Una de las grandes preocupaciones de los padres con niños pequeños son los trastornos del sueño. Una gran ayuda para solucionarlos es establecer una rutina que favorezca la relajación antes de acostarlos.
Dos estudios publicados en la revista Sleep, el primero realizados con niños de entre 7 y 18 meses y el segundo con niños de entre 18 y 36 han comprobado que establecer una sencilla rutina antes de acostar al niño reduce los despertares nocturnos y mejora la continuidad del descanso.
¿Cuál es el método? Bañar al niño media hora antes de ir a la cuna, darle un masaje y, por último, tranquilizarle acunándolo o cantándole una nana.
Los investigadores evaluaron durante tres semanas el comportamiento de los bebés y observaron que al aplicar la rutina conciliaban mejor el sueño, dormían más tiempo y se despertaban menos veces por la noche.
El beneficio no fue sólo para los bebés sino que los resultados demostraron que sus madres también bajaron sus niveles de tensión, rabia, fatiga y confusión después de aplicar el método.
Establecer rutinas es muy importante para evitar estrés en el bebé. Si cada día el pequeño repite las mismas acciones antes de irse a la cama, esto le proporciona confianza y seguridad sabiendo que sus hábitos no son un constante sobresalto sin ningún tipo de orden.
La eficacia de la rutina se debe a que el baño afecta a la temperatura corporal causando un efecto sedante seguido por los masajes que son mimos relajantes y por supuesto, a la intervención del contacto afectivo para ayudar a dormir al bebé. Un bebé que se duerme con una sensación placentera dormirá mucho mejor.
Vía | El Mundo Más información | Sleep Journal En Bebés y más | Cenar bien para dormir mejor, Qué hacer y qué no hacer para que los bebés duerman mejor (I)