Si algo tiene claro toda la sociedad médica es que el ejercicio físico es algo muy recomendable para todos los seres humanos, sean del sexo que sea, ya que con su realización se consigue mejorar tanto nuestra condición física como nuestra condición cardiovascular, pero este entrenamiento en el embarazo ¿es recomendable?
En esta entrada que hoy os traemos en Bebes y más os vamos a responder a esta sencilla pregunta, explicándoos de una forma genérica cada uno de los aspectos beneficios que puede tener la realización de ejercicio en esta etapa tan especial y a la vez diferente, que es el embarazo, en la vida de cualquier mujer.
La respuesta
Como todo el mundo esperaba, y como ya dejábamos ver en los primeros párrafos de la entrada, la respuesta a si es recomendable realizar un entrenamiento durante el embarazo es afirmativa, pero antes de dar cualquier paso es conveniente comentar con el ginecólogo la realización del mismo para que lo supervise y de el visto bueno.
Que duda cabe que la intensidad del ejercicio que se debe realizar no debe ser similar a la que se puede realizar antes de quedarse embarazada y habrá que adaptar tanto ésta como la duración a nuevas pautas que más adelante explicaremos, pero siempre deben ser ejercicios no intensos, de fuerza baja a moderada y de periodos medios.
Beneficios del entrenamiento en el embarazo
Está claro que en las embarazadas la práctica de ejercicio físico mejora la condición cardiovascular y muscular, pero también contribuye a la corrección postural, así como a controlar un posible aumento de peso excesivo, dando a la mujer embarazada una mejora en la condición física que le ayudará a enfrentarse a todo el proceso del embarazo y el parto de una manera más saludable.
El deporte como tan ayuda a las mujeres embarazadas a mejorar las digestiones que suelen ser problemáticas por los cambios que el cuerpo sufre para adaptarse a hospedar la nueva vida, así como a liberar posibles estreñimientos a causa de cambios alimenticios o ingesta de medicinas o complementos para la mejora del embarazo.
Tambien hay que tener en cuenta la mejora en el aspecto psicológico, ya que la realización de cualquier actividad moderada o ligera ayudad a la mujer embaraza a olvidarse temporalmente de las preocupaciones del parto lo que reduce en gran medida la ansiedad, disminuyendo la posibilidad de una depresión y el insomnio y crea hábitos de vida saludables.
Un entrenamiento de liviano a moderado hará que la mujer tenga una mejor tensión arterial, reduciendo la probabilidad de un parto por cesárea, y además se acorta cuantitativamente el tiempo que debe pasar la mujer en el hospital durante el postparto, gracias a la mejora de su condición física.
El mejor ejercicio durante el embarazo
Hace años los médicos recomendaban a las mujeres embarazadas olvidarse de cualquier práctica física y aunque existen ciertas incertidumbres, actualmente los expertos señalan que las mujeres embarazadas pueden agacharse y estirarse tanto como quieran, pero que nunca deben comenzar un programa de ejercicios sin la aprobación de su médico.
Esto es así porque si se posee una presión elevada durante el embarazo la realización de ejercicio se prohíbe completamente. Sin embargo si la mujer goza de buena salud, ejercicios como hacer una caminata, marcha, natación o andar en bicicleta (mientras no sea por terrenos irregulares o rocosos para evitar caídas) son actividades altamente recomendables.
Por tanto un entrenamiento ideal para una mujer embarazada sería algo como por ejemplo, paseos desde 20 minutos que pueden aumentarse gradualmente hasta 1 hora al día, siempre a una intensidad moderada (esto se sabe cuando realizándolos se puede hablar tranquilamente).
Imagen | Wikimedia Commons, Sarihuella
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