A la hora de elegir la habitación de los peques, una de las premisas fundamentales es que, dentro de lo posible, cuente con una buen fuente de luz natural. Una habitación infantil repleta de luz es un ambiente ideal como espacio de juegos y de lectura. Después ya nos ocuparemos nosotros de que la luz no entre cuando no la deseemos, con visillos, cortinas, estores o persianas, pero lo bueno es tener la posibilidad de disfrutar de ella siempre que lo deseemos.
El cuarto debe recibir luz natural, buena ventilación y ser lo más silencioso posible. Lo que a la mayoría nos gusta en un dormitorio infantil, y en general en cualquier habitación, es que reciba mucha luz, dormitorios exteriores con grandes ventanas y bien orientadas.
Según el Feng Shui, el cuarto de los niños debe mirar al Este y recibir luz solar. Si no es así, podemos utilizar un objeto de color amarillo brillante para compensar.
Para compensar la luz que entra por las ventanas, debemos tener en cuenta algunas claves para iluminar la habitación infantil instalando lámparas artificiales, ya sean de techo, de pie o de mesa, pero sin duda, la luz natural aporta mucha vida y optimismo.
En la habitación que vemos en la foto predominan colores de moda, como el gris en la paredes, junto con el amarillo y el azul turquesa de algunos elementos, todos combinados con coherencia y magnificados por los rayos de sol que se cuelan en esta habitación infantil repleta de luz.
Vía | Decoesfera En Bebés y más | La iluminación en la habitación del bebé