Estamos ya en verano y la retirada del pañal es un clásico en esta época. Verano y quitar el pañal, dos eventos que van ligados como las patatas y el ketchup, la pizza y el fútbol y el móvil y el pulgar. Miles de niños están estos días tratando de entender por qué sus padres, de repente, les han quitado el pañal y por qué quieren que ahora lo hagan todo en otro sitio.
Ahora bien, pese a que todos damos por hecho que el momento para quitar el pañal es el verano, deberíamos preguntarnos si esta sociedad que parece inseparable lo es en realidad, si es el verano el mejor momento y si no sería mejor que fuera el niño quien nos dijera cuándo es el mejor momento.
El pañal se lo pusimos nosotros
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el pañal lo ponemos nosotros, los padres. Ellos nacen sin pañal con una particularidad: son tan inmaduros que no son capaces de controlar los esfínteres y andan haciendo pipí y caca todo el día por todas partes. Esto, obviamente, es un problema para los padres, que de no usar pañal tendríamos que estar todo el día limpiando ropa, sábanas, suelos y a nosotros mismos.
Entonces, porque nos conviene a nosotros, les ponemos un pañal y les acostumbramos a ellos para que hagan ahí lo que quieran. Hay culturas donde esto no lo hacen (pasaos a ver cómo lo hacen en China), ya sea porque no tienen pañales, ya sea porque no tienen medios para adquirirlos. Hacen uso de la comunicación de la eliminación y de ese modo consiguen que el niño sea relativamente autónomo muy pronto, antes incluso de que empiecen a hablar.
Pero para nosotros es complicado, porque no siempre tenemos un sitio donde correr con el bebé a hacer lo que tenga que hacer, así que por comodidad les ponemos el pañal, les acostumbramos a ellos y decidimos unilateralmente cuándo es el momento de quitárselo.
Son los niños quienes deberían quitarse el pañal
Por delicadeza, por respeto, y por lógica, ya que controlar los esfínteres es un proceso madurativo, los niños son quienes deberían decidir cuándo quitarse el pañal. Sin embargo, llega el verano en que el niño tiene dos años y todo son presiones. La familia que por qué no se lo quitas, el pediatra que ya tiene dos años y que el pañal ya no hay que llevarlo, las amigas que cómo es que no haces nada y tú que no te ves diciendo eso de "es que quiero que sea él quien se lo quite".
Sin embargo es así, o debería ser así. Controlar los esfínteres no es algo que se aprenda a hacer porque los padres quieran. Miles de padres han quitado el pañal a sus hijos este verano y miles de niños siguen meándose y cagándose (con perdón... si preferís puedo decir orinándose y defecándose) por todas partes. Los padres, a pesar de que el niño les dice a gritos que "yo esto no sé cómo va", siguen obcecados en enseñarle y al final lo conseguirán, quizás en días, quizás en semanas, quizás en meses.
Ya lo he explicado alguna vez, pero lo repito. Una educadora infantil me dijo una vez que hay que persistir, que hay que estar encima del niño para que lo haga bien, porque al final se consigue que aprenda, y que hay niños que a veces tardan meses en aprenderlo, pero que gracias a la insistencia al final lo entienden y lo hacen bien.
El error es de concepto. Controlar los esfínteres no se aprende porque alguien te lo enseñe. Uno lo aprende porque está preparado para hacerlo. Un niño que está meses haciendo de todo por todas partes porque los adultos se han confabulado para que no lleve ni un pañal más es un niño al que nadie entiende y un niño que bien podría haber estado esos meses con pañal, para luego dejarlo enseguida en el momento en que hubiera sido capaz de controlar.
¿Y si les dejamos, cuándo se los quitarían?
La gran pregunta es, ¿cuándo se los quitarían?, a la que respondo con un depende de cada niño. ¿Cuándo empieza a caminar un niño? ¿Cuándo empieza a hablar? Pues depende de la madurez o del interés que el niño tenga en ese asunto. Hay niños que caminan con once meses y niños que no lo hacen hasta los 17, hay niños que al año dicen muchas cosas y hay otros que no se sueltan hasta que tienen dos.
Por verlo en cifras, según los estudios del desarrollo psicomotor Haizea-Llevant, a los 30 meses de edad sólo el 50% de los niños controlan los esfínteres. Eso son dos años y medio y es el momento en que (casi) todo adulto, educador, pediatra, vecina y "entendido" dice que ya no tiene que llevar pañal. Grave error, si sólo la mitad de los niños es capaz de controlarlo.
A los 36 meses, cuando el niño tiene 3 años, controlan los esfínteres el 75% de los niños. A esa edad muchos niños ya entran en el colegio y una cuarta parte aún no controla bien el tema, de hecho, es difícil ver a un niño de 3 años con pañal porque poca gente lo ve bien ("tan grande y con pañal").
A los 42 meses, cuando el niño tiene 3 años y medio, lo controla el 95% de los niños. Es decir, aún queda un 5% de niños que aprenderán a controlar sus esfínteres camino de los cuatro años.
Si no les quitáramos el pañal, si no les molestáramos con el asunto, los niños se quitarían el pañal a los cuatro o cinco años, quizás más tarde, por una cuestión de rutina. Acostumbrados a hacerlo siempre ahí, aún cuando fueran capaces de controlar, seguirían haciéndolo del mismo modo. De hecho, muchos niños que controlan los esfínteres y van sin pañal piden uno para hacer caca porque se sienten más seguros. Se lo ponen, hacen caca y se lo quitan. El día que se cansaran del pañal, que se dieran cuenta de que no mola ir meado o cagado y que en el fondo eso da más calor que otra cosa, se lo quitarían, nos lo darían y nos dirían "mamá, papá, no más pañal". Y en ese momento empezarían a hacerlo en el WC.
Yo los quité en verano
Con todo esto sólo os quiero decir que el mejor momento es el momento en que los niños ya saben controlar los esfínteres, ya sea verano, invierno, otoño o primavera. Ahora bien, tras explicar todo esto confieso: yo los quité en verano.
¿Por qué?, me preguntaréis. Pues muy simple, porque el verano es la estación del año que precede a la entrada del colegio, y como el colegio es un lugar donde no quieren ver ni un pañal (algo que muestra que en los colegios no siempre tienen en cuenta los procesos madurativos de los niños), tuvimos que quitarles el pañal sí o sí.
Jon y Aran (Guim aún no, que tiene poco más de un año) dejaron el pañal el verano antes de entrar al colegio, teniendo los dos 3 años y 7 meses. Si en el colegio hubieran dejado que llevaran pañal, si entendieran que no todos los niños están preparados para ir sin pañal (más de uno sale en p3 casi cada día con la ropa de recambio y la sucia en una bolsa de plástico), no lo habríamos quitado en verano, sino que habríamos esperado a que ellos se lo quitaran.
Ya que hay que quitarlo, en verano parece más fácil
Para acabar, tragando con la norma de los colegios (como tragamos con muchas cosas más sin sentido), ya que hay que quitarlo, parece más fácil para todos en verano porque el niño o niña puede ir desnudo por casa. Como hace calor, puede hacer pipí en cualquier rincón y caca en cualquier sitio y es una manera perfecta de que vean lo que acaban de hacer. Que conozcan su orina (cuando va al pañal no la ven) y conozcan su caca (los tumbamos boca arriba y les quitamos el pañal sucio, tampoco la conocen). Ese es el primer paso para poco a poco entender que es mejor soltar todo eso en otro lugar que no sea el suelo.
Volviendo a mis hijos, fue cuestión de pocos días (yo diría que a los 3-4 días lo habían pillado los dos), gracias a eso, a hacérselo por ahí y a llegar nosotros para decirles que papá y mamá lo hacen en el WC, que así no manchamos el suelo, etc. El proceso debe hacerse siempre con respeto, sin malas palabras ni amenazas, sin castigos ni premios, de un modo natural. Recordemos que fuimos nosotros los que les acostumbramos al pañal, lo último que merecen es que nos enfademos con ellos por algo que llevan porque a nosotros nos iba bien.
Foto | Eric Lewis y (II) en Flickr En Bebés y más | Las diez prácticas de crianza más controvertidas: la operación pañal, Llega el veranito y "toca" quitar los pañales, Operación pañal v.2: el control de esfínteres (I) y (II)