"Al alcance de tus besos". Este emotivo lema es el elegido este año para la celebración de la Semana Internacional de la Crianza en Brazos. Y es que es así, tan cerca, tan unidos, que no hay que esperar para besarnos.
Llevar a los niños en brazos es la forma ancestral y natural de portar a nuestros hijos, que, a diferencia de los de otros simios superiores, no nacen con la capacidad de agarrarse ni nosotras con el pelo suficiente para que lo hicieran. Para ser transportados y alimentados los cachorros humanos debían ser llevados en brazos a todas horas y, cuando se inventaron los textiles, en pareos y pañuelos de diferentes tipos.
Estos portabebés están extendidos en todas las culturas y permitían a la madre llevar el niño con ella, alimentarlo a demanda y mientras hacer su vida normal. El niño está a su altura y ve lo que hace la madre de forma directa, lo que es sumamente educativo. Asimismo, la comunicación entre ellos es permanente. Y, por supuesto, la lactancia a demanda es sencilla.
En cualquier caso, el uso del cochecito o el cuco o la hamaquita no deberían ser incompatibles con un portabebés que nos ayudará a hacer tareas en casa, desenvolvernos en la calle con más libertad, y además, mientras nuestro niño come y duerme pegadito a nuestro cuerpo, el lugar donde más feliz es. Su hábitat natural.
La Semana Internacional de la Crianza en Brazos, que se celebra del 21 al 27 de Septiembre, alentada en España por la Red Canguro, pretende acercar a la sociedad esta práctica que tantos beneficios tiene para las mamás, los bebés y los papás, que ellos también pueden llevar a su bebé y disfrutarlo mucho.
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