Uno de los momentos más emocionantes que ocurre inmediatamente después del nacimiento es el conocido como Breast Crawl, o gatear para mamar, en el que el recién nacido busca el pecho de su madre para mamar.
Son unos minutos fundamentales ya que marcan el comienzo de la lactancia materna nada más nacer, sin esperas. Dentro de la primera hora de vida, cuando el bebé es muy receptivo y el organismo de la madre tiene una importante descarga de oxitocina es el momento ideal para establecer la lactancia materna favoreciendo la impronta en el bebé y un vínculo de apego precoz entre madre y recién nacido.
Nada más nacer, el bebé es colocado piel con piel sobre el abdomen de la madre y es capaz de "rastrear" a su madre sin ninguna ayuda buscando por sí solo el pecho para alimentarse.
Es un acto completamente instintivo. El recién nacido tiene la habilidad de explorar y "gatear" moviendo sus piernas y sus brazos para encontrar el pecho y hacer su primera toma.
La primera hora de vida es muy importante tanto para la madre como para el bebé. Ambos se encuentran en un estado de conciencia tranquila (si os fijáis el bebé no llora), se reconocen, el bebé recibe el calor de la piel de su madre, su olor, siente su respiración.
Es una hora mágica en el que ambos deben ser respetados sin agobios ni intervenciones innecesarias que pueden esperar para más tarde. Este momento del Breast Crawl (gatear para mamar) en el que el recién nacido busca el pecho de su madre para mamar no puede postergarse.
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