El rifirrafe entre Reinas ha puesto sobre la mesa el tema de la rivalidad entre abuelas. Parece que, mientras la Reina Sofía ve poco a las infantas Leonor y Sofía, la abuela materna, Paloma Rocasolano, tiene pleno acceso a la Zarzuela e incluso se queda a dormir cuando los Reyes están de viaje.
Se habla de la preferencia de una abuela sobre la otra, algo que pasa en muchas familias, y nos preguntamos: ¿Prefieren los niños a las abuelas maternas frente a las paternas? ¿Cuáles son los motivos?
La abuela materna, la favorita
La reivindicación de las abuelas paternas no es solo una cuestión de percepción. Existen estudios avalan que la abuela materna gana (por goleada) en el ránking de afectos de los peques, seguidas de la abuela paterna, el abuelo materno, y el pobre abuelo paterno, que ocupa el último lugar.
Las abuelas maternas, en general, se implican más en el cuidado de los niños y aquí, el elemento clave es la madre.
La ventaja matrilineal
Las mujeres generalmente tenemos vínculos más cercanos con nuestros padres que con nuestra familia política (y que nuestras parejas con sus propios padres), lo que lleva a relaciones más estrechas entre hijos y abuelos maternos. Es lo que los expertos llaman ventaja matrilineal. Así lo describe la psicóloga Karen Fingerman aquí:
"Las díadas madre-hija tienen contactos telefónicos más frecuentes, más apoyo emocional y consejos, más que las madres con hijos o padres con hijas. También se ocupan más de mantener el contacto con familiares, compartir noticias, planificar reuniones festivas...".
Además, como el cuidado de los niños sigue recayendo más en nosotras, al final "tiramos" más de ellos para que nos ayuden con los niños. Del mismo modo es frecuente que los abuelos maternos pueden opinar sobre la crianza de los niños con más tranquilidad que los abuelos paternos, que temen generar tensiones con la madre de sus nietos.
Otros motivos
Por supuesto, la ventaja matrilineal no es el único aspecto a tener en cuenta a la hora de valorar las preferencias de los nietos. Hay otros factores determinantes que recoge un informe de la Universidad Complutense de Madrid :
La cercanía geográfica: Es de sentido común que cuanto más cerca vivan los abuelos de los nietos más veces se verán y compartirán actividades juntos y más estrecha será su relación. En esto, también el rol de género juega un papel importante: en España, dos tercios de los hijos adultos viven cerca de sus padres y si eres mujer, más posibilidades de tener a tu madre por vecina.
La edad: La relación cambia muchísimo en función de la edad, la salud y el nivel de energía. Unos abuelos activos y ágiles se convierten en el mejor compañero de juegos de los pequeños y, obviamente suben puestos en el ránking de "abuelo más guay del parque", como dice el anuncio.
La relación que tengamos con nuestros padres: Si tenemos una buena relación con nuestros padres y consideramos que han hecho un buen trabajo con nuestra educación, lógicamente los consideraremos una influencia positiva para nuestros hijos y querremos que pasen mucho tiempo con ellos. Sin embargo, en los casos en los que los papás no se llevan bien con sus progenitores las relaciones con los nietos suelen resentirse.
¿Y qué pasa con los hijos varones y sus hijos?
Pues básicamente que, dependiendo de cómo te lleves con tu nuera, así será la relación con tus nietos. Las principales quejas de las abuelas es que no pueden ver a sus nietos tanto como les gustaría y entre las nueras es común considerar que la abuela paterna se mete demasiado en la vida de la familia o que no respeta la forma de crianza que han elegido los padres.
A final, la relación puede ir enrareciéndose poco a poco y llegarse a situaciones como la que se ha vivido en la familia real esta semana. Lo que sí está claro es que los beneficios de la relación entre abuelos y nietos son tantos que merece la pena hacer todo lo posible por que los niños estén en contacto con todos sus abuelos.
Vía | www.nytimes.com En Bebés y más | Sin salto generacional, conectando a los abuelos con los niños, La tensión entre la Reina Letizia y Doña Sofía: el manotazo de Leonor y el respeto hacia los abuelos por encima de todo