La creatividad se define como "la capacidad o facilidad para inventar o crear". Todos los niños tienen esta capacidad para imaginar, inventar y hasta materializar cosas o ideas nuevas, y es una habilidad muy útil, ya no solo para el colegio (la parte académica), sino para la vida en general, a nivel social y emocional.
¿Cómo podemos fomentar esta habilidad en nuestros hijos, a través del juego? Os proponemos 11 ideas de juegos y actividades para potenciar la creatividad, que además os permitirán pasar un buen rato en familia. ¡Toma nota!
11 juegos y actividades para fomentar la creatividad en los niños
Jugar con objetos reciclados
Para este juego, que es muy abierto, podemos utilizar objetos cotidianos, del día a día. Incluso, objetos o material reciclado. Por ejemplo: cajas de cartón, hojas de papel, lápices y ceras de colores, rotuladores, plastilina, témperas, esponjas, cinta adhesiva, pinzas de la ropa...
Ofréceles este material a los niños y a partir de él, que puedan dejarse llevar por la imaginación y jueguen y creen. Por ejemplo, una simple caja puede convertirse en una nave espacial, o una camiseta para tirar, en un lienzo para crear una obra artística.
La clave aquí está en no imponer un criterio o una norma a la hora de jugar.
Refranero alternativo
Esta actividad consiste en escribir todos los refranes que se os ocurran en diferentes papelitos. Sin embargo, solo escribiremos la primera parte del refrán.
Después introduciremos todos los papeles en una bolsa o cajita y cada participante deberá escoger un papel. Tendrá 15 segundos (o el tiempo que consideréis) para sugerir un final del refrán (divertido y original), diferente al final real. Aquí os sugerimos más de 70 refranes para niños.
Microrrelato
Un juego para estimular la creatividad creando microrrelatos. Primero, abre el diccionario por una página al azar y señala una palabra cualquiera. Apúntala.
Apunta también la palabra que viene antes de esa que has escrito y la que le sigue a continuación. El juego consiste en crear un microrrelato con esas tres palabras. El niño podrá escribirlo o decirlo de forma oral.
¿Quién soy hoy?
Un juego para hacer mientras paseáis, por ejemplo. Se trata de ir probando diferentes formas de caminar; por ejemplo, caminar como un robot, como una persona mayor, como un orangután...
El reto es adivinar de quién se trata, o de qué animal (podéis ir intercambiando los roles; primero uno imita y el otro pregunta, y viceversa).
Otra variante es imitar la forma de hablar de alguien: por ejemplo, la profesora en clase, alguien con un idioma extranjero, etc.
¡A cocinar!
Cocinar puede convertirse en una actividad que estimule la imaginación y la creatividad de los más pequeños.
Podéis plantear la actividad como "un laboratorio creativo". Cada participante (niño, adulto...), tendrá que preparar una parte de la receta, para que juntos podáis crear un plato riquísimo.
Otras ideas: hacer pan juntos, y que los niños utilicen la masa como si de plastilina se tratase, haciendo diferentes formas. O si hacéis bizcocho, pastelitos, galletas... lo mismo.
Un diario diferente
Se trata de escribir un diario un poco diferente; en este caso, en lugar de utilizar palabras, el niño deberá incluir esquemas, dibujos, pegatinas, símbolos... ¡lo que le apetezca! Todo, menos palabras.
A través de esta actividad podrá expresar cómo se siente, explicar cosas que le han ocurrido... pero con la "dificultad" de tener que hacerlo sin palabras. Después, podrá compartirlo contigo o no, en función de si le apetece.
Crear historias: los juegos de rol
El juego simbólico es ideal para estimular la creatividad de los niños, que encarnan diferentes personajes. Por ejemplo, pueden crear una obra de teatro, jugar a papás y a mamás, a médicos, a que son artistas y bailarines...
Así, pueden servirse de la historia que crean en su cabeza, para reproducirla a través de una actuación, de disfraces y del material del que dispongan. Y tú puedes acompañarles como otro personaje más de su historia.
Historia con un dibujo
Aquí se trata de mostrar al niño un dibujo simple; puede ser la ilustración de un libro no conocido por él. Pídele que se imagine lo que está haciendo el personaje y que construya una historia a partir del dibujo.
La "norma" es que la historia debe incluir personajes que no aparecen en el dibujo, lo que hacía el personaje antes y cómo terminará la historia.
Cambiar el cuento
En este juego se trata de cambiar el final del cuento preferido de tus hijos. Anímales a que sean ellos mismos quienes escojan.
Otra variante del juego, para niños mayores, es que los adultos digan una frase para iniciar el cuento y ellos otra para continuarlo, y así por turnos. La historia final la podéis escenificar, escribir, dibujar, etc.
Objetos con un uso diferente
Una silla sirve para sentarse, y una mesa, para comer, estudiar... Pero, ¿para qué más puede servir una silla, más allá de su uso "habitual"? ¿Y una mesa? ¿Una pelota, una escoba o un patinete? ¿Puede una pelota utilizarse para hacer un masaje, por ejemplo?
La idea es que los niños vayan diciendo funciones diferentes para cada objeto, más allá de su función normal. Un juego que estimula la flexibilidad mental de los niños, además de su imaginación.
Lluvia de preguntas
A partir de un dibujo o una ilustración donde aparezca un personaje central, el niño debe plantearse el mayor número de preguntas posibles relacionadas al mismo.
Deja que corra su imaginación y curiosidad y que se plantee todas las preguntas posibles (aunque no puedan verse a simple vista). Aprovecha y observa si pregunta sobre diferentes aspectos, como: la familia, las emociones, la personalidad... o si hace referencia a personajes que no aparecen en el dibujo.
¿Qué necesitamos para estimular la creatividad de los niños?
Hay muchos juegos y actividades que podemos hacer con los niños para estimular su creatividad, y hemos visto algunos de ellos. Pero, ¿qué más podemos hacer, como padres y madres, para favorecerla? Os dejamos algunas ideas:
- Conocer sus gustos, intereses y aficiones.
- Estimular su autoestima y su autoconfianza (si confían en ellos mismos, ¡es más probable que se animen a intentar cosas nuevas!).
- Animarles a que se conozcan a ellos mismos y a que salgan de su zona de confort.
- Hacerles preguntas no esperadas, preguntas abiertas... que les inviten a reflexionar.
- Fomentar su perseverancia si no son capaces de encontrar la solución a la primera.
- Reforzarles por todo lo bueno que hacen o intentan (también por el esfuerzo, más allá de los "logros").
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