Los tíos y las tías son una figura fundamental en la vida de los niños, pues son los únicos familiares capaces de amar como lo hacen los padres, proporcionar diversión como lo haría un amigo y guardar secretos como el mayor de los confidentes.
Una relación cómplice, amorosa y respetuosa entre tíos y sobrinos marcará por siempre la infancia y adolescencia de nuestros hijos, siendo fuente de recuerdos que perdurarán en el tiempo.
Estas son las nueve razones por las que los niños necesitan a los tíos y a las tías en sus vidas.
Quieren siempre lo mejor para sus sobrinos
Los tíos van a querer siempre lo mejor para sus sobrinos, en el sentido más amplio de la palabra.
El sentimiento de amor incondicional, entrega y protección nace en el mismo momento en que ven a sus sobrinos por primera vez, y con el paso del tiempo se irá haciendo cada vez más grande hasta el punto de desvivirse por ellos, como lo haría cualquier padre por sus hijos.
Un tío o tía puede llegar a ser un gran mentor para el niño; un guía amoroso que siempre va a procurar su felicidad y éxito, que está a su lado para apoyarle cuando caiga, y que celebra como nadie cada cada pequeño logro conseguido.
Son 'amigos' y confidentes
Generacionalmente, los tíos están más cercanos a sus sobrinos que los abuelos, y no tienen el rol de autoridad que tiene un padre. Estas características les convierten en una figura única y especial; la del "mejor amigo adulto" que el niño puede tener, y en uno de sus grandes confidentes.
Gracias a esa conexión especial, a su madurez y al amor incondicional que profesan a sus sobrinos, los padres podemos tener la certeza de que siempre les darán los mejores consejos.
Son un ejemplo para los niños
Cuando los tíos tienen una relación cercana y amorosa con sus sobrinos, acaban convirtiéndose en un gran ejemplo para ellos, especialmente al llegar a la adolescencia.
Y es que en esta etapa de la vida, los niños tienden a buscar referentes con los que identificarse o a quien seguir, y en muchos casos encuentran en sus tíos y tías la influencia perfecta, sobre todo si estos son jóvenes.
Pueden ayudarles a descubrir nuevas aficiones
Por lo general los niños suelen compartir las mismas aficiones que sus padres al crecer influenciados por sus gustos y costumbres de ocio. Pero cuando los tíos comparten aficiones diferentes a las conocidas por los niños, puede abrirse ante ellos un abanico de nuevas oportunidades y hobbies que quizá sin ellos nunca hubieran descubierto.
Son divertidos y pacientes
Cuando tíos y sobrinos se juntan siempre surge la magia en forma de un juego loco inventado, una ocurrencia disparatada o una aventura improvisada en donde no faltas las risas y la diversión.
Los tíos parecen tener una energía inagotable y una paciencia infinita (muy especialmente si no tienen hijos propios y no sufren el desgaste diario que supone la crianza) y una mente llena de ideas frescas, apasionantes y sumamente divertidas para cualquier niño.
Los mejores mediadores en situaciones de conflicto
Debido a su rol de adulto confidente, influyente y cercano, los tíos son pieza clave a la hora de mediar en los conflictos que a veces surgen entre padres e hijos, muy especialmente durante la adolescencia.
Ser mediador no es posicionarse de un lado o de otro, sino escuchar a ambas partes, mostrar su apoyo emocional y tratar de encontrar una solución que acerque posturas.
Siempre están dispuestos a ayudar
Los tíos no solo son un gran apoyo para los padres a la hora de quedarse con los hijos cuando lo necesitan, sino que también están dispuestos siempre a echar una mano a sus sobrinos, ya sea haciendo deberes, practicando incansablemente con ellos ese baile de fin de curso que se resiste, o eligiendo ropa para su primera salida con amigos.
Además, disfrutan como nadie bañándolos, cuidándolos, contándoles cuentos hasta que se duermen o preparándoles ese plato de comida especial que tanto les gusta.
Creadores de recuerdos inolvidables
Tíos 'niñeros', consentidores, juerguistas, alocados, confidentes...tengan el rol que tengan en la vida de sus sobrinos, los tíos son protagonistas de grandes recuerdos de la infancia y adolescencia.
Quizá fueron los primeros en llevarlos al cine, en hacerles el regalo de cumpleaños más original, en darles el consejo que necesitaban en ese momento o en proponer ese plan inolvidable que a los padres nunca se nos hubiera ocurrido.
Sea como sea, no cabe duda de que unos tíos cómplices y entregados dejarán una huella imborrable en el corazón de sus sobrinos durante toda su vida.
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