Todos habremos cantado alguna vez esta maravillosa canción de Baloo en "El libro de la selva". Su lección puede ser aplicada a la vida y tiene sus cosas buenas siempre que no caigamos en la total apatía. El mensaje que transmite a nuestros hijos merece, creo, una explicación para que puedan asimilarlo.
Vivimos en un mundo excesivamente competitivo y materialista. Nuestros pequeños se ven bombardeados por la publicidad y por ideas que les podrían hacer valorar a las personas solamente por lo que tienen o por su aspecto. Sin embargo, recuperar, como Baloo, la confianza en la Naturaleza y el placer por las cosas sencillas tiene que ser parte de las lecciones que les inculquemos.
Por eso esta canción encierra un mensaje muy poderoso, seamos lo que seamos, tengamos lo que tengamos, la vida es hermosa y podemos sacar de ella el disfrute y la confianza necesarias para vivir con optimismo.
Sin embargo, no todo es diversión y esperar que las cosas nos lleguen, el trabajo y el esfuerzo también merecen respeto y hay que empeñarse para conseguir los sueños, progresando sin que eso suponga aplastar a nadie ni necesitar grandes riquezas para lograr la felicidad.
Por eso, la lección de vida de Baloo, es una enseñanza hermosa, vital y buena, pero que deberíamos explicarles a nuestros hijos. Y es que ver la televisión con ellos es un recurso educativo muy interesante, pero además, es necesario pues hay muchos contenidos, y hablo de algo tan sencillo como esta canción, que precisan ser explicados por nosotros para hacer que los pequeños puedan asimilarlo con confianza y sin equívocos.
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