Últimamente he descubierto un nuevo modo de divertirme con mi hija mayor, de 22 meses. Se trata de los libros-puzzle, que aparte de contarle historias variadas (de contárselas yo), la mantiene un buen rato entretenida pasando cada página, observando los dibujos y deshaciendolos puzzles que contiene.
Después, aún no puede volver a montar las piezas del puzzle, pero lo intenta un buen rato, con la concentración que ello supone (al final acabo ayudándola yo), aparte de la manipulación de las piezas que la hace practicar movimientos finos con las manos.
Se trata de una manera más de “leer” con nuestro bebé. Libros puzzle hay de muchos tipos, precios y tamaños. En cualquier gran superficie podemos encontrar varios libros de este tipo.
Mejor escoger, para niños de corta edad, los libros-puzzle específicos para los más pequeños, que contienen las piezas de puzzle grandes, pocas piezas por página más sencillos de manipular y montar), con las páginas de cartón duro y un buen grosor que impida que el libro acabe hecho añicos en poco tiempo…
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