Hoy en día la tecnología es parte de la mayoría de las familias y no es raro que muchos adolescentes tengan un móvil o algún dispositivo electrónico para mantenerse al día y estar en contacto con su familia y amigos. Pero además de ello, lo utilizan para conectarse a las redes sociales, algo que sin un uso responsable y correcto, pudiera traerles problemas.
Por ejemplo, de acuerdo con un estudio reciente, el uso frecuente de las redes sociales podría afectar la salud mental de las adolescentes, ya que impacta de forma negativa ciertos hábitos y les expone a contenidos que pueden hacerles daño.
Publicado en The Lancet Child & Adolescent Health, el estudio en el que se analizó a cerca de 10.000 adolescentes de entre 13 y 16 años en Inglaterra a lo largo de tres años, encontró que el uso frecuente de las redes sociales puede comprometer la salud mental de las adolescentes.
La razón de esto, es porque al usarlas frecuentemente aumenta su exposición a sufrir bullying y a reducir actividades importantes para su desarrollo físico, como el sueño y el ejercicio, que a la larga, terminan por afectar también su salud mental y emocional.
Es decir, el estudio encontró que las redes sociales por sí solas no causan daño, sino que el recurrir frecuentemente a ellas interrumpe la realización de otras actividades que son beneficiosas para la salud mental, como un descanso adecuado y realizar actividad física con frecuencia.
Además, al estar más tiempo revisando las redes sociales, también aumenta el riesgo de que las adolescentes sean expuestas a contenido y acciones que puede ser negativas para ellas, como el sufrir ciberacoso o los retos virales.
¿Y cuánto se considera "frecuente" en cuanto al uso de redes sociales? El estudio lo define como el uso de redes sociales, mensajería instantánea y servicios para compartir fotografías como Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat y WhatsApp más de tres veces al día.
El estudio encontró también, que entre más revisaban sus redes sociales las adolescentes, mostraban mayores niveles de estrés negativo o angustia psicológica, y que aquellas jóvenes que más las utilizaban reportaban menor felicidad y satisfacción en su vida y mayores niveles de ansiedad.
Los investigadores sugieren que se deben hacer esfuerzos en conjunto para reducir la exposición de las personas jóvenes a contenidos que pueden ser dañinos, así como promover un buen descanso y motivarlos a que realicen actividades físicas, en lugar de pasar su tiempo revisando el móvil.
Recordemos que hace tiempo compartimos una investigación en la que se encontró que la mitad de los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años, por lo que la adolescencia es una etapa crucial para comenzar a hablar de salud mental con nuestros hijos.
Fomentar las actividades deportivas y un buen descanso, que son primordiales para una buena salud mental, así como educar a nuestros hijos en el uso responsable y medido de las redes sociales, son tres piezas clave para ayudar a prevenir que las adolescentes puedan tener problemas mentales o emocionales durante esta importante etapa de su desarrollo.
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Vía | EurekAlert