La palabra puede sonar un poco extraña. Proviene de la conjunción de los términos griegos clásicos “hapsis” que designa el tacto, el sentido, el sentimiento, y “nomos” que designa la ley, la regla, la norma. Hapto significa: yo establezco táctilmente una relación, un contacto táctil.
La haptonomía es la ciencia de las interacciones y de las relaciones humanas y tiene múltiples aplicaciones. Una de ellas es el acompañamiento pre y postnatal del bebé, una maduración de la relación afectiva entre el padre, la madre y el niño.
Favorece los lazos de parentalidad, de acogida del niño y de apertura a la vida. Permite una maduración psicológica, afectiva y psicomotora. No es un método de preparación al parto sino de enriquecimiento de los lazos afectivos, aunque en muchos casos es el método del que parten otras técnicas muy utilizadas en los centros de preparación al parto.
Según los expertos, es a partir del quinto mes cuando tu pequeño más lo nota. Aporta tranquilidad y seguridad, dos factores fundamentales para que el embarazo se desarrolle en armonía y bienestar interior.
Los encuentros entre el bebé y los padres se realizan en sesiones cada dos o tres semanas, aunque en casa los padres deben contactar diariamente con el bebé entre cinco y diez minutos. Tras el parto se siguen realizando sesiones hasta el año de edad para completar la maduración integral del bebé.
Más información | Fundación Española de Haptonomía | haptonomie.org