La estimulación ovárica es un proceso que consiste en inducir una ovulación múltiple mediante medicaciones hormonales, un proceso que se lleva a cabo para lograr la reproducción asistida, ya sea por inseminación artificial o in vitro.
Para que salgan adelante estas técnicas con un mayor porcentaje de posibilidades de embarazo se intenta obtener más de un ovocito por ciclo, y de este modo poder lograr en el útero o transferir más de un embrión.
Este método permite garantizar y anticipar el momento exacto de la ovulación así como la correcta maduración del óvulo que se inseminará. Existen distintos tipos de estimulaciones, desde las más suaves hasta las más fuertes.
La estimulación ovárica es un proceso que habitualmente dura entre 8-14 días. La administración de las hormonas para producir la estimulación ovárica suelen empezar el segundo o tercer día de la menstruación.
Estimulación ovárica mediante inyección de hormonas
Con el tratamiento se intenta que se desarrollen hasta la madurez completa varios folículos. Durante el tiempo que dura la estimulación, la mujer recibe una inyección diaria de las hormonas implicadas en la regulación de la reproducción, las gonadotropinas (la FSH y la HMG).
Las hormonas pueden ser inyectadas vía subcutánea o intramuscular, dependiendo de la pauta de medicación que el especialista decida. Esta pauta se establece a partir de diversos factores de la paciente como la edad, la morfología de los ovarios, la masa corporal, la analítica hormonal y la respuesta a la estimulación en ciclos previos.
Los profesionales en reproducción asistida suelen indicar la medicación y las dosis más adecuadas a cada mujer, individualizando los casos y evitando estandarizar el tratamiento.
Durante todo el proceso se hacen controles regulares mediante ecografías y análisis de sangre para controlar el crecimiento y maduración folicular y determinar el mejor día para realizar la extracción de los óvulos.
Para la maduración de los óvulos previa a la extracción o inseminación se utiliza normalmente la hormona HCG: a las 36-40 horas después de la administración de esta hormona se produce la ovulación o expulsión de los óvulos de los ovarios hacia la trompa.
Esto permite planificar con precisión la inseminación artificial o la extracción quirúrgica de los óvulos en el caso de fecundación in vitro, cuando aún están en los ovarios y en su momento óptimo de maduración para proceder a la fecundación.
Paralelamente o con unos días de anticipación a la estimulación ovárica se realiza un proceso de inhibición hipofisaria o de frenación, el cual evita interferencias de hormonas internas que puedan alterar el curso de la estimulación.
Es posible realizar el tratamiento de la fecundación in vitro sin estimulación ovárica, pero las posibilidades de lograr un embarazo son inferiores al 5% y no todos los centros la realizan. En el caso de la inseminación artificial, si se estimula el ciclo las posibilidades de éxito también son mayores, pues se evitan las irregularidades.
Por otro lado, esta estimulación ovárica que permite disponer de más de un óvulo fecundable en los procesos de reproducción asistida aumenta las posibilidades de embarazo múltiple, y aproximadamente en un 15% de los casos las mujeres que siguen este tratamiento tienen gemelos.
Vía | La inseminación artificial, InvitroTV
Foto | CharlotteSpeaks♥{Charlo tte.Morrall} en Flickr
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