Por supuesto que hoy en día estar embarazada no impide trabajar (en la mayoría de los casos), pero también es cierto que las mujeres embarazadas y las madres lactantes deben estar amparadas ante posibles situaciones que pudieran significar un riesgo para ellas o para su bebé.
Muchas trabajadoras gestantes y lactantes desconocen que su situación les da derecho a ciertos beneficios y cuáles son, por eso os quiero enseñar una guía publicada por Comisiones Obreras que en realidad está dirigida a los empresarios, pero toda futura o reciente mamá trabajadora debería leer.
Allí podrás encontrar un amplio listado de factores clasificados por el tipo de riesgo como por ejemplo: ruido, radiaciones, temperaturas extremas, sustancias y agentes químicos peligrosos como el mercurio, el plomo, etc, horarios de trabajo inadecuados, realizar actividades de pie, manipulación de cargas, posturas forzadas, desplazamientos, riesgo de infecciones, ausencia de zonas de descanso, etc.
Varias son las normativas que protegen el derecho a la salud y a la maternidad de las trabajadoras. Pocas mujeres saben, por ejemplo, que tienen derecho a exigir un cambio del puesto de trabajo si el suyo supone un riesgo para su estado.
Os recomiendo echar un vistazo al documento (pdf) que podéis descargar de la web porque es muy interesante tanto por la información que contiene sobre la salubridad de la trabajadora, como por otros aspectos esenciales como las prestaciones que se deben percibir, cómo debe actuar la empresa ante determinadas situaciones, etc.
En fin, recomendaciones que nos gustaría que se cumplieran a rajatabla en todas empresas, pues es inaceptable que aún existan situaciones laborales inadecuadas para las futuras mamás o para las mamás recientes, sin mencionar la discriminación a la que son sometidas. Al respecto, hace poco conocíamos un dato lamentable: que el embarazo el es principal motivo de despido en la mujer trabajadora.
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