Es viernes, final de mes, no hay dinero en el bolsillo o ganas en el espíritu, plantearte un viaje o una excursión con el peque te suena tan poco apetecible como una limpieza en profundidad de la chimenea. ¿Qué hacemos? ¡Help!, Calma, niños siempre primero. No abandonemos el barco sino que hagámosles ser los reyes del fin de semana con poco gasto y ¡mucha diversión!
¿Imposible?...
Dibujando la vida
Manos a la obra ¡maestro! Pongámonos a pintar pero de una manera original. Empapelemos el suelo de su habitación con un rollo de papel blanco que lo cubra todo y démosle las armas necesarias en función de su edad. Lápices plastidecor, rotuladores, pinceles, témperas. No hay límites, ni posibilidad de ensuciar ¡el suelo es todo suyo¡ Con suerte y un poco de maña, hasta tendremos una obra de arte.
Dibujando la pared
Una versión aún más entretenida es empapelar toda una pared de su habitación y utilizando pintura lavable, que utilice sus propias manos, sus pies y todo lo que se le ocurra para estamparlo contra la pared imprimiendo sus huellas en ella, creando figuras y paisajes. Quizás tengamos el próximo cuadro ideal para su cuarto.
Corto y pego que me entretengo
¿Qué hay que le guste más a un bebé o a un pequeño que las pequeñas cosas de casa, desde una cacerola hasta el teléfono inalámbrico? Hagamos lo mismo, revistamos todo el suelo de un cuarto de papel blanco o de colores y hagamos con él un maxi collage utilizando arroz, macarrones, lana, papeles, hojas ¡todo vale! Sus grandes dimensiones y libertad le encantarán.
¿Quién soy?
Jugemos a los disfraces pero desarrollando su creatividad, siempre que no hablemos ya de un bebé sino de un niño. La familia se dividirá en dos equipos y cada uno, por ejemplo, podría disfrazarse de un personaje popular de películas infantiles, de la televisión , personaje de sus dibujos favoritos ¡pero únicamente utilizando aquello que pueda encontrar por casa! El equipo contrario ha de adivinar de quién se trata.
Una casa sin hipoteca
Para finalizar el agotador, divertísimo y barato fin de semana podemos hacernos con una caja de cartón de las de mudanzas y ¡manos a la obra! La cuestión será decorarla, revestirla, hacerle ventanas, puerta y hacerla al gusto del pequeño para que se convierta en su refugio favorito.
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