Con las fiestas ya en su recta final ya sólo queda hacer balance del año pasado y ver si este año nos vamos a poner a plan de una vez o lo dejamos para el que viene. Si, has leído bien, yo siempre he dicho que el año debería finalizar con la noche de Reyes, o más bien, con el final de las vacaciones escolares de Navidad, pues es cuando todo regresa a la rutina que se abandonó semanas antes.
Ahora sólo queda recoger árbol, el belén y los adornos navideños, si esos que solemos aprovechar las vacaciones de Semana Santa para quitarlos. Pero hay algo que permanece es estos días y nos va a acompañar durante unos cuantos meses y no es otro que nuestro amigo el invierno y el acoplado de turno que siempre le acompaña, el frío. ¿Y qué pasa con el frío? Pues que toca quedarse en casa con uno o más diminutos seres con mucha energía sin gastar que hay que quemar como sea. Una buena forma es este juego del rescate del juguete crionizado.
Inicialmente y como podéis ver en la imagen superior, son simples adornos metidos dentro de hielo que podemos colocar en el exterior de nuestras casas. Los que vivís en zonas donde al invierno haya que llamarle con mayúsculas podéis realizarlos con vuestros hijos las próximas Navidades.
Pero para lo que nos ocupa, que es entretener a nuestros hijos en las frías tardes de invierno y a poder ser bien calentitos, vamos a covertirlo en un divertido juego para la hora del baño, si has leído bien, vamos a jugar dentro de la bañera.
Preparativos
EL juego
La tarde antes, junto a nuestros hijos seleccionaremos un juguete que sea resistente al agua, ojo papás no se os ocurra meter la tablet. Buscaremos un plato o recipiente donde el juguete elegido pueda quedar sumergido en agua y haremos sitio suficiente en el congelador, porque ahí se va a quedar hasta la hora del baño de mañana. Algo sencillo es meter un muñeco o juguete pequeño dentro de un globo y llenarlo con agua.
Si vivís en sitios dónde los grajos vuelan bajo podéis simplemente dejarlo en la ventana y que la noche trabaje por vosotros.
Al día siguiente, mientras llenamos la bañera como un día normal desmoldamos a nuestro juguete o si hemos elegido la versión globo, sólo tenéis que romperlo y retirarlo (poniéndolo debajo del chorro de agua caliente unos segundos será suficiente).
Bueno, aquí cada uno que escoja cómo quiere plantear el juego. Supongo que por regla general los más pequeños desconocerán el mecanismo hielo-agua caliente así que podéis aprovechar para hacer magia o simplemente disfrutar viendo como juegan con u trozo de hielo hasta que se derrite del todo. Os aseguro que es muy divertido.
Cuando ya son un poco más mayores hay que romperse un poco más la cabeza, pero os propongo una competición a ver quien lo rescata antes del hielo, o a ver a quien le dura sin derretirse todo el tiempo de baño.
Si están aprendiendo a contar podéis ponerle una cuerda a la hora de congelarlo, y así lo metéis en el agua sujetándolo por la cuerda, contáis hasta el número que queráis y lo sacáis a ver si se ha liberado o no, y así hasta que lo consigáis.
Para los más mayores o para aquellos que el baño no sea un momento demasiado divertido podemos hacerlo en el exterior con un martillo y un cincel hasta liberar el juguete, eso si, procurad que sea resistente. O simplemente podéis dejarlo en la ventana de adorno hasta que se pase el frío.
Otra forma divertida es teñir el agua con colorantes alimenticios, tinta de calamar, zumos o refrescos sin gas.
Espero que os decidáis a hacerlo pues os aseguro que se lo van a pasar genial con estos juegos de invierno, el rescate del juguete crionizado.
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