Conocemos los beneficios de vivir rodeados de naturaleza en zonas con abundante vegetación, frente a los entornos urbanos con ruidos, contaminación y poco verdor. Desde luego, esto también influye en las futuras mamás cuyos embarazos se desarrollan en zonas verdes, las cuales tienen menor riesgo de tener nacimientos prematuros.
Según investigadores de la universidad estatal de Oregón (Estados Unidos) y de la Columbia Británica (Canadá), las madres que viven en barrios con abundantes zonas verdes tienen más posibilidades de que su embarazo llegue a término, menos hijos prematuros y sus bebés nacen con un peso mayor que la media.
Entre las ventajas de vivir en vecindarios más verdes, encontramos que se reduce la exposición a factores ambientales nocivos, se dispone de un espacio con mayor posibilidad de desarrollar actividades físicas, y se genera un entorno que favorece los contactos sociales y disminuye el estrés y la depresión. Factores que por supuesto influyen en el estado de ánimo de la embarazada y en el desarrollo del bebé.
Los investigadores examinaron más de 64.000 nacimientos en el área de Vancouver durante cuatro años, encontrando que los nacimientos prematuros extremos fueron un 20% más bajos y que los nacimientos prematuros moderados fueron un 13% menos para los bebés cuyas madres vivían en los barrios más verdes.
También descubrieron que se reducía el número de menores, provenientes de los barrios con grandes zonas vegetales, considerados pequeños para su edad gestacional, y que los bebés de los vecindarios donde el verdor abunda pesaban un promedio de 45 gramos más al nacer que aquellos donde hay menos proporción de zonas verdes.
Vía | EFE verde
Foto | Thinkstock
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