"¡Mamá!, ese niño me ha hecho burla". "En el cole me han dicho que soy muy bajito". "¡Mi amigo se ha reído de mi pelo!"... Seguro que estos ejemplos os resultan familiares, pues prácticamente todos los niños sufren en algún momento de su vida burlas o comentarios despectivos por parte de otros compañeros.
Como padres, no podemos controlar la actitud del niño que falta al respeto o molesta al nuestro, pero sí podemos ayudar a nuestro hijo a afrontar este tipo de situaciones de forma positiva. Te damos las claves para ello.
¿Burla puntual o acoso?
Lo primero que debemos hacer es analizar si esa burla de la que nos habla nuestro hijo es algo puntual o un hecho frecuente. Y es que las burlas puntuales entre niños son muy comunes, pero cuando estas se vuelven repetitivas, amenazantes o tienen como objetivo humillar al otro de forma consciente, entonces estaríamos hablando de acoso escolar.
En el caso de que así fuera, habría que poner los hechos en conocimiento del colegio de forma inmediata.
No le ignores, para tu hijo es importante
Puede que el hecho de que otro niño haya llamado "tonto" a tu hijo, se haya reído de los zapatos que lleva o le haya imitado en tono burlesco, te parezca una nimiedad. Pero para tu peque es importante, pues esta situación le ha hecho sentir mal en un momento dado.
Así pues, si tu hijo acude a ti para contarte que otro niño se ha reído de él, préstale atención, no te mofes de lo ocurrido ni restes importancia con frases como "¡no pasa nada!" o "por eso no se llora". Tampoco debemos etiquetar al niño con calificativos como "eres un exagerado o un acusica".
Y es que a veces echamos mano de este tipo de frases sin pensar realmente en lo que decimos, o incluso porque creemos que restando importancia a lo ocurrido ayudaremos a nuestro hijo a sentirse mejor, pero nada más lejos de la realidad.
No muestres indignación delante de tu hijo
También hay casos en los que la situación provoca en los padres el efecto contrario; es decir, se alteran, se enfadan e incluso juzgan e insultan al niño que se ha burlado del suyo.
Aunque es humano perder los nervios en un momento dado -máxime cuando vemos que nuestro hijo sufre por culpa de otros-, actuar así delante del niño es realmente dañino para él, pues le estaremos dando un ejemplo nefasto en el que el respeto a los demás, la gestión emocional y la resolución positiva de conflictos brillan por su ausencia.
Pregúntale cómo se siente
En este sentido, las preguntas de curiosidad nos ayudarán a tener una visión más amplia de los hechos y permitirán a nuestro hijo expresar lo que siente y bucear en sus emociones, dándonos a los padres una información realmente valiosa a la hora de abordar el problema.
Por ejemplo, algunas preguntas que podemos hacerle son: "¿cómo te ha hecho sentir lo que ha ocurrido?", "¿qué piensas de lo que te ha dicho ese niño?", "¿crees que lo que te ha llamado es cierto?", "¿qué opinas tú del peinado que llevas y del que otros se han burlado?"...
Empatiza y hazle ver que no está solo
Ante una burla o comentario hiriente es normal que el niño se sienta especialmente sensible, vulnerable e incluso incomprendido. Por eso, compartir con él situaciones similares por las que hayas pasado en tu infancia (y que hayan tenido un final feliz) le ayudarán a ganar confianza y a sentirse arropado.
Por ejemplo: "cuando yo era pequeño me ocurrió algo muy parecido, así que te entiendo perfectamente porque yo también me sentía muy triste y enfadado. A mí me ayudó...", o "yo hice... y la cosa mejoró".
Fortalece su autoestima
En cualquier caso, si detectas que a tu hijo le afecta especialmente algún comentario o burla, es necesario trabajar juntos para fortalecer su autoestima. Esto puede ocurrir sobre todo en los casos en los que las burlas hagan referencia a una característica física, como llevar gafas, tener baja estatura o padecer sobrepeso, por poner solo algunos ejemplos.
Y es que si su autoestima no es fuerte, ciertas burlas podrían provocar inseguridades en el niño, por lo que es fundamental prestarle apoyo emocional, fortalecer su autoconfianza para que no le importe el "qué dirán", y hacerle ver que de un modo u otro, todos somos diferentes y tenemos nuestras propias peculiaridades.
Ignorar las burlas suele funcionar
Si la burla es reída por otros compañeros podría provocar en el niño que la hace un efecto de poder (se siente gracioso, líder, divertido...), y esto le llevaría a repetir la conducta una y otra vez. También puede ocurrir que el niño que burla busque provocar o llamar la atención de su víctima (consiguiendo que se enfade, que se moleste, que llore...).
Ante esto, una técnica que suele funcionar bien es la de ignorar las burlas o comentarios despectivos. Para ello podemos jugar con nuestro hijo a que nos convertimos en una pared ante las críticas y éstas rebotan al golpearnos, o que nos ponemos unos tapones imaginarios en los oídos y no escuchamos nada.
Enseñarle a ignorar las burlas no solo fomentará su autocontrol emocional y fortaleza mental, sino que a la larga, el comportamiento del niño que critica se acabará extinguiendo al no obtener en el otro el efecto buscado.
Enséñale a defenderse sin usar la violencia
También debemos enseñar a nuestro hijo a defenderse sin usar la violencia, ideando una serie de respuestas rápidas, contundentes o incluso divertidas que descoloquen por completo al niño que burla y que ayuden a nuestro hijo a superar el momento con asertividad.
Por ejemplo: "Para que sea una broma tenemos que reírnos todos. Lo que tú has hecho es una burla y está mal". "Si estás buscando que me enfade, siento decirte que no lo vas a conseguir". "Respeto que mi peinado no te guste. ¡Pero a mí me encanta, y eso es lo único que me importa!". "Gracias por tu opinión, pero no me interesa". "¿Acaso te he preguntado qué opinas sobre mi ropa?"...
Ayúdale a ponerse en el lugar del otro
Igualmente, debemos hacer ver a nuestro hijo que detrás de un niño que burla o insulta a los demás puede esconderse algo que desconocemos (falta de autoestima, problemas emocionales, necesidad de pertenecer o sentirse aceptado, llamada de atención...).
Esto no significa que debamos justificar y aceptar su conducta, ni muchísimo menos. Pero enseñar a nuestro hijo a ponerse en el lugar del otro y ahondar un poco más en su comportamiento, podría descubrirle información valiosa que le ayude a resolver la situación e incluso ayudar al otro niño.
Reflexionad sobre las amistades
Si las burlas o los comentarios hirientes vienen de parte de quienes tu hijo considera sus amigos, quizá es hora de hablar con él sobre el significado de la amistad. Es fundamental que los niños entiendan que los amigos no deben hacernos sentir mal, mermar nuestra autoestima o reírse de nosotros.
Un amigo es un pilar fundamental en el que apoyarse, por lo que si detectamos que nuestro hijo tiene amistades tóxicas, debemos actuar.
Otros recursos que podrían ayudaros
Si a pesar de estos consejos, sientes que no sabes cómo afrontar este tipo de situaciones y ayudar a tu hijo, es aconsejable que consultes con un psicólogo infantil. Igualmente, si detectas que las burlas tienen lugar en el entorno escolar, habla con el profesor de tu hijo lo antes posible para evitar que la situación vaya a más.
Paralelamente, desde casa debéis seguir trabajando las emociones mediante juegos y actividades divertidas, o incluso lecturas infantiles como estas:
- 17 cuentos sobre el acoso escolar para sensibilizar y concienciar a los niños acerca del bullying
- 21 cuentos y libros sobre gestión emocional para ayudar a los niños a entender y manejar sus emociones
- 17 libros para ayudar a los niños a identificar y gestionar sus emociones (clasificados por edades)
Fotos | iStock
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