Asesoras de lactancia: ¿una ayuda voluntaria o una profesión remunerada?

Asesoras de lactancia: ¿una ayuda voluntaria o una profesión remunerada?
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Hace unas décadas las tasas de lactancia cayeron a unos mínimos inaceptables porque la leche artificial se publicitó como mejor que la leche materna y como medida liberadora de la mujer. Gracias a la investigación se fue conociendo, poco a poco, que lo que se suponía un avance resultó ser un retroceso, porque la leche artificial no resultó ser mejor y los bebés perdían las defensas de la leche materna y muchas características asociadas, ya que la lactancia materna no es solo un alimento.

Al volver las madres a lactar se evidenció un vacío de conocimientos a nivel social y sanitario y las mujeres que tenían problemas con la lactancia no obtenían respuestas adecuadas en la consulta médica. Esto hizo que algunas mujeres decidieran darse apoyo unas a otras, derivando finalmente en la figura de la asesora de lactancia.

Ahora esta figura existe y hace una función voluntaria encomiable y muy necesaria. Sin embargo, algunas de las asesoras se han desmarcado cobrando por sus servicios y conocimientos y se ha generado una gran polémica entre las asesoras porque: ¿es un voluntariado o una profesión remunerada?

El vacío de conocimientos de los profesionales sanitarios

Sucedió y sigue sucediendo. Ya lo hemos comentado en varias ocasiones en Bebés y más. Se espera que los pediatras, enfermeras y matronas sean expertos en lactancia, pero aún no. O por lo menos aún no la mayoría. Las cosas de palacio van despacio y son muchos los que, por no reciclarse, se han quedado atrás. Hay pediatras que dan hojas infumables, hay enfermeras que no saben de qué hablan y se dedican a perpetuar mitos y matronas que están en la misma situación.

Si esto es ahora, imaginad hace 30 o 40 años. Una madre iba con problemas de lactancia al médico o pediatra y recibía la indicación de complementar con biberón o de dar el pecho sólo 10 minutos cada 3 horas con el fin de curar las grietas, por poner dos ejemplos. Las lactancias iban cada vez peor, las mujeres se sentían desasistidas y así nacieron grupos de madres que se juntaban para explicarse sus problemas y posibles soluciones, de manera desinteresada.

El paso del tiempo, nuevos estudios, nuevos conocimientos y nuevos problemas hicieron que en los grupos de apoyo ya no sirviera eso de: "A mí me funciona esto", "Conozco una que hizo esto otro y le fue bien". Los problemas eran cada vez más concretos y complejos y las madres necesitaban más conocimientos y experiencia. Así surgió la figura de la asesora de lactancia (en la Liga de la Leche se le denomina monitora), una mujer, madre, que daba el pecho o lo había dado, que tenía unos conocimientos y una experiencia que le avalaban para tener autoridad y credibilidad en la dinamización de los grupos.

La formación de asesoras de lactancia

Hace unos años, las federaciones de grupos de apoyo empezaron a ofrecer cursos de asesoras de lactancia. En teoría se ofrecían para mujeres que querían ser asesoras, pero la inscripción era abierta y podía hacerlo cualquiera que quisiera saber más sobre lactancia (madres, futuras madres, profesionales sanitarios, etc.).

Yo mismo lo hice obteniendo el título en el año 2008. Ahora bien, el primer día, nada más entrar, lo explicaron muy claro: las asesoras de lactancia son madres, voluntarias, que han decidido formarse para poder dedicar su tiempo a ayudar a otras madres. Son madres que han dado el pecho a sus hijos, porque en los grupos de apoyo todas las mujeres tienen que tener las mismas características. Vamos, que en un segundo nos dijeron a los hombres presentes (creo que éramos tres), que no podíamos formar parte de ningún grupo de apoyo a la lactancia y a todos los presentes que el título era solo una formación para poder algún día ser asesora en un grupo.

Yo no tuve ningún problema con ello. Mi intención, como enfermero, era aprender. Obtuve el título, como el resto, imagino, y tan contento. Me lo pagué yo, yo pagué los desplazamientos y yo dediqué horas de mi vida porque eso me interesaba, como hicieron todos los demás. Las madres que querían ser asesoras en un grupo ya tenían uno de los requisitos: el título.

Digo uno de los requisitos porque cada asociación tiene los suyos propios, pero en la mayoría el título no es lo único, ni mucho menos. Si nos fijamos en los requisitos para ser asesora de Alba Lactancia Materna vemos que además del título y de ser madre que ha dado el pecho al menos un año, debe hacer una formación práctica tutorizada en los grupos y que no consigue serlo hasta que la junta lo decide. Hay mujeres que pueden tardar hasta dos o tres años en lograrlo porque al final lo más importante es la experiencia, el haber tratado con muchas madres, haber visto muchos problemas, haber encontrado soluciones e incluso haberse equivocado, para seguir aprendiendo. No olvidemos que un mal consejo puede ser determinante para acabar con una lactancia, de igual modo que los malos consejos de los profesionales lo pueden lograr.

Y un buen día, algunas decidieron cobrar por ello

Los grupos de lactancia tienen un horario. Normalmente se reúnen una vez a la semana, a la misma hora en un lugar fijo. Para las "urgencias" suele haber un teléfono móvil tras el cual una asesora, también voluntaria, ayuda a las madres que no pueden esperar a ese día.

Sin embargo, hay demanda de madres que solicitan ayuda a domicilio, y ahí es la asesora la que decide si acudir o no. Muchas no lo hacen (lógico, es un desplazamiento en coche, un tiempo particular y seguimos hablando de un voluntariado), pero hay otras que sí. Y en ese sí hacer, hay mujeres que han decidido cobrar por sus servicios "urgentes". Algo así como "ven al grupo el día que nos reunimos, pero si me necesitas antes o quieres que te vaya a ver, tendrás que pagar por ello".

De igual modo, hay mujeres, madres o no, que obtienen el título para ofrecer sus servicios privados como asesoras de lactancia, normalmente acompañado a otros títulos como asesora de porteo, doula, yoga, masaje infantil y similares. Algunas lo hacen a domicilio y otras tienen sus propios centros donde además de esos servicios venden mochilas, fulares, etc.

¿Es la asesoría de lactancia una profesión?

Asesoras de lactancia, voluntariado o profesión

Ahora bien, ¿pueden hacerlo? ¿Deben hacerlo? Es la pregunta del millón. Muchas defienden el cobro por el gasto que les ha supuesto la formación o el local donde llevan a cabo la asesoría. Un dinero que invirtieron sin recibir ninguna recompensa económica. Pero no tienen razón. Como ya he explicado, yo también pagué el curso en su día, como pago los congresos a los que voy, los libros que leo, los desplazamientos y las estancias. Y yo no cobro más como enfermero en la consulta, ni por el saber añadido cobro más a una madre que viene pidiendo ayuda porque su lactancia no va bien.

Pero no es solo eso, es que el título de asesora es, como digo, una formación para poder ser voluntaria. No se hace para tener una profesión, y si alguien está anunciando un curso de asesora de lactancia para luego trabajar como asesora, cobrando por ello, está mintiendo y ofreciendo falsas expectativas.

Pero, hay mujeres que las necesitan y pagarían lo que fuera

No lo niego. Muchas asesoras lo son porque en su día tuvieron problemas con la lactancia y un ángel ofreció sus servicios desinteresados salvando su lactancia. Yo mismo fui con mi mujer a casa de una asesora, en este caso matrona, que nos ayudó muchísimo, y que no nos cobró nada por ello, y habríamos pagado sin duda.

Existe la demanda, las madres necesitan esa ayuda de manera urgente, incluso visitas a domicilio, ¿por qué no pueden cobrar las asesoras por esos servicios?

El pago supone profesionalización

Una cosa es ser voluntaria, que te presentas como asesora de la asociación a la que perteneces y otra cosa es presentarte como asesora, cobrando. En el momento que pides dinero por tu función ya no eres asesora de esa asociación, no puedes presentarte como tal. Entonces te presentas como una profesional de la lactancia, o eso se supone.

Pero no existe la profesión de asesora de lactancia, no está reconocida. La función de asesorar profesionalmente en temas de lactancia es una función de las matronas, las enfermeras de pediatría, los pediatras e imagino que también labor de los ginecólogos. Entra dentro de estas funciones acudir a domicilio para ayudar a las madres lactantes, y muchas matronas lo están haciendo a nivel privado, porque es una función que debería ejercer la matrona de los centros de atención primaria, pero muchos centros no tienen matrona y cuando la tienen, no tiene disponibilidad para ello. Vamos, que hacen falta muchas más matronas en la atención primaria para dar respuesta a la demanda (o que haya más matronas haciendo esa labor a nivel privado).

¿Por qué las matronas sí y las asesoras de lactancia no?

El consejo de lactancia es una función sanitaria. Si se hace a nivel voluntario no hay peligro real a nivel de responsabilidades, porque son grupos de apoyo de madre a madre. Te está informando una mujer lactante que te habla en base a su experiencia y conocimientos.

Si se hace a nivel profesional, es decir, cobrando, está ejerciendo una profesión que, en este caso, no existe. El título no le avala para hacerlo y cuando se dan consejos sanitarios profesionales tienen una responsabilidad y unas competencias.

A nivel de competencias, los enfermeros tenemos las nuestras publicadas en el BOE, y las tenemos también cuando nos especializamos en pediatría (en éstas podemos leer, por ejemplo: "Promocionar como experta la lactancia materna. Asesorar y apoyar en el inicio y en el mantenimiento, explicar la técnica y actuar ante las dificultades."). Las matronas, lo mismo, sus competencias están publicadas en el BOE, donde la lactancia está muy presente en sus funciones y los pediatras, pues igual. Sin embargo, no existe un marco de competencias, no existe una definición de la profesión de asesora, no existe ese trabajo.

Matrona a domicilio

A nivel de responsabilidad, los profesionales de la salud pagamos anualmente un colegio y en consecuencia tenemos un seguro de responsabilidad civil. Si de nuestra actividad surge un problema estamos cubiertos por nuestro colegio. Si una mujer o madre quiere, puede reclamar. Puede poner una reclamación en el centro de salud, que para eso están las hojas creadas con esa intención. Y si quiere y lo considera necesario u oportuno, puede denunciar por mala praxis.

Si una asesora que se presenta como profesional (cobrando) tiene un problema con una madre está sola. He comentado que tienen los conocimientos y la capacidad, pero claro, si hay gente que se conforma con el título y no tiene la experiencia asesorando, ni como madre, cabe la posibilidad de error. Incluso la asesora más formada y experimentada puede equivocarse y dar un consejo erróneo, ¡si hasta los mejores médicos se equivocan!

Si te equivocas como voluntaria responde por ti tu asociación, y en cualquier caso, no creo que ninguna madre pueda reclamar demasiado, porque no actúas como profesional sanitario, eres una madre que está intentando ayudar a otra. Si te equivocas en tu trabajo, cobrando, es diferente. ¿A quién reclama la madre? ¿A quién denuncia? ¿Quién responde por ti? Nadie, estás dando un consejo sanitario profesional sin ser personal sanitario y sin estar cubierta por ningún seguro de responsabilidad civil.

Pero entonces, ¿por qué hacerse asesora?

Normalmente una mujer, madre, se hace asesora porque en su día, como madre lactante, tuvo algún problema y alguien le ayudó. O no tuvo ningún problema, pero acudió a los grupos de apoyo y allí encontró un lugar donde ser escuchada y donde compartir experiencias. Esto no hay profesional sanitario que pueda igualarlo porque en nuestro caso el trato es individual y no hay una relación de igual a igual, no hay una madre hablando a otra madre, hay un profesional hablando a una madre. A lo que iba. La madre que va a un grupo se siente bien, agradecida y en algún momento decide devolver todo cuanto recibió, o parte de ello, a través de la misma función, haciéndose asesora voluntaria y dedicando el tiempo que ella decide a ello.

Si una mujer se hace asesora de lactancia pensando que de ese modo tendrá una oportunidad laboral se está equivocando en el objetivo y en la intención porque, repito, no existe la profesión de asesora de lactancia y el título no se creó para recibir una compensación económica por la labor de asesora, sino para el voluntariado, para crear una red de madres que ayudara a otras madres que necesitaran ese espacio, para que esas madres ayudadas sintieran también la necesidad de colaborar y ese espacio, ese momento, ese lugar, se perpetuara.

¿Y las IBCLC?

Una Consultora Acreditada de Lactancia Materna, que en inglés se conoce como IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant) sí es una profesional experta en lactancia que obtiene el título mediante un examen internacional.

El problema es que en España tampoco existe la profesión. No está reconocida y, en consecuencia, carece también del mencionado marco de competencias y colegio profesional. Están en la misma situación a nivel de responsabilidad, aunque si hubiera denuncia tendrían seguramente menos problemas por una cuestión de titulación. Estamos hablando de una profesión que sí existe en muchos países, solo que aquí aún no se ha reconocido.

Lo que está sucediendo es que cada vez son más los sanitarios que se acreditan como IBCLC (enfermeras, pediatras, matronas, etc.) y al ser una titulación que debe renovarse cada 5 años se garantiza la constante actualización de los conocimientos de esos profesionales y hay centros que están promoviendo esa titulación para sus trabajadores. Y un profesional sanitario IBCLC sí está amparado por su colegio, pero no por serlo, sino por ser antes profesional sanitario y estar, al fin y al cabo, llevando a cabo una de sus competencias.

Fotos | Thinkstock
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    • interesante

      No puedo estar más de acuerdo, excelente análisis. Además, yo que formo parte de un grupo de lactancia, veo amenazada nuestra función, porque si se empieza a cobrar habrá madres que no se acerquen a nuestras asociaciones pensando que igual les cobramos algo. En nuestra asocación las voluntarias van donde haga falta siempre que puedan que es casi siempre, si no es una es otra, y se hace de manera desinteresada como todo voluntariado. Como tu has dicho nuestra función no es sanitaria, nuestra función es acompañar, escuchar (principalmente estas dos cosas!), ofrecer nuestra experiencia y, en último término y con cuidadín, aconsejar, aconsejar intentando no dar pautas sanitarias, lo cual es muy complicado porque es muy facil caer en lo otro.

      Quien no tenga claro esto, que se busque otra salida laboral, es como si ahora los voluntarios de las ONG que reparten alimentos en los bancos de alimentos deciden empezar a cobrar... Si no quieres dedicar tu tiempo a cambio de "nada" (que yo no creo que sea a cambio de nada, lo haces por ver a una persona bien que es la mayor satisfacción que hay) entonces no te dediques a un voluntariado. Pero me parece muy ruin hacerte hueco como voluntaria y luego empezar a cobrar...

    • Completamente de acuerdo! Gracias por poner los puntos sobre las ies!
      Me he acordado de una entrada tuya del verano pasado (Cuando a la crianza con apego le llega la fecha de caducidad...o algo así).
      Soy profesional sanitario y una defensora enamorada de la lactancia. No soy asesora de lactancia por ninguna asociación y tampoco ejerzo mi profesión de médico actualmente. Pero (como la gran mayoría de madres que damos pecho) he ayudado a amigas, primas, vecinas, hermanas de conocidas...etc con dudas, miedos y problemas concretos en la lactancia. Porque sí, como una cadena de favores. Como pudieron hacer madres y abuelas hace 100 años.
      Pero, de vez en cuando, me voy encontrando mujeres que están haciendo de esta ayuda una "ley de vida", que van dando consejos y dogmas de crianza sin que se los pidan, sin esa delicadeza que hace que el otro no se sienta juzgado.
      Y ya creo que el colmo es querer cobrar por un voluntariado social! Creo que esto va reñido con el espíritu creador de las asesoras de lactancia y como has dicho bien, exige una responsabilidad profesional en un vacío legal.

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    • Avatar de monica1976 Respondiendo a monica1976

      Jejeje, parece que cada verano aprovecho para hacer algún tipo de entrada así, ¿no?

    • Muy buen análisis. Hace unos días había polémica en Facebook por este tema, y me ha gustado poder leer un resumen bien organizado aquí.

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    • Avatar de mamaenbulgaria Respondiendo a mamaenbulgaria

      Gracias, lo sé... estuve metido en la polémica y pensé que era interesante tratar el tema.

    • Estupenda reflexión. En mi ciudad solo hay un grupo de lactancia y solo (y únicamente) se reunen una vez a principio de mes. El resto del mes, si quieres asesoramiento pagas 25€ (creo recordar). Para mi, con escasos recursos y algun problema de lactancia que tuve (que derivó en el destete voluntario de mi hijo) la segunda opción era imposible y la primera era demasiado escasa.
      YO pienso que debería ser voluntario y no cobrar. O al menos hacerlo por ''la voluntad'', no sé. Es un poco el yo te ayudo y tu me ayudas, una cadena de favores.

    • Pues yo creo que te equivocas, si crees q es competencia sanitaria lo es se cobre o no se cobre. O acaso alguien no titulado te puede hacer una cirugía o un diagnóstico, o recetar un medicamento pero como es voluntario, no te cobra, no pasa nada? Pues lo mismo, o todo o nada. Si no está regulado pues lo puede hacer cualquiera, cobrando o no, si está regulado no pueden hacerlo.

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    • Avatar de noralba Respondiendo a noralba

      Las competencias se establecen para saber cuál es la función de cada profesional, y a la vez, cuál no es su función, pero no dice quién debe saber de algo y quién no debe saber de ese algo. Hablamos de competencias profesionales. Una asesora de lactancia no es profesional, hasta que empieza a cobrar y entonces empieza a comportarse como tal.

      Yo puedo encerrarme en mi casa con todos los libros de medicina, durante 10 años o los que me haga falta, y acabar sabiendo lo mismo o más que los médicos. Con unos años más, hasta puedo especializarme en lo que quiera. Con todos esos conocimientos podré ayudar a quien yo quiera. Puedo ayudar a mis familiares, puedo ayudar a mis vecinos, hasta puedo abrir una consulta voluntaria donde quien quiera puede venir para tener un diagnóstico diferencial ("¿Así que tu médico te dice que tienes esto? Pues tiene razón" o "Pues yo diría que se equivoca... yo creo que tienes esto otro. Te recomiendo que cuando vuelvas a verle le sugieras la posibilidad de que tu enfermedad es la que te comento y que te haga pruebas para corroborarlo"). Pero no puedo abrir una consulta médica y cobrar por ella porque, pese a tener los conocimientos, no soy médico. Y nadie puede denunciarme por nada porque saben que lo hago como voluntario, que simplemente ofrezco mis conocimientos, pero no hago de médico, percibiendo dinero por ello.

      Una mujer que va a un grupo de lactancia sabe que es recibida por asesoras voluntarias, y sabe que si quiere una opinión profesional, recibir un diagnóstico y medicación tendrá que acudir a la matrona, enfermera, pediatra o médico (con el riesgo de que dé con uno de tantos que no tiene ni idea). Pero si recibe la visita de una asesora, con su tarifa, y cobra por ello, entonces está haciendo un trabajo y entonces se está comportando como una profesional. Es diferente.

    • Cuando acude a nosotros, los profesionales de la salud, una mamá recién parida, en múltiples ocasiones lo hace no sólo necesitando un consejo acerca de la lactancia materna. La Maternidad no es un proceso lineal, solamente biológico. Es un cataclismo vital que te revuelve las entrañas y mueve tus valores, tus conceptos, todo lo anteriormente aprendido. El acompañamiento que realizan doulas y asesoras no tiene precio. Y ese ha sido nuestro talón de aquiles. Nuestras agendas están apretadísimas, consultas abarrotadas, quieres atender con el máximo rigor a todo el que viene a solicitar tus cuidados.... Entonces aparece estas figuras que no sólo dan consejos a las madres y padres en esta fase de la vida, tan olvidada por enfermeras, matronas y pediatras. Y nosotros queremos recuperar esa parcela a base de decirles que no lo hagan y ponerlas en su sitio, y sin que sigamos sin abordarlo adecuadamente. Ya sea por esa falta de profesionales, por falta de medios o por falta de voluntad. Entonces me pregunto ¿contra quién luchamos? ¿Contra las asesoras, contra el sistema, contra nosotros mismos que en vez de actualizarnos y avanzar seguimos con el mismo modelo paternalista de que ¨yo soy el que más se porque tengo la bata blanca¨?

      Que haya asesoras que cobren por ello... las que conozco lo hacen por la venta de productos relacionados con la maternidad. En ese debate no entro.

      Quizás estemos ante el nacimiento de una nueva profesión. Personalmente la considero compatible con las sanitarias. Otra cosa es la regulación de las competencias y de las titulaciones, que no sólo es necesaria sino obligatoria.

      Armando, me has hecho reflexionar. Un saludo y feliz domingo.

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    • Avatar de adrianette Respondiendo a adrianette
      interesante

      A eso voy. El voluntariado actual de las madres asesoras, con ciertas condiciones, provoca la posibilidad de un trato de igual a igual que, en realidad, es impagable. Mujeres que reciben algo que les salva la lactancia y que, en muchas ocasiones, la maternidad, por ser un punto de apoyo vital que en muchas ocasiones no tienen en su propia familia.

      Ese recibir se siente en deuda en un dar, la gratitud se devuelve haciendo algo parecido, quien lo sienta, para sentirse útil ayudando a otras mujeres y madres. ¿Deben cobrar por ello? ¿Debe existir la profesión? No lo sé. Quizás sí. Pero... una vez se profesionaliza, ¿seguirá existiendo la misma relación? Porque ya no habrá obligación de ser madre y lactante, ¿o sí? ¿Se puede exigir para desempeñar un trabajo que seas madre y que hayas dado de mamar? No sé si se pueden poner esas condiciones... y si no se pueden, es un trabajo que podría hacer cualquier mujer, madre o no, y cualquier hombre, padre o no... y entonces ya no hay relación de igual a igual, y la que recibe el cuidado de la otra madre ya lo agradece pagando. Ya no siente la necesidad de ayudar a otras madres... ¿y no es en cierto, modo, ese ayudar, ese voluntariado, una manera de dar sentido a la vida?

      No digo que deba ser así, sólo dejo caer reflexiones... yo también fui voluntario muchos años en Cruz Roja y lo hacía porque me sentía bien haciéndolo... si me hubieran pagado no habría sido lo mismo, claro.

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    • Creo que la relación de ayuda de la que hablas se puede establecer en el asesoramiento sobre lactancia, independientemente si la asesora lo hace remuneradamente o no. Ha pasado entonces que las asesoras y su función han evolucionado, así como las demandas de la población.
      Igual es una cuestión de semántica. Quizás ya no se tenga que relacionar la asesoría en lactancia con voluntariado. Es imposible que una persona sea voluntaria de por vida. Partiendo de la base de que esa asesora, igual si es madre también, superará su lactancia, progresará en su ciclo vital y empezará a interesarle otras cuestiones. Pero sin embargo día a día nacen niños y existen madres en apuros.

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    • Avatar de adrianette Respondiendo a adrianette

      Cierto, y también surgen nuevas madres que quieren devolver con su voluntariado a la asociación lo que en su momento hicieron por ellas. No hace falta que las voluntarias sean de por vida, la renovación es deseable, la convivencia en nuestra asociación entre las antiguas ya con hijos preadolescentes y las nuevas con bebes es muy enriquecedora, unas aportan experiencia, otras vitalidad, y se van cediendo el testigo.

    • He tenido una lactancia muy complicada, que ha durado 10 meses por pura cabezonería. Consulté con asesoras, matronas, pediatras (el que más me ayudó) y la ginecologa. La que menos útil resultó fue la asesora. De la sesión a la que acudií me resultó mucho más útil hablar con otra chica que acudía a la sesión como yo que lo que la monitora nos aportó, que fue casi nada. Creo que sería muy necesario crear esta especialidad "médica" ya que al final resultó que entre otrosproblemas, tenía uan infección. No me parece correcto qeu alguien sin titulación médica recetara antibioticos. Lo que me exasperó más fue el desconocimiento por parte del personal médico. Parece que para la ginecóloga solo importas de cintura para abajo, y para la mayoría de pediatras solo importa el niño. A nuestro pediatra yo le decía que tenía un problema de lactancia y el decía que no, porque el niño estaba la mar de gordito. El niño no lo tenía, lo tenía yo! Que me faltó el canto de un duro para dejarlo.
      Así que coincido en que nadie que no tiene una titulación reconocida debe cobrar por un trabajo (aunque se hace, y demasiadas veces, como muy bien has dicho con los cursos de porteo, yoga para bebes...), pero me alucina lo verde que está el tema al menos en nuestro país.
      Dicho de paso, estoy convencida de que si los hombres fueran los que amamantaran, habría una especialidad en medicina de mamología y lactancia. Pero a las mujeres se nos da bien callar y tragar. Y así nos va... Sigt...

    • Hola Armando. El análisis me ha parecido muy bueno. Pero hay aspectos en los que no estoy de acuerdo.

      Para empezar, soy bióloga. He consultado con mi colegio profesional y los biólogos también podríamos ejercer la asesoría de lactancia de manera remunerada, siempre respetando las parcelas que corresponden a los profesionales sanitarios (recetas, curas, etc.).

      Llevo 6 años ejerciendo de manera voluntaria la asesoría de lactancia. Sin embargo, con frecuencia nos piden más. Nos piden visitas domiciliarias, mujeres con cesáreas o partos traumáticos que tienen movilidad reducida. O mujeres que se sienten incómodas exponiendo sus problemas en un grupo. O mujeres de cierta relevancia pública que no quieren acudir a reuniones. ¿Qué ocurre en esos casos? Ojalá los profesionales sanitarios pudieran atender los problemas de estas mujeres. Pero la realidad es que, a día de hoy, no lo hacen (en muchos casos). Si lo hicieran, las asesoras de lactancia no seríamos necesarias. Pero las asesoras, desde el voluntariado, no podemos atender las visitas domiciliarias.

      Como han dicho anteriormente, tal vez estemos ante el nacimiento de una nueva profesión. Y como tal, resulta urgente que dicha profesión sea regulada legalmente cuanto antes en nuestro país. Hay un vacío que se está cubriendo mediante asesoras de lactancia que empiezan a cobrar, sin que nadie garantice su formación ni cubra sus posibles responsabilidades. Pero la solución no es pretender que todo se cubra desde el voluntariado, porque a veces el voluntariado no es suficiente. La solución probablemente pase por regular una actividad que ya está teniendo demanda y que puede contribuir a incrementar las tasas de éxito de lactancia materna.

      Un saludo.

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    • Avatar de mariajose.ruiz.908 Respondiendo a mariajose.ruiz.908

      Ajá, pero entonces puedes ejercer porque eres bióloga, pero no por ser asesora, ¿cierto?

      Entiendo lo que comentas, de verdad que lo entiendo, pero es que la asesoría es voluntaria. Si se regula y se empieza a cobrar, ¿alguna lo hará de manera voluntaria? ¿Todas empezarán a cobrar? ¿Quién va a visitar a quien no pueda pagar? ¿O sólo se cobrará en caso de ir a domicilio, pero no en el grupo? Si es así, cuando se esté en el grupo, ¿no habrá asesoras que inviten a las madres a no venir "porque ya voy yo a tu casa si quieres"?

      Y lo más importante, ¿alguien está haciendo algo para que se regularice? Porque si nadie está haciendo nada, desde luego no sucederá nunca... por otro lado, si existe la necesidad, ¿no deberían las madres llamar a la matrona y solicitar esa ayuda? Quizás cuando muchas madres pidan ese soporte a domicilio a la matrona / enfermera, se empiece a ofrecer ese servicio. Pero si nadie lo pide, pues no creo que nadie lo ofrezca.

    • Pero Armando, para eso que planteas, lo primero sería que las matronas y enfermera, todas, tuvieran una buena y completa formación en lactancia. Cosa que hasta hoy con frecuencia no sucede.

      Por otra parte, tal y como yo lo entiendo, la asesoría remunerada debe ser para aquellos casos en los que las madres no puedan o no quieran acudir a las reuniones, para aquellos casos que no puedan esperar a la siguiente reunión. E incluso tenemos que ser conscientes de que son muchas las localidades que no cuentan con grupos de apoyo a la lactancia.

      Efectivamente deberíamos pensar de que manera trabajar para que este sector sea regulado. Yo no tengo ni idea de como hacerlo, pero desde luego que me prestaría a ello si surgiera un movimiento en este sentido.

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