Hace tiempo que las cifras de abuso sexual infantil se me metieron en la cabeza y desde entonces no me las saco: una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños sufre algún tipo de abuso sexual antes de cumplir los 17 años. De igual modo, las cifras de maltrato físico y psicológico son tremendamente altas y todo ello me preocupa porque afecta a la salud psicológica de los niños, a su integridad, a su autoestima y a su futuro, y yo tengo tres de ellos, tres niños.
No se me quitan de la cabeza y la cosa se agrava cuando aparecen noticias como la de una niñera rusa que cuidaba de una niña de seis meses, que la sedaba para luego poder hacer lo que quisiera, en este caso para poder beber alcohol y masturbarse tranquilamente. Dios...
Hasta los que parecen más experimentados engañan
Los padres de la niña la contrataron porque tenía mucha experiencia en el cuidado de los bebés. De hecho, era la primera niñera que contrataban. Después de unos días estando con ella, observaron que la niña se comportaba de un modo extraño, que no era la misma. Decidieron hacer lo que haría cualquier padre, poner una cámara oculta y ver si en las horas que estaba con ella pasaba algo fuera de lo común.
Pues bien, la pillaron in fraganti, pues gracias al vídeo pudieron ver que la niñera hablaba mal a la niña, que le daba medicación para que se durmiera y que, una vez descansando, se dedicaba a beber alcohol y a masturbarse mientras miraba la televisión (no he querido poner el vídeo porque me ha parecido muy desagradable, pero está en internet, por si tenéis estómago suficiente para soportar ver a semejante energúmena en acción).
La niñera, de 42 años, ha sido denunciada, claro, pero da que pensar qué hubiera pasado si los padres no se hubieran olido algo extraño. Quizás un día se le fuera la mano con la medicación para la pequeña, quizás un día se le fuera la mano con la botella, quizás...
¿Con quién dejamos a nuestros hijos?
Todo esto para recordaros que cualquier persona, tanto de fuera de la familia como de dentro, puede ser un acosador, puede quedarse con nuestros hijos y puede hacer auténticas barbaridades con ellos. Lo peor es que saben cómo engañarles o cómo hacerles creer que es normal. Lo peor es que saben cómo hacerlo para que los padres no sospechemos. Por eso los signos de nuestros hijos, por eso cuando vemos que podría estar pasando algo raro deberíamos pensar que podría estar pasando algo.
El problema es que es muy difícil separar el grano de la paja, porque los niños suelen llevar mal cualquier separación y podemos no estar viendo lo que nos dicen de manera indirecta en nuestra cara. Por eso en mi casa seguiremos preguntando a nuestros hijos cuando vengan con mala cara si ha pasado algo en el rato que han estado sin nosotros, por eso seguiremos desconfiando. Qué asco, de verdad, que haya gente tan inmoral y tan enferma. Qué asco que tengamos que estar siempre vigilando de que ningún adulto enfermo dé rienda suelta a sus locuras.
Vía | Las Provincias Foto | Upsilon Andromedae En Bebés y más | ¿Funciona la justicia española ante el abuso sexual infantil?, Levanta la mano contra el castigo físico, Seis años de cárcel para la educadora que sedaba a los bebés en la guardería