Es conocido el efecto protector que tiene la leche materna para la salud del niño y por eso la OMS (Organización Mundial de la Salud) la recomienda como alimento exclusivo durante los primeros seis meses de vida y complementado con la alimentación sólida durante, al menos, dos años.
A lo largo de los años se han ido haciendo revisiones constantes basadas en estudios de calidad y no hay ningún motivo para dejar de hacer esta recomendación, sino al contrario: las nuevas investigaciones la siguen sustentando.
¿Es suficiente dar solo leche materna?
Una de las mayores preocupaciones de las madres, y motivo de abandono de la lactancia materna, es creer que su leche no es suficiente alimento para satisfacer las demandas de crecimiento del bebé y por tanto, deciden introducir leche de fórmula o en ocasiones dieta complementaria antes de los seis meses. Sin embargo, se ha comprobado que dar solamente el pecho proporciona los nutrientes y la energía adecuada para un desarrollo correcto.
Cuando las tomas son a demanda, la lactancia está establecida correctamente (mama al menos 10-12 veces al día) y hay señales de que el bebé está bien alimentado (moja el pañal varias veces al día, aumenta de peso, está bien hidratado), la leche materna en exclusiva es suficiente alimento durante los primeros seis meses de vida del bebé.
¿Y el riesgo de anemia? Con respecto a la anemia ferropénica se ha hecho hincapié en algo de lo que hemos hablado en diversas ocasiones: los niveles de hierro de un niño a los seis meses dependen mucho de las reservas de hierro al nacer y del corte temprano del cordón (que puede reducir las reservas hasta en un 33%).
Para evitar la anemia en los bebés la solución es, por lo tanto, asegurarse de que la mamá no desarrolle anemia durante el embarazo y hacer que el corte del cordón se retrase. De este modo las reservas del bebé serán mayores y podrá tener el hierro asegurado hasta, como mínimo, seis meses.
Beneficios de la lactancia materna en exclusiva
Además de ser suficiente nutricionalmente hablando, tomar leche materna de forma exclusiva durante seis meses reduce el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias y gastrointestinales en el bebé, entre otros tantos beneficios.
- La lactancia materna se relaciona con mejoras en el sistema inmune del bebé y desarrolla bacterias beneficiosas para el intestino del bebé, actuando como una vacuna natural frente a bacterias y virus que pueden desarrollar enfermedades.
- La lactancia materna protege de infecciones como catarros, bronquiolitis, neumonías, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante e incluso del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
- La leche materna se adapta a cada etapa del bebé, aportándole lo que más necesita en cada momento de su crecimiento.
- La leche materna también adapta su composición cuando el bebé enferma y le ayuda a recuperarse antes.
- En el caso de bebés prematuros (nacidos con menos de 37 semanas de gestación), la leche adapta su composición actuando como un medicamento natural: aumenta los niveles proteína, sodio, grasa, y aminoácidos libres, a la vez que presenta niveles más altos de factores inmunológicos.
- Ayuda a prevenir enfermedades futuras (de aparición en edades más adultas) como el asma, alergias, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la arterioesclerosis y el infarto de miocardio.
Beneficios de la lactancia para la madre
Para la madre, la lactancia materna exclusiva por seis meses prolonga la duración de la amenorrea inducida por la lactancia, previniendo la aparición de anemia tras el parto, acelera la pérdida de peso y disminuye el riesgo de hipertensión, de enfermedades cardíacas, de diabetes y de depresión postparto.
Además, amamantar al bebé favorece la contracción del útero después del parto y previene hemorragias postparto, así como también está relacionado con un menor riesgo de sufrir diferentes tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, ovarios y útero.
Por una baja maternal de seis meses
La OMS, así como de otros organismos como Unicef y las asociaciones de pediatría, promueven la lactancia materna exclusiva durante seis meses, pero el principal escollo para que las mujeres puedan cumplirlo es la vuelta al trabajo después de la baja maternal, que en la actualidad es de cuatro meses. Si no ha ocurrido antes, la lactancia se suspende cuando la madre se reincorpora al trabajo.
Por ese motivo, para evitar el abandono de la lactancia materna a los cuatro meses y poder prolongarla hasta los seis meses con mayor libertad, desde varios sectores se pide extender la baja maternal a seis meses. Es el tiempo mínimo para que madre y bebé puedan disfrutar de la lactancia y de estar juntos.
También sería deseable que se les facilitara a las madres que así lo deseen seguir dando su leche a sus bebés una vez se hayan incorporado al trabajo, ya sea con instalaciones adecuadas y horarios más flexibles.
La lactancia materna exclusiva hasta los seis meses es lo mejor para el bebé, por eso la baja maternal debería durar el mismo tiempo, como mínimo. Es un reclamo necesario pensado en el beneficio de los niños, que son lo más nos importa.
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