Si tienes un niño pequeño, seguro que esta escena te resulta familiar: llegas al parque con tu hijo, comienzas a sacar de la bolsa todos sus juguetes para que se entretengan un rato y al cabo de unos minutos encuentras a tu peque rodeado de otros niños que le han quitado sus cosas sin permiso y le han dejado, literalmente, con las manos vacías.
En el mejor de los casos, tu hijo recuperará los objetos por sí mismo sin mayor dificultad, pero en la mayoría de las ocasiones los padres nos vemos obligados a intervenir, aunque sin tener muy claro cómo hacerlo.
¿Debemos amparar a nuestro hijo y recuperar enseguida los juguetes que otros niños se han llevado? o por el contrario, ¿hay que inculcar a nuestro peque la importancia de compartir con los demás? ¡En el término medio está la virtud, y te explicamos cómo conseguirlo!
Paciencia, amor y tiempo
Cuando un niño quita a otro un juguete, es normal que ambas partes intenten solucionar el conflicto usando la violencia, pues carecen de las herramientas emocionales necesarias para enfrentarse a esta situación de otra manera.
Otros niños, en cambio, pueden mostrar una actitud de indefensión y llorar por ocurrido, mientras que a otros podría parecer que no les importa en absoluto que sus juguetes queden esparcidos por todo el parque, aún a riesgo de perderse o romperse.
En todos los casos hemos de actuar con paciencia, amor, respeto y sobre todo, tiempo. Los niños necesitan tiempo, tanto en su proceso de socialización con otros niños, como en su forma de jugar con los demás, pues irán pasando por varias etapas hasta acabar disfrutando del juego en compañía.
En este periodo de su desarrollo comenzarán a entender el concepto de "compartir con los demás", pero también de respetar las pertenencias de otros, empatizar con los sentimientos ajenos y aprender a ser responsables de sus propias cosas y valorar lo que tienen.
Entiende por qué los niños actúan así
Fruto de la indignación al presenciar este tipo de escenas, muchas veces los adultos cometemos el error de juzgar al niño que quita los juguetes a otro, utilizando etiquetas como "abusón", "ladrón", "malo", "maleducado"... o incluso enfadándonos y verbalizándolo en presencia de nuestro hijo.
Pero es necesario que los padres demos perspectiva a los hechos, nos relajemos y entendamos que, como acabamos de mencionar, se trata de conflictos habituales entre niños que carecen todavía de ciertas habilidades sociales.
En este sentido, y tal como decíamos al principio, será imprescindible nuestro ejemplo y nuestra guía para ayudar a los niños implicados a resolver sus problemas de forma pacífica, positiva y educativa.
Permítele a tu hijo decidir si quiere o no dejar sus juguetes
Seguro que en más de una ocasión te has encontrado con niños (conocidos o no de tu hijo) que al ver los juguetes de tu peque te han preguntado si pueden tomar prestado alguno.
Ante esta pregunta de cortesía, la mayoría de los padres solemos responder rápidamente que sí, sin darnos cuenta de que nosotros no tenemos derecho a decidir sobre las pertenencias de nuestro hijo.
Por eso, en esta situación lo recomendable es instar al niño a que le pregunte directamente al nuestro si desea compartir sus juguetes, y por supuesto, respetar la decisión de nuestro hijo.
Si le quitan sus juguetes, observa su comportamiento
Si tu peque está jugando tranquilamente en el parque y de pronto otro niño le quita sus juguetes, antes de reaccionar observa el comportamiento de tu hijo: ¿le ha molestado la actitud del otro niño?, ¿está enfadado?, ¿tiene intención de actuar?, ¿se ha puesto llorar?, ¿no parece importarle?...
Es necesario darle espacio y tiempo para que él solo se enfrente a esta situación y trate de encontrar una solución, pues si inmediatamente acudimos en su defensa, nuestro hijo no aprenderá a resolver conflictos de manera asertiva y autónoma.
Apoya a tu hijo
Ahora bien, el hecho de observar y dar tiempo a nuestro hijo para que actúe no significa que debamos abandonarlo a su suerte, especialmente si nos percatamos de que está sufriendo por lo ocurrido.
Si es así, acude en su ayuda y de forma relajada y positiva anímale a que hable con el otro niño (no lo hagas tú en su lugar a no ser que lo consideres imprescindible), le exprese su malestar y le pida que le devuelva lo que le ha quitado. Hazle ver que estás a su lado si te necesita y que prestar los juguetes es una decisión voluntaria que debe poder expresar libremente y ser respetado por ello.
Enseña mediante el ejemplo
Si en algún momento nos viéramos obligados a intervenir debemos hacerlo con tacto, respeto y empatía, teniendo en cuenta los sentimientos de nuestro hijo y sabiendo que, como adultos, nuestra forma de actuar servirá de ejemplo a los niños que nos observen.
Así, poniéndonos a su altura, mostraremos a los niños implicados la importancia de pedir las cosas por favor y no arrebatárselas a otros sin permiso. Igualmente, les haremos ver la necesidad de respetar la decisiones de los demás, al tiempo que les animamos (¡que no obligamos!) a compartir para pasar un rato más divertido.
Si aún así, entre los planes de nuestro peque no está dejar sus juguetes a otros niños, podemos formular preguntas abiertas que les ayuden a encontrar otra solución con la que ambas partes se sientan a gusto (por ejemplo, intercambiar los juguetes durante un rato, construir en equipo un castillo de arena utilizando los juguetes...).
Poco a poco los niños irán madurando y dándose cuenta de que el juego en compañía es más divertido que el juego en solitario, además de entender los sentimientos de los demás y la importancia de respetar a los otros.
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