pilar muy importante en este proceso. Los niños tendrán que jugar para divertirse aprendiendo, y nosotros tendremos que adaptarnos a las necesidades del pequeño para favorecerle su aprendizaje.

Así, vemos que hay muchos factores que influyen en que los niños aprendan antes unas palabras que otras, bien por su facilidad a la hora de pronunciarlas, bien porque son más comunes en su día a día, o bien porque los niños tienen una respuesta inmediata ante ellas, cosa que no ocurriría con otras (es más fácil aprender la palabra "pelota", ya que podrán tener un objeto físico que bota en sus manos, que la palabra "encima", que incluye unos procesos cognitivos más complejos).

Foto | Harald Groven en Flickr. En Bebés y más | Beneficios de fomentar la lectura temprana, El lenguaje y el entorno, Las consecuencias de la sobreprotección en el lenguaje

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Me ha gustado mucho el artículo. Este curso tengo infantil 3 años y veo diferencias muy significativas entre los alumnos, tanto a nivel lingüístico (vocabulario, estructura de frases) como a nivel de articulación de fonemas. Cada niño se encuentra en un nivel madurativo, por su edad, por sus características pero también muy influido por el entorno familiar.

      En general observo que los niños que juegan con otros niños hablan más y mejor que los que pasan las tardes viendo la tele. Puede que el lenguaje de la tele sea más correcto y elaborado pero son meros recedptores (no practican). Sin embargo jugando en el parque con otros niños, con sus hermanos mayores en casa o si han ido a la guardería, son situaciones de "comunicación real", donde no son solo receptores sino también emisores.

      Y como comenta Yesica los niños que crecen en un entorno rico en estímulos culturales suelen destacar por su lenguaje en la etapa infantil: leer con ellos, explicarles cosas con un vocabulario adecuado, conversar sobre diversos temas, hacerles participar en diferentes situaciones comunicativas (felicitar a un familiar por teléfono, pedir médico qué le pasa...)

      Un aspecto que indica muy bien la madurez lingüística de un niño es su capacidad para captar el doble sentido de las palabras y para usar frases hechas.

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    • Avatar de anamare Respondiendo a anamare

      Me alegro mucho de que te gustara el artículo. En verdad, no hay mejor situación que la vida real para poder desarrollar las capacidades de cada niño. Después de todo, será ahi donde tendrán que usar las estrategias adecuadas para poder conseguir que un niño juegue con él o que le preste su juguete.

    • interesante

      Es increíble lo que hace la lectura temprana!!. A mi hija, de ahora 3 años y medio le empezamos a leer desde chiquita. Estábamos bastante preocupados por que ella no empezó a decir sus primeras palabras hasta el año y medio. Pero, en cuanto comenzó a hablar también agregó palabras que no le decíamos, pero que aparecían en los libros. Ella es de las más chiquitas de la sala, entró al jardín con 2 años y 9 meses, sin embargo su vocabulario y su forma de hablar son a veces mejores que las de sus compañeritos. Te dejo la última anécdota del día de la primavera: (a mi hija le habían pintado la carita en el jardín) Papá: Que linda esa mariposa Ro!! ¿Quien te la pintó? Ro: Monet Yo: *pocker face* Y nos morimos todos de risa

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    • Avatar de niniapastelillo Respondiendo a niniapastelillo
      interesante

      ¡Ja,ja,ja,ja! ¡Muy buena! La verdad que a veces nos dejan sentados en la silla debido a las respuestas que nos dan. ¡Me encanta cuando pasa eso!

    • Me parece genial que incidas en el proceso madurativo de cada niño y en la parte activa de los padres, nos hace ser muy conscientes de que por mucho que estimulemos el niño hablará cuando esté preparado para ello.

      En nuestra casa verbalizamos cada acción con el fin de enriquecer el vocabulario de nuestro hijo de 25 meses y que la peque de 10 se vaya familiarizando. Disfruto sobre todo del porteo por que nos permite una interacción lingüística que acaso con la silla de paseo no se tenga, porteando no sólo dialogas con tus hijos, también les permites ser más partícipes de acciones cotidianas (hacer la cama, preparar comida, colocar ropa...) y luego ellos aprenden de forma muy natural como se hacen esas cosas.

      Nuestro hijo aún es un poco avaro con las palabras, tiene un vocabulario muy amplio para su edad pero lo sabemos por que señala el objeto nombrado y no por que lo verbalice. Hace años leí un libro que me pareció fantástico "El mamífero articulado", sobre como se va formando el lenguaje en el cerebro, gracias a este libro me ahorro ansiedad o preocupaciones cuando alguien nos señala lo poco que habla nuestro hijo, yo sé que él hablará cuando las palabras que salgan de su boca le suenen como las que tiene en su cabeza.

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    • Avatar de brujanorte Respondiendo a brujanorte

      Muchas gracias. Es muy importante que en la casa el niño tenga un ambiente estimulante para poder desarrollar correctamente el lenguaje. Al fin y al cabo, nosotros somos sus modelos.

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