Sabemos que la manera más viable de saber con certeza si estamos esperando un bebé es haciéndonos una prueba de embarazo. Sin embargo, es posible que podamos estar casi seguras (o por lo menos, sospechar) que un bebé viene en camino incluso antes de hacérnosla, prestando atención a los síntomas de nuestro cuerpo.
Ante las primeras dudas y sospechas, muchas mujeres comienzan a ser más observadoras de su cuerpo, por lo que pueden hacerse una pregunta que suele ser común entre las que serán madres por primera vez: ¿puedo saber si estoy embarazada tocando mi vientre?
Creencias sobre el embarazo
A lo largo de la historia, el embarazo ha sido algo que siempre nos ha fascinado y llenado de dudas. Antes de las pruebas de embarazo que hoy conocemos, las mujeres tenían que ingeniárselas para poder saber si se estaba esperando o no un bebé.
De ahí, surgieron muchas costumbres antiguas y creencias sobre el embarazo, algunas de ellas enfocadas a descubrir de manera temprana si una mujer estaba embarazada.
Sabemos, por ejemplo, que las mujeres del antiguo Egipto hacían una prueba casera de orina que consistía en usar semillas de trigo y cebada, para saber si estaba embarazada y de paso, descubrir si se esperaba niño o niña. Asombrosamente, miles de años después descubrimos que esta prueba tenía un 70% de efectividad.
Por otro lado, había culturas que no realizaban pruebas pero revisaban ciertas señales en el cuerpo de las mujeres. En la Francia del siglo XVI, el médico Jacques Guillemeau afirmaba que era posible saber si una mujer estaba embarazada solamente con verla a los ojos, mientras que en la medicina tradicional china se cree que basta con tomar el pulso de una mujer para descubrirlo.
Entonces, ¿puedo saber si estoy embarazada tocando mi vientre?
Aunque los métodos que hemos comentado tienen algo de cierto, pues el pulso y los ojos de la mujer sí pasan por algunos cambios a lo largo del embarazo, lo cierto es que no son pruebas fiables.
Los cambios que presenta la mujer al inicio de la gestación suelen pasar desapercibidos, y aunque la barriga sin duda se transforma a lo largo de esos nueve meses, no es posible saber si estás embarazada tocando el vientre. Al menos no antes de que la barriga se comience a notar, o que se sientan los movimientos del bebé, aproximadamente entre la semana 18 y la semana 20 si hablamos de primerizas.
Sin embargo, aunque no podemos saber si estamos esperando un bebé solo con tocarnos el vientre, es común sentir ciertas cosas en la barriga durante las primeras semanas de embarazo.
Por ejemplo, es frecuente que durante las primeras semanas se sienta dolor en el bajo vientre, similar a los cólicos que se presentan alrededor de la menstruación. De hecho, es habitual que los primeros síntomas de embarazo se confundan con los de la menstruación.
También puedes sentir pinchazos o calambres acompañados de dolor en la parte baja de la barriga y la espalda. Éstos se deben a la congestión del útero, cuando el embrión se está arraigando en el revestimiento uterino.
Otro síntoma que puede presentarse en la barriga durante las primeras semanas, es la sensación de estómago revuelto. También, debido al aumento de la progesterona que relaja los músculos intestinales, es habitual tener gases.
Como hemos visto, saber si estamos embarazadas sólo con tocarnos el vientre no es posible, aunque si prestamos atención a nuestro cuerpo podremos notar los primeros síntomas que nos hacen sospechar que estamos esperando un bebé. Pero para saberlo con precisión, lo mejor es hacer una prueba de embarazo. Lo más recomendable para que el resultado sea fiable es realizar el test con al menos un día de retraso, idealmente con la primera orina del día, que es la que posee una mayor concentración de la hormona del embarazo.
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