La mayoría de los bebés se colocan en posición cefálica, es decir con la cabeza sobre la pelvis de la madre, entre las semana 28 y la semana 32 de gestación, con el propósito de poder descender fácilmente por el canal del parto. Pero algunos, siguen en otra posición, de nalgas (sentado sobre la pelvis de la madre) o transversal, semanas después.
Esto suele generar mucho estrés a la mujer embarazada que se pregunta qué puedo hacer si mi bebé viene de nalgas o no está bien colocado.
Por empezar, hay que resaltar que no es algo raro o infrecuente: entre un tres y un cuatro por ciento de los bebés no están en la posición cefálica en el momento del parto. Además, hay que saber que el bebé puede girarse en cualquier momento, incluso muy al final del embarazo. Aunque cuánto más grande sea más improbable será que se gire, sobretodo si se trata de una madre primeriza.
¿Por qué mi bebé viene de nalgas?
¿Qué factores influyen en que el bebé adopte esta postura? Muchas veces no se sabe por qué el bebé ha adoptado esta postura, pero hay ciertos factores que pueden hacer más probable que nuestro bebé adopte otra posición:
- En madres multíparas que ya han tenido varios hijos y cuyo útero suele estar más dilatado dándole más espacio al bebé para moverse.
- Cuando hay demasiado líquido amniótico o demasiado poco.
- En casos de placenta previa.
- Embarazos múltiples.
- Malformaciones del útero, cuando el útero tiene un crecimiento anormal o presenta ciertas anormalidades como fibromas.
- Historial de parto prematuro.
De nalgas: tres posturas posibles
Normalmente, el bebé que no está en posición cefálica (de cabeza), se encuentra en posición de nalgas sentado sobre la pelvis de la madre. Pero dentro de la presentación de nalgas existen tres variantes:
- Nalgas completas: el bebé está sentado con las rodillas dobladas, y pies y nalgas están más cerca del canal de parto.
- Nalgas incompletas: el bebé está sentado con una de las rodillas dobladas, y un pie y sus nalgas están más cerca del canal de parto.
- Nalgas francas: el bebé tiene las piernas estiradas y los pies cerca de la cabeza. Sus nalgas están más cerca del canal de parto.
Otras posiciones posibles, aunque en menor proporción son bebés que se encuentran en posición transversa u oblicua, atravesados en el vientre materno, y otros en posición podálica, donde se muestran uno o ambos pies.
¿Podré tener un parto vaginal de nalgas?
Un parto de nalgas siempre es más complicado que uno normal, es por eso que el método que más se usa en estos casos sea la cesárea. Aunque hay casos que, tras haber estimado las condiciones obstétricas de la madre, y no habiendo circunstancias desfavorables o algún factor de riesgo, se puede intentar el parto vaginal.
Hay hospitales que cuentan con protocolos específicos que permite intentar un parto vaginal en presentación podálica si se dan las condiciones adecuadas.
¿Qué puedo hacer si mi bebé viene de nalgas?
Ejercicios de postura invertida de la pelvis
Adoptar posturas en las que la ley de gravedad pueda ayudar a que el bebé se dé la vuelta. Se recomiendan los ejercicios que desencajen al bebé de la pelvis para que tenga más libertad para girarse, como ponerse de rodillas en el suelo y apoyar antebrazos y manos en el suelo, conocida como la postura del rezo mahometano.
Nadar a braza
Nadar a braza con regularidad es un ejercicio excelente para que tu bebé pueda colocarse en posición cefálica puesto que ayuda a la relajación de la pelvis y los músculos del abdomen para que el bebé pueda girarse con mayor facilidad.
Controlar tu postura
Para una posición óptima del bebé lo ideal es sentarse erguida con la espalda ligeramente inclinada hacia delante. También es mejor dormir de lado (mejor el izquierdo) que boca arriba.
Practicar yoga
El yoga es una práctica muy beneficiosa durante todo el embarazo, que ayuda a aumentar el tono y la potencia muscular, mejora la postura corporal, la flexibilidad, favorece la oxigenación del feto y se practican posturas (asanas) que favorecen a la zona de la pelvis y a la apertura de caderas que pueden ayudar a que el bebé se voltee.
Estar tranquila y relajada
Ante todo estar tranquila y relajada, puede ser lo único que necesitas para que tu bebé se decida a girarse.
¿Qué ayuda profesional puedo buscar?
Versión cefálica externa
La OMS expone su postura sobre esta maniobra en un documento en el que señala que "si se toman las precauciones adecuadas, existe un fundamento sólido para usar la versión cefálica externa a término si los beneficios de evitar un nacimiento en presentación podálica superan el riesgo del procedimiento".
La versión cefálica externa (VCE) o versión externa es la mejor alternativa para evitar el parto en posición podálica y consiste, como su nombre indica, en una maniobra para darle la vuelta al bebé desde fuera que debe ser realizada por un profesional especializado en esta técnica.
Se aconseja realizarla a partir de las semanas 36-37 de gestación, momento en el que el bebé es lo suficientemente grande como para no volver a girarse. Sin embargo, no siempre se consigue que el bebé se voltee hacia la posición cefálica (cabeza abajo), ni es seguro que de lograrlo no vuelva a voltearse.
¿Es riesgoso? Existe un mínimo riesgo de que se produzca un sangrado vaginal, desprendimiento de la placenta, rotura de la bolsa amniótica o de que el cordón umbilical se enrolle alrededor del cuello del bebé, pero si se practica en las condiciones adecuadas y por manos expertas, el riesgo es muy bajo, así como también los costes asociados, por lo que muchas mujeres deciden intentarlo siempre que no exista contraindicación médica.
El principal inconveniente es que puede provocar el parto, por eso se recomienda realizar en bebés a término. Lo de ideal es apoyar la maniobra con ecografías fetales antes y después de la maniobra para verificar la posición del bebé, un monitor fetal para realizar un test de estrés antes y después del procedimiento, y la disponibilidad inmediata de un quirófano por si produjera cualquier complicación.
¿Duele? La embarazada siente una fuerte presión sobre la barriga y la intensidad de dolor depende de lo fácil o difícil que sea dar la vuelta al bebé. Es un procedimiento ambulatorio que no requiere anestesia (aunque en algunos centro se utiliza anestesia raquídea) y dura pocos minutos, ya que no es conveniente aplicar presión sobre el útero durante más de cinco minutos.
Como comentábamos antes, la maniobra no siempre funciona. La probabilidad de que el procedimiento funcione y el bebé no vuelva a darse la vuelta es de un 58%.
¿Y si aún así el bebé no se gira?
Si al acercarse la fecha probable de parto tu bebé sigue mal colocado tu ginecólogo deberá evaluar si eres una candidata propicia para un parto de nalgas o si es mejor decantarse por una cesárea para evitar riesgos innecesarios.
Lo más probable es que tu bebé se gire a tiempo y, si no lo hace, tu médico podrá guiarte para que tengas el mejor parto posible. Pero siempre es bueno saber que si tu bebé viene de nalgas hay muchas cosas que todavía puedes hacer.
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En Bebés y más | La posición del bebé en el vientre materno en el momento del parto