Hace algunos días el Papa Francisco sorprendía con estas declaraciones acerca de la forma de corregir a los niños: "Está bien que los padres den nalgadas a sus hijos, siempre y cuando lo hagan con dignidad". Por supuesto las reacciones no se hicieron esperar (especialmente en Europa, en donde no han sido bien recibidas) y yo me pregunto... ¿es posible dar azotes a un niño y respetar su dignidad?
Sé que este tema es bastante espinoso, y ya no porque lo diga un Papa, un presidente o la vecina de al lado: la educación de los hijos responde a unos valores y a la crianza que cada uno ha recibido, así que es imposible poner de acuerdo a la gente en lo que está bien y lo que está mal, aunque no por ello se deba justificar el utilizar los azotes con un niño...
Se puede corregir sin golpear
"Una vez escuché en una boda decir a un padre ‘a veces le pego a mis hijos un poco pero nunca en la cara, con el objetivo de no degradarlos’. Qué bien, pensé, tiene sentido de la dignidad"
Sgún CNN, estas fueron las palabras textuales del Papa. Entiendo que antes esta era la manera más común de disciplinar a los hijos, pero la sociedad ha avanzado y afortunadamente la gran mayoría tenemos claro que la mejor manera no es esta, incluso si se intenta justificar que se hace "en un ambiente de cariño", como lo decía un pedagogo en una entrevista que hizo Risto Mejide hace poco.
Si bien es cierto que se ha escrito mucho sobre el tema "castigos" y sus múltiples maneras de hacerlo, utilizar la violencia para imponer disciplina y buena educación es una situación en la que se debe reflexionar mucho antes de nos veamos expuestos a ella... llegado el momento de poner orden, lo mejor es mantener la cabeza fría y pensar en cómo nos hubiese gustado que nos corrigiesen a nosotros.
Debo admitir que cuando leí las declaraciones del Papa lo primero que me vino a la mente es cómo puede opinar sobre este tema alguien que nunca ha tenido hijos (lo digo porque en este momento justo estoy viviendo ese momento en el que estoy recibiendo consejos de cómo llevar mi embarazo... ¡incluso por mujeres que jamás lo han estado!). Estoy segura de que sus opiniones, al igual que el de toda la gente que se acerca con un consejo, están cargados de buenas intenciones... pero la crianza de los hijos es algo tan personal como el mismo hecho de tenerlos o no. El tacto y la prudencia deben ser lo primero a tener en cuenta, máxime si se trata de un personaje público y su mensaje llega a tantas personas.
Ahora que me veo abocada a pensar en qué tipo de persona quiero que sea mi hijo, no me sentiría capaz de enseñarle que golpear a otra persona está mal si lo hago yo con él. Creo que enseñar con sentido común es más fácil que con condicionales que le pueden confundir, por ejemplo, ¿cómo se explica que algunas veces se justifica y cuando no?... ¿o cómo enseñarle lo que es el respeto hacia otra persona cuando se lo estoy faltando a él?.
Polémicas aparte, personalmente creo que el Papa estuvo bastante poco acertado en sus palabras. Mezclar en una misma frase los golpes a un niño con la dignidad es algo que muchos no entendemos, por muy "tradicionales" que seamos a la hora de corregirlos.
¿Qué opináis al respecto?. ¿A favor o en contra de las palabras del Papa?
Fotos | Thinkstock, CNN México
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